El envejecimiento de la población, la concurrencia de varias enfermedades crónicas en un mismo paciente y el consumo de recursos que conlleva constituye un problema sanitario de gran magnitud en nuestra sociedad. Por ello la formación, actualización y motivación de los internistas en la identificación, diagnóstico, tratamiento y atención a los pacientes crónicos es un hito de especial relevancia para el sostenimiento del Sistema de Salud.
La conciliación de la medicación es uno de los grandes retos que tienen por delante los profesionales sanitarios en el manejo de los pacientes crónicos complejos, que se caracterizan por presentar de forma simultánea varias enfermedades crónicas. Así se ha manifestado en la III Reunión de Pacientes Crónicos Complejos que la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), con la colaboración de Boehringer Ingelheim, celebra en Segovia, y a la que asisten cerca de 100 internistas de toda España.
Tal y como afirma la secretaria general de la SEMI, la doctora Montserrat García Cors, “es de vital interés realizar una buena transición terapéutica, ya que en muchos casos se producen discrepancias entre los tratamientos que el paciente toma antes del ingreso hospitalario y los que se realizan al alta del mismo”. De hecho, un 12% de estos pacientes experimentan efectos adversos en las dos semanas posteriores al alta hospitalaria, en muchos casos debido a duplicidades o interacciones que se producen entre el tratamiento crónico y el hospitalario.
Por tanto, el papel del médico es esencial para la valoración de la medicación del paciente crónico complejo, su posible prescindibilidad y las posibles interacciones farmacológicas que conlleva, ya que “algunos de estos pacientes siguen controles y tratamientos prescritos por varios especialistas, siguiendo las guías de cada una de las enfermedades y pueden llegar a tener prescritos hasta 15- 20 fármacos”, indica la doctora. Por ello, “es fundamental valorar la necesidad, la prescindibilidad y las interacciones farmacológicas de cada uno de ellos”.
Con el fin de detectar la prescripción inadecuada se crearon los criterios de Beers, más usados en Estados Unidos, y los criterios STOPP/START (Screening Tool of Older Person’s Prescriptions/ Screening Tool to Alert doctors to Right Treatment) que “han demostrado mayor sensibilidad en nuestro entorno por adaptarse mejor a la prescripción y es fundamental tenerlos en cuenta a la hora de prescribir la medicación”. Por su parte, la utilización de la historia clínica electrónica única es esencial para un mejor manejo del paciente, ya que mejora la seguridad y permite una mayor proactividad en el propio sistema.
Paciente experto
El fomento del autocuidado es otra de las áreas en las que se está haciendo especial hincapié para que los propios pacientes tengan un mayor conocimiento de las patologías que padecen, a través de programas de “paciente experto”, donde se da formación tanto a éstos como a los cuidadores.
El objetivo de estos programas es formar al paciente explicando la necesidad e importancia de seguir el tratamiento que le ha sido prescrito por su médico. Pero, no solo el paciente debe tomar conciencia sino que, como indica la doctora “familia, comunidad, organizaciones de pacientes y profesionales sanitarios deben tener conocimiento de ello, ya que solo así se podrá conseguir una mejora en la adherencia terapéutica, lo que a su vez aumenta también la seguridad de los pacientes”.
Importancia de la Medicina Interna
En la reunión se debaten las principales novedades relacionadas sobre EPOC, diabetes, riesgo vascular y anticoagulación, que son las enfermedades crónicas más prevalentes y las que causan mayor morbimortalidad en los pacientes crónicos complejos. En este encuentro de carácter interactivo se analizan también los nuevos fármacos disponibles para estos pacientes, así como varios casos clínicos frecuentes en la práctica clínica diaria de la Medicina Interna.
En este sentido, tal y como afirma el responsable operativo del Programa de Prevención y Atención a la Cronicidad del Departamento de Salud de Cataluña, el doctor Carles Blay, “la Medicina Interna ocupa un lugar central en la adaptación de los recursos asistenciales para atender mejor a este perfil de pacientes”. Por ello, y en palabras del experto “la adecuada atención a estos pacientes crónicos complejos solo puede garantizarse bajo un prisma de integración sanitaria y social”.
Estas palabras son ratificadas por el vicepresidente de la SEMI, el doctor Ricardo Gómez Huelgas, que expone que “es esencial que estos pacientes tengan una atención adecuada, la cual requiere de una reorganización del Sistema Sanitario que potencie la visión de la Atención Primaria y de la Medicina Interna y que refuerce la enfermería comunitaria para garantizar la continuidad de los cuidados que necesiten”.
Diabetes en estos pacientes
La diabetes es una de las patologías que sirven como ejemplo para ilustrar las enfermedades crónicas no transmisibles. Su importancia actual reside en que, debido a su elevada prevalencia, se ha convertido en un fenómeno pandémico. Así, más de un tercio de los españoles mayores de 70 años presenta diabetes y las cifras indican que se duplicará en las próximas décadas.
Esta enfermedad no sólo se asocia a complicaciones específicas como la retinopatía o la neuropatía, sino que también incrementa el riesgo de padecer otras como las cardiovasculares o diversos tipos de cáncer. También se relaciona con mayor incidencia de infecciones, apnea del sueño, enfermedades hepáticas, depresión y demencia, además de predisponer al aumento de caídas y de pérdida de autonomía en personas mayores.
Por todo ello, en los pacientes crónicos complejos, y tal y como explica el doctor Ricardo Gómez “se deben tener en cuenta múltiples factores para planificar el tratamiento antidiabético, como la edad del paciente, su expectativa de vida, estado nutricional y afectivo, comorbilidades, etc.”. Por ello, se recomienda realizar una valoración integral bio-psico-social para individualizar el plan terapéutico.