El PERTE para la Salud de Vanguardia aún ofrece numerosas oportunidades de financiación para proyectos industriales y de I+D+i en el sector sanitario hasta 2026. Sin embargo, para garantizar la efectividad de estos fondos, “es esencial que se destinen a iniciativas con mayor impacto”, así lo señala el informe ‘A la Vanguardia de la Salud’ elaborado por LLYC Ideas y orientado a plantear iniciativas para la sostenibilidad del sistema sanitario a través de la innovación y la atención integral.
El informe se centra en la importancia de la colaboración entre el sector público y privado y señala que “dado el avance del calendario del Plan de Recuperación Trasformación y Resilencia (PRTR), es necesario acelerar los procesos y mejorar la coordinación entre los actores implicados, recomendándose además simplificar los procedimientos y ofrecer mayor flexibilidad, especialmente para las pequeñas y medianas empresas”.
En cifras, según señala este informe a modo de balance, se habrían comprometido en diferentes programas (es decir, se habrían convocado, licitado o transferido a las CC.AA.) unos 1.364,13 millones (22,54 millones en convocatorias estatales, 421,75 millones en licitaciones estatales y 919,84 millones en transferencias a las CC.AA.).
Según el seguimiento que de las resoluciones ha hecho el Observatorio NextGen de LLYC, de este importe comprometido se habrían adjudicado, por parte de la AGE (en convocatorias y licitaciones estatales), unos 76,41 millones de euros. El bajo nivel de adjudicación de las licitaciones de la AGE (menos del 15% de las licitaciones resueltas) parece responder a un cambio de criterio a la hora de realizar las inversiones en equipos de alta tecnología para el SNS, cuya gestión fue derivada mayoritariamente hacia las CC.AA., mientras que el Ministerio de Sanidad adquirió finalmente un volumen de equipamiento muy limitado (cabe recordar que el Estado solo gestiona directamente la Sanidad en Ceuta y Melilla, además de disponer de algunos centros sanitarios y de investigación propios).
En cuanto a la ejecución de los fondos transferidos a las comunidades autónomas, hay que señalar que no todas las CC.AA. han publicado los datos sobre ejecución de los fondos recibidos del PRTR, por lo que “no se puede establecer qué porcentaje de los fondos para Sanidad se ha adjudicado a nivel autonómico”, señala el informe.
En todo caso, y a falta de conocer si se han producido remanentes no adjudicados en los programas transferidos a las CC.AA., los fondos asignados al Ministerio de Sanidad del PRTR se pueden dar por comprometidos ya en su práctica totalidad, más aún cuando el volumen total de fondos del PRTR inicial ya está comprometido y lo que queda por comprometer corresponde a los PERTE, según las previsiones de la Adenda.
Europa
Según explica el informe, de cara al nuevo mandato en la UE, el Consejo Europeo ha reafirmado su intención de fortalecer la cooperación sanitaria y mejorar el acceso a medicamentos, mientras la Comisión busca un sector más resiliente y menos dependiente. “Se espera menos actividad legislativa que en la legislatura anterior, pero con importantes propuestas”. En ellas, el informe destaca la Ley de Medicamentos Críticos para reducir la dependencia en la producción farmacéutica, y la ‘European Biotech Act’ para impulsar la biotecnología. Además, asegurán, “habrá un enfoque en la ciberseguridad del sector sanitario, la regulación del uso de IA, y posibles iniciativas en salud mental, enfermedades degenerativas y autismo”.
"El sistema sanitario tiene muchos retos urgentes, con poco margen de error, especialmente en lo referente a cronicidad y sostenibilidad del propio sistema. Hay una hoja de ruta clara tanto en España como en Europa para abordarlos, pero necesitamos reducir la incertidumbre y trabajar en alcanzar consensos amplios, que incluyan tanto al sector público como privado, para mantener el liderazgo de nuestro sistema sanitario”, asegura Carlos Parry, Director Senior de Asuntos Públicos Healthcare de LLYC.
España
En el plano nacional, el informe destaca que la sanidad española debe hacer frente a cuatro retos: El abordaje de la cronicidad, armonizar la entrada de la innovación en salud; el retraso en la incorporación de nuevos fármacos y la amenaza de la sostenibilidad del propio sistema sanitario por el envejecimiento y la situación de sus profesionales.
“Afrontar estos retos requiere de reformas amplias y estructurales. Entre ellas, reforzar la atención primaria dotándola de mayores recursos, para que sea el eje central en la gestión de la cronicidad, aliviando la presión hospitalaria. Además, es necesario modernizar y optimizar el sistema hospitalario, ampliando los recursos sociosanitarios para mejorar la atención de pacientes crónicos y mayores, lo que permitiría reducir costos y mejorar la coordinación. También es clave impulsar la adopción de nuevas tecnologías y el acceso a la innovación para mejorar la eficiencia y sostenibilidad del sistema”.
La respuesta a estos retos viene marcada, según el informe, por “la apuesta por la innovación y la ampliación de recursos, adaptándose a las necesidades reales de la población”.
