La notificación manual de estupefacientes tiene los días contados

El procedimiento de notificación de estupefacientes está experimentando un proceso de informatización, evitando así la obligación de tener que realizar esta tarea manualmente. Esto será un logro importante para el sector, al suponer una tarea farragosa en la que no se pueden cometer errores, tratándose de una exigencia sanitaria cuyo cumplimiento está controlado por Inspección. El Decreto 1675/2012, de 14 de diciembre, por el que se regulan las recetas oficiales y los requisitos especiales de prescripción y dispensación de estupefacientes, ya prevé el soporte electrónico para la comunicación de los movimientos de estupefacientes.

Esta normativa estableció que las farmacias deben realizar la declaración anual de estas sustancias durante el mes de enero, y para tal fin, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) dispuso de una plataforma electrónica en el año 2015, Labofar, a la que se han sumado la mayoría de comunidades autónomas.

La implantación inicial de este sistema tuvo sus dificultades, sin embargo, en estos tres años de funcionamiento, las incidencias se han ido resolviendo, según apunta María Jesús Escribano, directora técnica del Colegio de Farmacéuticos de Madrid, que apunta que el futuro cercano debe pasar por una digitalización de todos los procesos que hoy día aún se realizan manualmente en la oficina de farmacia.

A parte de Labofar, comunidades como Cataluña, Baleares y Comunidad Valenciana disponen de sus propios sistemas para a declaración anual de estupefacientes, acordados con la Consejerías de Sanidad.

Digitalización del proceso con estupefacientes en Comunidad Valenciana

Comunidad Valenciana es pionera en la digitalización de los procedimientos. De hecho, tiene digitalizada la declaración anual de estupefacientes, que se genera de manera automática a través del programa de gestión de la farmacia.

Esto se suma a que, en noviembre de 2014, puso en marcha el vale electrónico de estupefacientes, en substitución de los antiguos talonarios. Este sistema, por el que farmacias, almacenes y Consejería comparten la información sobre los pedidos, aporta seguridad, permite la automatización del proceso y simplifica la carga administrativa.

La idea de la Administración valenciana es informatizar al cien por cien de la gestión sobre los movimientos de estupefacientes, según explica el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Valencia, Jaime Giner. De hecho, apunta que se han producido contactos con el Ministerio de Sanidad para avanzar en la digitalización a nivel estatal. Un paso más en este camino hacia la automatización total será la sustitución del libro de contabilidad de estupefacientes, en lo que ya se trabaja en Comunidad Valenciana. En opinión de Giner, con el libro totalmente electrónico, que sustituya al de papel, “las farmacias evitarán uno de sus mayores quebraderos de cabeza”.

Cataluña también está analizando la forma de digitalizar el proceso. El Consejo de Colegios de Farmacéuticos de Cataluña, junto con el Departamento de Salud, trabajan en un proyecto con el fin de simplificar la tarea administrativa de las oficinas de farmacia en relación a los movimientos de estupefacientes, que sería posible gracias a sistemas como el de la receta electrónica, señalan desde el Consejo autonómico.

En Cataluña, la declaración anual se realiza a través de la Oficina Virtual de Trámites de la Generalitat de Cataluña. Dado que el procedimiento no está exento de dificultades, y que se han producido incidencias técnicas, el Colegio de Farmacéuticos de Barcelona ha habilitado un servicio de apoyo a los colegiados, telemático y presencial, para la resolución de dudas sobre cómo realizar el trámite.

Con el fin de simplificar esta tarea, las distribuidoras con mayor presencia en esta comunidad autónoma, Fedefarma, Alliance Healthcare, Cofares y Hefame, a petición de la Federación de Asociaciones de Farmacias de Cataluña (Fefac), han habilitado en sus webs una utilidad que permite a las farmacias descargar los listados con las compras de estupefacientes realizadas.