Política

Los servicios de salud autonómicos avanzan con sus proyectos de integración de datos

Responsables de los sistemas de información de Andalucía, Cataluña y Galicia detallaron los avances en la integración de datos clínicos y de consumo de recursos que les están dando pistas sobre ámbitos de mejora en el ámbito de gestión y asistencial.
Imagen del Foro sobre Sistema de Información del SNS.

El Ministerio de Sanidad acogió el pasado día 11 de diciembre el 9º Foro sobre el Sistema de Información del Sistema Nacional de Salud (SNS), en el que distintas comunidades autónomas mostraron sus avances con el proceso de integración de datos. Todo ello con el objetivo de detectar ineficiencias y ámbitos de mejora y poder reorientar la gestión y la asistencia sanitaria.

Una de las participantes en este bloque autonómico fue Dolores Muñoyerro, responsable de Gestión de la Información del Servicio Andaluz de Salud (SAS), quien se refirió a la Base Poblacional de Salud que están construyendo en Andalucía, la cual integra datos clínicos del paciente, como pueden ser los diagnósticos médicos o de Enfermería, la administración de vacunas, los resultados de analíticas, las valoraciones de Enfermería, datos genéticos o las sesiones de diálisis, entre otros, así como los datos de utilización de recursos, en términos de estancias hospitalarias, consultas externas, visitas a médico de Familia, etc.

A partir de estos datos, aclaró, se pueden realizar "estudios transversales y también longitudinales". También han comenzado a definir "las pirámides poblacionales por enfermedades". Una de las conclusiones que han extraído de lo analizado hasta ahora es que "el 1% de la población consume casi el 30% de los recursos, mientras que un 5% de la población consume más del 50%".

En este sentido, afirmó que, "a mayor número de patologías, los costes suben, fundamentalmente en hospitalización, y también en Farmacia". De hecho, apuntó que gracias a la recopilación de datos que se está haciendo en esta comunidad autónoma se ha podido ver que 2018 fue "el primer año en el que los gastos en Farmacia superaron a los hospitalización". Esto, aseguró, "supone un toque de atención en relación con las negociaciones que se mantienen con la industria farmacéutica".

Entre las limitaciones que se han encontrado en el proceso de integración de datos están la variabilidad en la forma de escribir en la historia clínica, la falta de conocimiento sobre la curación de las enfermedades, las limitaciones propias de las aplicaciones que utilizan actualmente y las propias de la escasez de recursos humanos. Esta falta de personal es más acusada teniendo en cuenta que la carga de datos no termina de ser ágil. Además, los sanitarios se quejan de la falta de retorno acorde al esfuerzo dedicado.

De cara al futuro están pensando en pasar a la incorporación del Big Data, que consideran que les puede aportar agilidad para trasladar los resultados a la clínica y, por qué no, "poder pagar medicamentos en función de resultados". En cuanto a la información disponible, quieren enriquecerla también, por ejemplo, con más datos sobre consumo de recursos (hospital de día médico, rehabilitación y pruebas de cribado, entre otras), así como con datos sociales y laborales de los pacientes. "En pocas semanas vamos a incorporar a la Base Poblacional los registros de mortalidad y de cáncer, que actualmente son registros aislados", concluyó.

El caso de Cataluña

Sobre la situación en el CatSalut habló Emili Vela, responsable de Gestión del Sistema de Información, quien se refirió al proyecto de Registro de Morbilidad y Utilización de Recursos Sanitarios. Así, para dejar de "trabajar en silos con los datos, como hasta ahora", han partido de la base de datos de la tarjeta sanitaria y han ido añadiendo capas de datos relacionadas con Atención Primaria, hospitalaria, especializada, sociosanitaria, Salud Mental, Urgencias y, desde hace poco, de centros de drogadicción, a lo que han añadido una más con información sobre la utilización de recursos sanitarios, y otra con recetas y dispensaciones ambulatorias.

Gracias a eso están pudiendo realizar análisis transversales que les ofrecen datos estratificados por grupos de población, incluido el gasto per cápita, y han llegado a la conclusión, similar a la de Andalucía, de que el 1% gasta, en su caso, el 22% de los recursos invertidos en sanidad. También han podido determinar el gasto por patología en algunas como la esclerosis múltiple, "donde buena parte de él se nos va en la Farmacia", señaló Vela, aclarando que se analiza todo el proceso asistencial por cada enfermedad. También han estudiado la influencia de algunos determinantes sociales en la salud gracias a estos datos.

En paralelo, han realizado también estudios longitudinales, como son los de supervivencia clásicos, y han podido hallar algunos factores de riesgo para determinados subgrupos de población. Desde este prisma, se han centrado también en el estudio del consumo de recursos posterior a una intervención.

En cuanto a las limitaciones que se han encontrado, el responsable del CatSalut reconoció que, por el volumen de datos, necesitan introducir una "mayor sofistificación estadística". Además, hay que tener en cuenta que solo disponen de datos públicos y que hay problemas de validez con algunos datos, como los procedentes de los diagnósticos en AP, para los que están buscando después su confirmación.

La Estrategia gallega para integrar datos

Finalmente, cabe destacar la intervención de Benigno Rosón, subdirector general de Sistemas y Tecnologías de la Información del Servicio Gallego de Salud, quien desgranó la Estrategia de Integración de Sistemas de Información adoptada por esta comunidad autónoma.

Actualmente, explicó, "todo se apoya en historia clínica única, accesible a todos los profesionales, y que incluye a los propios pacientes, que integra datos de AP, hospitales, Urgencias, 061, farmacias, residencias sociosanitarias y centros concertados". A este respecto, aclaró que "toda la información de valor está en un almacén centralizado de datos y, con las tecnologías necesarias, se puede explotar". Para ello, hace dos años que comenzaron a incorporado Big Data, lo que les ha permitido explotar datos difíciles de utilizar con los métodos tradicionales.

La intención, dijo, es "transitar a una historia clínica inteligente, que cuando el profesional esté frente a un paciente le pueda alertar de determinadas cuestiones y recomendar cosas". "Esto no es fácil, ya que el conocimiento médico es difuso, no es claro, y éstas herramientas harán lo que seamos capaces de explicarles que tienen que hacer", concluyó.

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