La frase “la sanidad no es un negocio, es un derecho” se ha convertido en una de las más recordadas de la intervención con el que este miércoles el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha realizado el acto de apertura del curso político en la sede del Instituto Cervantes en Madrid.
Con esta afirmación el presidente del Ejecutivo ha buscado poner en contraposición el modelo “caduco neoliberal” de los gobiernos autonómicos del PP, fundamentalmente Madrid, a la que ha acusado de haber derivado en solo un año 1.000 millones de euros a la sanidad privada, Comunidad Valenciana y Andalucía, con las políticas de su Gobierno de coalición progresista, para quienes las cuestiones como “la sanidad, la educación, la dependencia, o las pensiones no son mercancías”.
En el plano sanitario ha criticado “unas listas de espera listas de espera absolutamente inaceptables y la calidad y la cobertura de muchos servicios públicos aún no está a la altura de lo que muchos españoles necesitan y merecen”. Los esfuerzos que se han hecho “no son suficientes” ha señalado.
Igualmente ha anunciado su compromiso de cara a trabajar por unos Presupuestos Generales del Estado “sociales y ambiciosos que consoliden y expandan la gestión pública”. Para ello el primer paso será la aprobación de un nuevo techo de gasto “en el próximo Consejo de Ministros”, que enmiende el que ya fue retirado por el Congreso, para su remisión a la Cámara Baja.
Sánchez también asegura que su Gobierno avanza “hacia una fiscalidad más progresiva” y la creación un modelo de financiación autonómica “más justo, que reduzca las diferencias territoriales”. “Nuestra intención es duplicar los recursos del fondo de compensación interterritorial”, asegura.
Críticas
Las reacciones a las palabras de Sánchez no se han hecho esperar. Especialmente desde la Comunidad de Madrid, donde su presidenta, Isabel Diaz Ayuso ha acusado a Sánchez de “mentir”, para “justificar el robo que planea a Madrid”, en relación con la reforma de la fiscalidad de Cataluña.
"Incapaz de hablar nada positivo sobre su gestión, incapaz de hacerlo desde la sede del PSOE, utiliza las instituciones de todos para, mintiendo, justificar el robo que planea a Madrid y la ruptura del modelo territorial a la medida de sus socios secesionistas", ha escrito la jefa del Ejecutivo madrileño en redes sociales.
Por su parte, desde la Comunidad Valenciana su presidente Carlos Mazón, calificaba el discurso de “cortina de humo”, asegurando que a Sánchez “ya no se lo cree ni su propio partido”.
El tercer presidente de las comunidades señaladas, Juanma Moreno atribuye las declaraciones del presidente del Gobierno central “a un movimiento de distracción, al intento de evitar tratar el acuerdo de financiación de Cataluña”.