El portavoz de Sanidad de Izquierda Unida en Asturias, Gaspar Llamazares, ha concedido una entrevista a Diariofarma en la que muestra cuál es la posición de su Grupo con respecto a las subastas, el futuro que ve a la iniciativa del Gobierno del Principado y la necesidad de aprobar otras medidas para controlar un gasto farmacéutico que, dice Llamazares, "está desbocado".
Pregunta. El Gobierno se plantea la aplicación de subastas de medicamentos. ¿Le parece una forma adecuada de ajustar la factura farmacéutica?
Respuesta. Nosotros le preguntamos al Gobierno por una batería de medidas para fomentar el uso racional de los medicamentos en Asturias. Entre esas medidas, preguntamos concretamente por las subastas, por si habían evaluado esta posibilidad desde el punto de vista legal y si pensaban implantarlas en Asturias. La respuesta ha sido que sí, pero es una manifestación de voluntad que requiere de un proceso que será complicado. Aquí hay seis fuerzas políticas y un proceso legislativo en situación de estancamiento. El Gobierno ha dicho que sí, pero entre la manifestación de voluntad y su implantación podría pasar un año.
P. ¿Ustedes están de acuerdo con su implantación?
R. Nosotros estamos abiertos a estudiar esa posibilidad. Ya hemos visto que su concepción está avalada por el TC en varias sentencias. El TC ha dicho que, como las comunidades son las que pagan, tenemos derecho a aplicar medidas dentro de nuestro ámbito de competencias. Ahora hay que estudiar los pros y los contras, hay que empezar a hablar en el Interterritorial y también con los distintos actores, incluidos los laboratorios.
P. En Andalucía, colectivos profesionales informan periódicamente de desabastecimientos por las subastas. ¿Comparte la preocupación?
R. Me parece que lo que se ha abierto aquí es una nueva situación, como cuando comenzaron los genéricos. Entonces también se hablaba de los posibles desabastecimientos, había dudas sobre la eficacia… Creo que es normal. Todo el mundo se pone nervioso cuando surge una cosa nueva. Sobre los profesionales que lanzan esos mensajes, no veo la misma preocupación cuando hablamos de desabastecimientos de vacunas. En esos casos, son las compañías que gozan de una situación de monopolio las que están sometiendo a los países a un verdadero lío. También me hubiera gustado que hubieran puesto el grito en el cielo cuando se pagó más de 50.000 por los primeros tratamientos para la hepatitis C.
P. Además de ésta, piden ustedes otras medidas para controlar el gasto. ¿Cuáles?
R. Pensamos que hay que avanzar en la centralización de las compras. El nivel actual es insuficiente. Compramos por esta vía en torno al 30% y, aunque se espera que a final de año alcancemos el 40%, deberíamos elevar mucho más esa cifra de aquí al final de legislatura, hasta el 80%, tanto con procedimientos centralizados en Asturias, como adhiriéndonos a los estatales. Para los medicamentos ultracaros, resulta de vital importancia, además, que de una vez por todas se establezcan los mecanismos para la compra de medicamentos para toda la UE.
P. Entiendo, por lo que dice, que opina que parte del problema está en el precio de los medicamentos.
R. No podemos negar que actualmente tenemos una guerra abierta con los nuevos medicamentos. Algunos precios de medicamentos innovadores están desbocados. De hecho, se llaman innovadores a algunos productos que no lo son. Y luego, es cierto que la industria ha hecho algunos esfuerzos con algunos fármacos conocidos, pero con otros, como los antivíricos, biológicos, inmunosupresores y oncológicos, esa moderación no ha sido tal. Los antineoplásicos, por ejemplo, han supuesto un shock para los sistemas sanitarios.
P. ¿Qué harían ustedes para revertir esta situación?
R. Si tuviéramos un NICE, y no una Aemps que lo pasa todo… La Aemps aprueba medicamentos que ciertamente son eficaces, pero muchos no son coste-efectivos. Creo que es urgente disponer de un NICE. También es preciso que hablemos entre todos, incluyendo a los laboratorios, o acabaremos pisándonos la manguera unos a otros. La industria tiene interés en llegar a acuerdos con la Administración, porque somos el principal comprador, y nosotros tenemos interés en alcanzarlos con ellos.
P. Yéndonos al otro extremo de la ecuación, ¿cree que la financiación de la sanidad y la farmacia son adecuadas?
R. Si le preguntas a consejeros, todos te dirán que las transferencias actuales no nos permiten afrontar el coste de los servicios públicos (Sanidad, Educación y Servicios Sociales). Apenas cubrimos el 70%. El resto lo sacamos a través de recursos propios o generando endeudamiento, lo cual es insostenible.
P. ¿Y, en su opinión, cómo se resuelve esto?
R. Creo que la financiación de la Sanidad debería resolverse con un capítulo aparte, finalista o semifinalista. Tenemos que responder a una demanda creciente y los dineros, a veces por culpa de medidas irresponsables, decrecen. También pediría lealtad a los colectivos profesionales. La guerra que tenemos actualmente con el Impuesto de Sucesiones nos puede costar centenares de millones de euros. La campaña contra la recaudación se está llevando a cabo desde las mismas farmacias a las que nosotros, haciendo esfuerzos importantes, estamos pagando a 15 días.
P. Siguiendo con las medidas para controlar el gasto, hay comunidades que han optado por la aplicación de cuotas para mejorar la penetración de biosimilares. ¿Es partidario de forzar el uso de estos productos, dada la incertidumbre que existe con respecto a su intercambiabilidad por la falta de estudios?
R. Yo con los biosimilares adoptaría la misma actitud que con los genéricos. Sobre la base de los estudios que se vayan realizando, la idea es fomentar la entrada de los biosimilares. Es verdad que hay menos experiencia, pero para eso proponemos el reforzamiento de la Comisión de Uso Racional del Medicamento, con un perfil técnico, con declaración de intereses por parte de sus miembros para que sea totalmente independiente. La labor de esta Comisión debería ser la de informar detalladamente a los facultativos sobre las opciones terapéuticas existentes, para que éstos no dependan casi exclusivamente, como ahora, de la información que le proporcionan los laboratorios, que son parte interesada.
P. Pedían ustedes también medidas para reorientar el consumo farmacéutico.
R. Nos parece fundamental que se impulsen medidas en el ámbito de la promoción de la salud. La Administración tiene mucho que decir ahí, tiene que proporcionar armas a los prescriptores, tiene que reforzar los equipos de atención primaria y mantenerlos informados sobre todas las opciones que tienen a sus disposición.
P. A ese nivel se habla también del papel que puede jugar la farmacia comunitaria. ¿Está de acuerdo con una mayor integración de la botica en el sistema sanitaria asturiano?
R. Cuando lo discutimos para la Ley del Medicamento mantuve una actitud escéptica, aunque creo que pueden ser una parte complementaria de la atención sanitaria, ya que están cerca de los pacientes. En todo caso, creo que es importante la lealtad de todos hacia todos, porque si llegamos con las farmacias a un acuerdo de proveedores y luego nos hacen campañas contra nuestros sistemas de financiación… Eso no va a funcionar.
P. ¿Qué opinan de la remuneración de los servicios profesionales?
R. Creo que pueden quedar dentro del conjunto de los servicios que prestan en su relación con el SNS. No veo que haya que darles una remuneración adicional. Es mi opinión personal.