Gestión

El Informe FES aprueba al SNS, pero alerta de amenazas "ante las que hay que actuar"

El Índice de la Fundación Economía y Salud otorga al sistema sanitario un 5,88 sobre 10 y avisa que de “no tomar medidas en eficiencia y en resultados, podemos llegar tarde a garantizar la sostenibilidad del sistema”

“Tenemos un buen Sistema Nacional de Salud, pero es claramente mejorable”. Así lo asegura Alberto Giménez, presidente de la Fundación Economía y Salud que este lunes ha presentado en el Senado los resultados del ‘Índice FES 2024: estudio para la evaluación y mejora de los servicios de salud’, que realiza una radiografía completa del Sistema Nacional de Salud.

Esas amenazas a las que se enfrenta el SNS están, según explica Giménez “claramente identificadas”, pero que no se afrontan “de manera decidida”, se trata de cuestiones vinculadas, tanto a la situación social, con clara referencia al envejecimiento de la población o la falta de productividad del sistema.

Giménez Artés hizo especial hincapié en que “debemos dar pasos decididos y sin demora en la dirección adecuada para mejorar la eficiencia y los resultados en salud. De lo contrario, podemos llegar tarde a garantizar la sostenibilidad de nuestro sistema, puesta en duda con claras amenazas externas o internas como el envejecimiento de la población o la falta de profesionalidad”.

Carlos Alberto Arenas Díaz, vicepresidente de la Fundación y coordinador del Índice FES 2024, presentó la valoración de los resultados del estudio, con especial atención en el análisis de las respuestas proporcionadas por las comunidades y la formulación de recomendaciones encaminadas a mejorar la eficiencia y calidad de los servicios.

En su exposición, repasó los resultados generales, que registran una puntuación media de 5,88 sobre 10. “Un aprobado alto, sin perjuicio de que esta nota deja claro que se debe seguir trabajando para mejorar determinadas áreas”, comentó antes de detallar las medidas con mayor y menor grado de desarrollo.

Las puntuaciones más altas se las llevaron medidas relacionadas con la atención primaria en centros sociales (6,67), la hospitalización a domicilio (6,87), la comunicación con los pacientes y la flexibilidad de los sistemas de información (6,23). Por contra, las más bajas se concentran en ámbitos como las acreditaciones de calidad (5,35), los incentivos alineados con la estrategia y los objetivos o la evaluación del impacto económico en sanidad de factores de riesgo para la salud (4,79), entre otras.

 “Es necesario renovar profundamente los estatutos para mejorar el liderazgo del capital humano y los incentivos tanto económicos como no económicos y hacerlos más flexibles en todos los aspectos. Asimismo, se deben implementar las decisiones compartidas con los usuarios y pacientes, para hacer una verdadera medicina basada en sus necesidades y deseos, teniendo en cuenta todos los factores que afectan a su calidad de vida”, afirmó.

A continuación, María Fabón, coordinadora de las áreas del informe, expuso las principales líneas de acción. “En esta edición Atención a Domicilio es el área con mayor puntuación. Por contra, las más débiles coinciden con las de índices anteriores, siendo la gestión del capital humano, el benchmarking, y el buen gobierno y transparencia”, destacó.

Seguidamente, se sucedieron las tres mesas de debate en las que los responsables de cada área expusieron por turnos su análisis. Amalia Franco, indicó en el “Área 1. Medidas asistenciales generales” la mejora en medidas como las estrategias “no hacer”, la difusión de buenas prácticas y decisiones compartidas. En el “Área 2. Atención primaria y comunitaria”, Alicia Negrón señaló el camino que queda por delante para la implementación de una medicina personalizada y hacer más atractiva la atención primaria para los profesionales. Del “Área 3. Gestión de la información” se encargó Ignacio Arnott, que apuntó a la necesidad de mejorar en el gobierno y calidad del dato y la automatización de los sistemas de información clínica.

La segunda mesa, la inició Ignacio del Arco, que analizó el “Área 4. Empoderamiento del paciente para promover la salud y prevenir la enfermedad”, un ámbito fundamental que requiere mayor énfasis en “la comunicación efectiva entre los pacientes y los profesionales de la salud”. José Ignacio Nieto mostró los resultados del “Área 5. Atención y coordinación social y sanitaria” en la que resulta imprescindible hacer realidad la historia de salud compartida.

El “Área 6. Atención a domicilio” ha registrado la puntuación más alta en esta edición. Carlos Peña, aseguró que este modelo de atención supondrá un “cambio de paradigma hacia una perspectiva holística de la atención sanitaria”. Cerró la mesa José Luis Gutiérrez, que comentó el “Área 7. Evaluación y Benchmarking” y apostó por “potenciar la cultura de evaluación y la comparación de resultados entre servicios sanitarios”.

En la última mesa, Jorge de Vicente introdujo el Área 8. Seguridad del paciente, en la que aseguró que las acreditaciones en este ámbito son “una ventaja competitiva diferencial que promueve la cultura centrada en el paciente”. El “Área 9. Salud laboral y humanización del trabajo”, registra de nuevo la puntuación más baja. Javier Guerrero, transmitió la importancia de enfocar los esfuerzos en “el empoderamiento y la profesionalización de los profesionales sanitarios, centrándose en favorecer el liderazgo y mejorar las condiciones laborales”.

El “Área 10. Compras y Gestión” lo presentó Luis Fernández, que señaló como asignatura pendiente la compra innovadora, que mejorará los servicios y la competitividad para favorecer el crecimiento económico. Finalmente, se analizó el “Área 11. Buen Gobierno y Transparencia”, en el que Silvia Pérez indicó que hay que seguir mejorando en los procesos de desarrollo del modelo de gestión clínica y la profesionalización de las funciones directivas.

Buenas prácticas

Después de los análisis se hizo entrega de tres menciones especiales a casos de buenas prácticas en la gestión de los servicios de salud autonómicos. Por parte de Andalucía, se reconoció el ‘Plan Estratégico de Gestión Ambiental Integrada del Servicio Andaluz de Salud Horizonte 2030’, que representa un hito crucial en la sostenibilidad que les proyecta hacia los objetivos de calidad y medioambiente para el año 2030.

Castilla-La Mancha, recogió la mención por su ‘Plan de investigación e Innovación en ciencias de la Salud’, un ambicioso proyecto de transformación de su sistema sanitario con el que quieren ajustar sus servicios sanitarios a las necesidades específicas de la región, de su población y de su territorio, para alcanzar más y mejor salud.

Por último, se entregó el reconocimiento a la la Región de Murcia por su ‘Unidad Regional de Atención Integral del Paciente Pediátrico con Enfermedad Crónica Compleja y necesidades Paliativas’, inaugurado el pasado mes de mayo en el hospital infantil Virgen de la Arrixaca y que completa el nuevo modelo regional de atención integral de estos menores.

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