Sagardui pide al próximo ministro de Sanidad “respeto competencial”

La consejera de Sanidad del País Vasco, Gotzone Sagardui, ha reclamado al próximo ministro de Sanidad que se nombre tras la constitución del Gobierno central “el respeto competencial que nos debemos entre las administraciones”.

Sagardui expresó un espíritu colaborativo y de “mano tendida”, aunque subrayó la necesidad de respetar la “singularidad de Euskadi”. Durante un desayuno sociosanitario organizado por Europa Press, la consejera reafirmó la postura que previamente había compartido con Carolina Darias y José Miñones, anticipando que transmitirá la misma perspectiva al próximo ministro de Sanidad. En este contexto, aprovechó la oportunidad para plantear los desafíos específicos que enfrenta el sector sociosanitario en el País Vasco, subrayando la importancia de una colaboración que tenga en cuenta las particularidades y necesidades específicas de la región.

La consejera de la región vasca expresó que, a pesar de su deseo de una “una cogobernanza real” durante la pandemia, comprende que las circunstancias extraordinarias demandaron medidas excepcionales. Sin embargo, enfatizó la autonomía de las comunidades autónomas en la formulación de políticas de salud, destacando específicamente la autoridad del País Vasco y Navarra en este ámbito. Reafirmó su compromiso de abogar por la autoridad y la autonomía de las comunidades autónomas para tomar decisiones cruciales en materia de salud, un principio que considera fundamental y que seguirá defendiendo.

Atención sociosanitaria

Durante la parte central de su discurso, Sagardui revisó la evolución histórica del sistema sociosanitario y destacó la Estrategia de Atención Sociosanitaria 2021-2024 como el "último gran hito". Según la consejera, este documento representa una inmersión profunda en la transformación del paradigma de los modelos de atención social y sanitaria. Explica que, con esta estrategia, se está dando un paso decisivo hacia la reconfiguración y mejora de los cuidados sociales y sanitarios, marcando un avance significativo en la manera en que se abordan y se proporcionan estos servicios. Con este documento se “profundiza definitivamente en el cambio de paradigma en el modelo de cuidados sociales y sanitarios”, explica.

Sagardui detalló que la estrategia se desglosa en cinco áreas clave de actuación: la gobernanza, la interoperabilidad, la prevención, la atención y la investigación, desarrollo e innovación, todas dentro del ámbito sociosanitario. Cada una de estas áreas es crucial para la implementación efectiva de la estrategia y para asegurar que se aborden integralmente las necesidades sociosanitarias de la población.

En relación a la salud mental, Sagardui reconoció las transformaciones significativas que ha experimentado este campo. Recordó que, hasta hace unas décadas, la atención en salud mental estaba limitada a las residencias psiquiátricas y hospitales especializados y no estaba integrada en el sistema sanitario general. Este enfoque obsoleto ha sido reevaluado y transformado en los años recientes para ofrecer una atención más integral y humanizada a las personas con trastornos mentales.

A este respecto, Sagardui afirmó con certeza que ha habido un progreso considerable en la reforma de la atención psiquiátrica, marcando una transición significativa desde los modelos antiguos hacia el desarrollo de servicios de salud mental más comprehensivos y dispositivos de apoyo adicionales. Hizo hincapié en la necesidad crítica de proporcionar un apoyo prolongado y multdisciplinar a las personas con trastornos mentales graves, dado que estos individuos requieren “una atención integral adecuada, que dé respuesta a las distintas necesidades y problemas derivados del padecimiento de estos trastornos”.

Concluyendo su intervención, Sagardui presentó las líneas generales de la nueva estrategia de salud mental de Euskadi. Esta estrategia adopta un enfoque global para la atención en salud mental, abarcando tanto la salud como la enfermedad mental. Se destacan tres planes específicos enfocados en el ámbito infanto-juvenil, los trastornos de la conducta alimentaria y la patología dual, demostrando un compromiso profundo con la atención especializada y personalizada en el campo de la salud mental.