Un grupo de expertos ha elaborado, con el apoyo de AstraZeneca, un informe con el título 'Financiación de la innovación sanitaria orientada a resultados: ¿es posible en nuestro Sistema Nacional de Salud?' (ver documento), que tiene como objetivo ofrecer las bases para la adopción de un esquema de estas características que sirva para conseguir el deseado equilibrio entre sostenibilidad e innovación en el sistema sanitario español.
El documento, en el que han trabajado Álvaro Hidalgo, de la Universidad de Castilla-La Mancha; Félix Lobo, de la Universidad Carlos III de Madrid; Juan Oliva, de la Universidad de Castilla-La Mancha; Alberto Rubio, de AstraZeneca, el abogado Julio Sánchez y Lluis Segú, de Oblikue Consulting SL, incluye un repaso por las diferentes barreras que existen actualmente en la adopción de un modelo de financiación de la innovación basado en resultados, describe experiencias de otros países, como Suecia, Reino Unido, Francia o Italia, y también nacionales, como la de Cataluña, y termina haciendo una serie de recomendaciones para que los gestores del SNS avancen en este sentido.
Destaca, dentro de las recomendaciones, la de disponer de una metodología y criterios explícitos y transparentes de evaluación y priorización de la innovación en las decisiones de precio y actualización (inversión y desinversión), para lo que proponen el desarrollo de una agencia asesora independiente para el SNS que asuma el rol de la evaluación, priorización y recomendación sobre la financiación de prestaciones, lo cual, opinan, podría mejorar la credibilidad y la transparencia.
También consideran oportuno el desarrollo de criterios homogéneos que permitan la toma de decisiones de aplicación de modelos de financiación vinculados a resultados por parte de los diferentes decisores y pagadores que forman parte del SNS, de forma que además se pueda evaluar y hacer seguimiento de la innovación incorporada.
Otro de los aspectos que podría aportar valor, dicen, es la elaboración de un documento consensuado por expertos que defina los lineamientos de la gobernanza del sistema, para trasladarlo después al ámbito político. En este mismo nivel incluyen el desarrollo de una propuesta de adecuación del actual modelo presupuestario, considerado como una barrera, a la necesidad percibida de crear ese marco de financiación basada en resultados.
Adecuación de los modelos de compra
Lo mismo tendría que ocurrir con los modelos de compra actuales, aunque en ese caso bastaría, opinan, con la transposición de las últimas directivas europeas en materia de contratación. La idea es que los contratos puedan quedar vinculados a los resultados obtenidos y, en este sentido, también abogan por modelos de compra integrada, que incentiven la coordinación asistencial, que es vista como otra necesidad para optimizar estos esquemas.
En este mismo plano, consideran ineludible alinear los objetivos de los profesionales del SNS con los del propio sistema sanitario, para lo cual sería deseable, opinan, la definición de responsabilidades de los diferentes agentes en la consecución de las aspiraciones generales, así como definir acciones sujetas a unos resultados esperados, dotándolas de los recursos adecuados.
Destacan la necesidad de desarrollar sistemas que garanticen la generación, acceso y uso de la información sobre resultados, de modo que pueda incorporarse a los procesos de gestión y evaluación. El acceso, recuerdan, deberá adecuarse al marco jurídico que obliga a una utilización responsable de los datos, aunque también proponen adaptar ese marco a las necesidades de gestión.
También recomiendan la generación de una cultura de la rendición de cuentas y transparencia en el seno del SNS, así como el fomento de una visión estratégica compartida por todos los agentes implicados; apuntan la necesidad de implicar a los profesionales en todo este proceso de transformación, acompañando esa mayor participación en la definición de objetivos con un sistema de incentivos vinculado a resultados, y llaman a profesionalizar y despolitizar la gestión.