El nuevo mandato de la Unión Europea empieza a perfilarse ya de cara al nuevo periodo y con él, las diversas entidades de representación en Europa tratan de hacer valer sus demandas para orientar las políticas de la nueva Comisión Europea surgida tras los comicios del 9 de junio.
Diversas entidades empresariales y asociativas de todo el continente, hasta 110, han centrado en estos días su atención en la configuración del próximo Programa Marco Europeo para la Investigación y la Innovación (10PM). Su objetivo, conseguir que las instituciones de la UE “aumenten significativamente” el presupuesto actual del 10PM y convertir a la I+D colaborativa en la “piedra angular” de este plan, respondiendo, principalmente, a las necesidades industriales.
El Programa Marco de la UE desempeña un papel importante. Las inversiones públicas en I+D+i habilitadas a través del Programa Marco de la UE “son cruciales para aliviar las fallas del mercado y estimular las inversiones privadas en I+D+i al reducir los riesgos que dichas inversiones representan para la industria”. Al aunar recursos y conocimientos a través del Programa Marco de la UE, los Estados miembros y los países del EEE, la industria, las RTO y el mundo académico “pretenden abordar retos complejos de forma colectiva, acelerando el ritmo de la maduración tecnológica y la innovación y apoyando el posicionamiento de la UE en la carrera tecnológica actual que está bajo coacción”.
El impacto de estas inversiones colectivas y coordinadas de la UE en I+D+i ha quedado demostrado recientemente por la evaluación ex post de Horizonte 2020, que concluyó que el mayor grado de apalancamiento financiero por cada euro invertido se logró en las asociaciones europeas. En las asociaciones institucionalizadas, las contribuciones de los socios privados con recursos (en efectivo o en especie) duplicaron con creces o incluso triplicaron el volumen de las inversiones de la UE.
Desde Efpia “hacemos un llamado a las instituciones de la UE para que aumenten significativamente el presupuesto actual de I+D+i de cara al 10º Programa Marco. Estas inversiones colectivas de la UE en I+D+i deben reforzarse en el próximo presupuesto de la UE (MFP). Al mismo tiempo, deben garantizarse las inversiones nacionales en I+D+i y cumplir como mínimo el objetivo del 3 % del PIB, con el objetivo de aprovechar las inversiones privadas en I+D+i. Comprometerse con el liderazgo tecnológico de la UE debería garantizar que se realicen inversiones adecuadas y oportunas”, asegura en un comunicado.
Para seguir apoyando la competitividad de la UE, el 10PM debe centrarse en una excelente I+D+i colaborativa transfronteriza, con una fuerte participación industrial. “Para ello, se debe reforzar el énfasis en la competitividad en el Pilar II y, de manera similar, debería ser un motor clave para las actividades del Pilar I y el Pilar III”.
El Pilar II “es la única parte verdaderamente colaborativa del planen la actualidad”. Una parte importante del presupuesto total del 10PM “no sólo debería asignarse al Pilar II, con un mayor enfoque en la Competitividad Industrial Europea, sino que las actividades del Pilar II también deben estar impulsadas por prioridades estratégicas de la UE y necesidades industriales claramente definidas”.
El manifiesto señala que el Pilar II es crucial para construir asociaciones público-privadas (APP) basadas en la confianza a largo plazo entre una amplia variedad de actores europeos de I+D+i, lo cual es un elemento indispensable para fortalecer los ecosistemas de I+D+i de Europa. Esto garantiza la adopción por parte de la industria de tecnologías novedosas y su ampliación hacia nuevas soluciones, productos y servicios, mejorando el bienestar y la calidad de vida de las personas y aumentando la competitividad europea a largo plazo.
El actual Pilar II del PM, que contiene las asociaciones industriales clave de la UE, especialmente las asociaciones coprogramadas e institucionalizadas, respalda esta ambición. “Por lo tanto, será necesario reforzar aún más el Pilar II, con sus asociaciones industriales, con una estrategia adecuada”.
Igualmente, concluyen, “reducir el riesgo y la incertidumbre y estimular la inversión privada en Europa demostrando el apoyo de la UE a los sectores intensivos en tecnología, preservando al mismo tiempo la neutralidad tecnológica para lograr igualdad de condiciones en el mercado interno. Esto daría los incentivos adecuados para que la industria invierta en I+D+i en Europa, en lugar de en terceros países, y apoyaría la consecución de una UE verde y digital”.
