La falta de adherencia a los tratamientos es una cuestión que compromete los resultados terapéuticos en los pacientes. Por ese motivo, tiene importantes repercusiones desde el punto de vista sanitario y económico y es la razón principal por la que Farmaindustria se volcó en el impulso de un “Plan de Adherencia al Tratamiento” desarrollado de forma colaborativa con todos los profesionales implicados en el ámbito sanitario. Este plan ha protagonizado el XVI Encuentro de la industria farmacéutica española: ‘La adherencia a los tratamientos medicamentosos’ que ha tenido lugar en los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander.
De este modo presentó Antoni Esteve, presidente de Farmaindustria, las líneas generales de este plan que será presentado a las autoridades sanitarias en las próximas semanas. Según Esteve, se trata de un proyecto “tan potente, tan único, que nos abre la oportunidad de demostrar que el SNS es vanguardista y es capaz de marcar una pauta en otros países, exportar la experiencia y hacernos referentes”.
El problema de la adherencia lleva mucho tiempo encima de la mesa, pero las iniciativas para atajarlo han sido escasas y poco coordinadas. Por ese motivo, Esteve ha señalado que era necesario acometerlo "desde abajo" y de forma "colaborativa" aunando los esfuerzos de todo los que participan en el sistema sanitario con el objetivo de llevar a buen puerto "una actividad de alto impacto, con el paciente como benefactor". Además, al presidente de Farmaindustria no se le escapa que más allá del ámbito sanitario "también haremos un favor al Estado con los ahorros que se podrán generar". Unos ahorros que el presidente de Farmaindustria espera que "se reviertan en inversiones en el sistema sanitario".
"Ha habido un trabajo duro, más de 18 meses, con debates intensos por las diferencias que existían entre los miembros, y se han resuelto al entender que más allá de las creencias es importante poner el foco en la oportunidad de cambiar enfocándose en el paciente". Esta es una de las claves del éxito del Plan. Por ese motivo, Esteve considera que ese espíritu colaborativo entre los agentes del sector "aunando esfuerzos va a marcar un antes y un después" en la forma de afrontar los retos del sector. En este sentido, cabe destacar que han participado en el plan, además de la industria farmacéutica innovadora, más de 20 sociedades científicas, expertos y organizaciones profesionales, así como una importante representación del tejido asociativo de pacientes.
Tal y como puso de manifiesto el presidente de la patronal, hasta el 50% de las prescripciones médicas no están bien seguidas por los pacientes. Esa cuestión, supone que en un entorno en el que el pago por resultados se va generalizando, la pérdida de efectividad de los tratamientos por una baja adherencia también supondría un problema económico para la industria. Yo no solo eso, también se compromete "el prestigio de nuestros medicamentos", señaló.
En este sentido, indicó que la industria se equivocaría si pensara que su labor se limita a investigar y desarrollar fármacos. "Podríamos lograr los mejores medicamentos y nada conseguiríamos si no llegan a los pacientes que los necesitan y se toman de la manera adecuada", recordó.
¿Quien pagará el Plan?
Más allá de los ahorros que se conseguirán a medio y largo plazo con el incremento de la adherencia a los tratamientos, Farmaindustria considera necesario que la administración se implique en la financiación de su puesta en marcha y, por ese motivo, ha lanzado ya una propuesta: Utilizar las aportaciones de la industria establecidas a través de la disposición adicional sexta de la Ley de Garantías, que establece que esos fondos, que alcanzan el 2% de la facturación al SNS por las compañías, se puede dedicar a "programas de educación sanitaria de la población para favorecer el uso racional de los medicamentos".