Terapéutica

Investigadores dan por iniciada la revolución de las terapias oncológicas a través de la IA

Participantes en el encuentro.

“En diez años es probable que la inteligencia artificial esté integrada en sistemas de soporte de decisiones clínicas, que evalúen en tiempo real los datos del paciente y permitan ajustar los tratamientos de forma dinámica”. Así lo ha asegurado este martes Alfonso Valencia, pionero de la biología computacional en España y referente internacional en el área. Valencia ha participado junto a Nuria Oliver y María en el acto público organizado por el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) en CaixaForum Madrid, con motivo del Día Mundial de la Investigación del Cáncer

María Blasco, directora científica del CNIO, la inteligencia artificial "es una herramienta que supondrá un enorme apoyo a la investigación y la acelerará, ayudando a diagnosticar y tratar el cáncer". Para el CNIO, la IA es ya una realidad en áreas como el análisis genómico y de big data; el análisis de imágenes; la predicción de estructuras de proteínas; y el descubrimiento de fármacos antitumorales.

En el acto en CaixaForum Blasco anunció la creación de un nuevo programa de Inteligencia Artificial en el CNIO, con nuevos grupos de investigación y con capacidad de dar soporte de manera transversal a toda la investigación en el centro. Ha sido posible gracias a una dotación de 4.6 millones de fondos europeos NextGenerationEU para el fomento del talento digital (gestionados por Red.es, del Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública).

“Las prioridades científicas del CNIO siempre han ido evolucionando en paralelo con los cambios en los paradigmas científicos y las nuevas tecnologías. La inteligencia artificial es uno de estos nuevos paradigmas”, dijo Blasco.

Un ejemplo concreto de aplicación de la IA en el CNIO será el análisis de los más de 12.000 genomas de personas en España, que se secuenciarán gracias al nuevo equipo avanzado del CNIO. La acción forma parte del proyecto Genome of Europe, en el que también participan desde España el Instituto de Salud Carlos III (ISC-III); el CNAG (Centro Nacional de Análisis Genómico) y el CIBER (Centro de Investigación Biomédica en Red).

Anticiparse a la enfermedad

Alfonso Valencia ha hablado de un futuro en que la IA ayude a anticiparse a las enfermedades y, cuando aparecen a diagnosticarlas con la máxima precisión, y a definir el mejor tratamiento, un futuro que ya se está construyendo. El propio Valencia, en el Centro de Supercomputación de Barcelona (BSC), aspira a desarrollar ‘copias virtuales’ de los pacientes, gemelos digitales, en términos técnicos. “El problema es que hacer copias de la realidad es muy complejo”, reconoce.

Para simular una persona completa serían necesarias cantidades ingentes del tipo de información que define su biología –datos de sus genes, de sus proteínas, de la manera en que interaccionan sus proteínas entre ellas y con el ambiente…--, y también su comportamiento. Sobre el modelo digital que se construiría con esos datos se podría desde probar posibles tratamientos para su enfermedad, hasta prever metástasis y eventuales recaídas.

¿Estamos a 100 años de distancia de eso? ¿A 50? “No lo sabemos”, dice Valencia, “pero la pregunta que me hago es cómo podemos acelerar el proceso. No tenemos aún un modelo de una paciente completa, pero sí lo tenemos de partes de ella: de su corazón, por ejemplo, o de su tumor, de cómo este va evolucionando”.

No es todavía un modelo que reproduce “exactamente” un cáncer, pero por ahora basta con que sea “lo bastante bueno como para generar hipótesis que puedan validarse experimentalmente”, prosigue.

El modelo que han desarrollado en el BSC “era imposible hace solo cinco años, porque no teníamos el software, no teníamos los datos y no teníamos la capacidad de cálculo”, dijo Valencia. Aun así, “estamos solo en el principio”. Por ahora los modelos que simulan las células son distintos de los que simulan los órganos, y de los que simulan el comportamiento de todo el organismo. El reto es poder integrar los tres tipos de modelo.

Acceso a datos

 Aún hay muchos retos por delante. El principal, afirma Valencia, “es el propio acceso a los datos del sistema de salud para la investigación, junto con la dificultad de hacerlos coherentes e interoperables. También se deben abordar cuestiones sobre la regulación y evaluación de los métodos basados en IA, así como la formación de los profesionales de la salud en estas nuevas tecnologías”.

Los aspectos éticos de la IA son un desafío en sí mismo. De ellos habló Nuria Oliver, para quien “cualquier acercamiento a la IA debe considerar cinco pilares fundamentales: tecnológico, regulatorio, ético, educacional y económico”.

Su receta, y la de la Fundación ELLIS Alicante que dirige, para una IA que se convierta en “lo mejor que le suceda a la humanidad” se base en el acrónimo FATEN: F de fairness o justicia; A autonomía o atribución de responsabilidad, es decir, “claridad respecto a la atribución de responsabilidad de las consecuencias de las decisiones algorítmicas”; y de augmentation o aumento de la inteligencia humana, “de manera que los sistemas de inteligencia artificial se utilicen para aumentar o complementar la inteligencia humana, no para reemplazarla”.

“T de trust o confianza, y de transparencia; E de educación y de equidad; y N de no maleficiencia, es decir, minimizar el impacto negativo que pueda derivarse del uso de las decisiones algorítmicas”, explicó Oliver.

“Es importante aplicar un principio de prudencia, garantizar la seguridad, fiabilidad y reproducibilidad de los sistemas, preservando siempre la privacidad de las personas”, dijo Oliver. “Solamente cuando respetemos estos requisitos seremos capaces de avanzar y conseguir una inteligencia artificial socialmente sostenible, por y para las personas”.

Siempre+Positivo

El acto, realizado con el apoyo de la Fundación ‘la Caixa’, incluyó una mesa redonda, en la que se unieron a los ponentes Miguel Calero, subdirector general de Servicios Aplicados, Formación e Investigación del ISC-III, e Ignacio Astilleros, directivo de la empresa tecnológica Openchip y miembro de la iniciativa filantrópica Amigos/as del CNIO.

Tras la mesa redonda se proyectó el cortometraje Siempre+Positivo (Morena Films y Mediabrands Content Studio), en el que el entrenador Louis van Gaal habla sobre su experiencia como enfermo de cáncer y sobre la ciencia como vía de solución.

Este documental forma parte de la iniciativa ‘Siempre+Positivo’ destinada a recaudar fondos para la investigación del cáncer en el CNIO, a través de la colección de ropa solidaria de El Ganso.

La presentación y moderación del acto estuvo a cargo de la periodista de ciencia Pampa García Molina, directora del Science Media Centre España.

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