Los países que obtienen mejores resultados de penetración y uso de los medicamentos son los que impulsan su uso mediante la confianza de los clínicos y el convencimiento de que su utilización es positiva. Por ese motivo, iniciativas como los consensos y, muy especialmente el ‘gain sharing’ son vistas a nivel europeo con buenos ojos para ganar penetración con los biosimilares.
Así se expuso recientemente en una reunión auspiciada por la Comisión Europea y la Agencia Europea de Medicamentos en la que diferentes expertos de distintos países compartieron sus experiencias en relación al uso e impulso de los biosimilares en la práctica clínica habitual, tal y como ha explicado a Diariofarma Alicia Gil, socia de Omakase Consulting, presente en la reunión.
Esta experta, que posee amplia experiencia en el ámbito de los medicamentos biológicos por su trayectoria en compañías como Amgen, ha explicado a Diariofarma que una de las coincidencias más relevantes entre todos los asistentes es que el abordaje debe ser individualizado, personalizado a las características del país. No obstante, siempre debe “basarse en una aproximación multistakeholder”, que sea una toma de decisión “con una actitud positiva” y, sobre todo, que se base en una “visión compartida” de todos los stakeholders. Una vez que se tiene esto, hay que avanzar hacia fórmulas de gain sharing, “crear situaciones win-win para todos los usuarios de los biosimilares”.
Un esfuerzo para el profesional
Gil puso de manifiesto que en las intervenciones se resaltó que el cambio de un medicamento original a un biosimilar requiere de un esfuerzo por parte de los profesionales que tienen que trasladar la situación y convencer al paciente. Por tanto, ese esfuerzo “debe recompensarse” en el profesional de modo que se vea beneficiado por su decisión y su interés. Esta recompensa no tiene por qué ser monetaria ni tampoco personal, puede ser un beneficio para su servicio.
La socia de Omakase explicó que los profesionales no ven suficiente incentivo en los ahorros que la utilización de biosimilares puede suponer para el sistema sanitario puesto que esos fondos no tienen por qué revertir, al menos en parte, en el área en la que él desarrolla su trabajo.
En las distintas intervenciones se pudo ver claramente, según esta experta que la introducción de los biosimilares en los diferentes países se basa en el win-win, “la adopcion de acuerdos y no por imponer cuotas de penetración”. De este modo, para Gil es “importante” identificar o generar fórmulas para “una realocación de los ahorros generados, que sea transparente y que se vea que permite hacer hueco para la innovación que llega”.
A este respecto, la socia de Omakase recuerda que su consultora colaboró con el Servicio Catalán de Salud (CatSalut) en la elaboración del método de incentivos vinculado a la introducción de los biosimilares. Según Gil, se definieron una serie de indicadores y de lo que se trata es de “buscar fórmulas, para recompensar al que realiza ese esfuerzo se vea compensado, que no solamente sea el pagador, que repercuta al que lo realiza”.
Además de ello, para Gil es necesario estudiar “cómo damos espacio a los biosimilares” ya que si el original baja el precio al nivel del biosimilar, “este no tiene nada que ofrecer”. Por ello es necesario analizar cómo se “protege que el biosimilar, tenga ese hueco y el espacio suficiente y con el tiempo suficiente para poder introducirse”.
El caso de la oncología
Tal y como explicó esta experta, la reunión de la Comisión Europea dio protagonismo al papel que van a tener los biosimilares en oncología. De este modo, el presidente de la Sociedad Europea de Oncología Médica, Josep Tabernero, que moderó una mesa sobre biosimilares en oncología, aseguró que los biosimilares es un ámbito que interesa mucho a los oncólogos, especialmente cuando ven las innovaciones que vienen, a las que hay que hacer hueco.
El presidente de ESMO entró de lleno en algunos de los temas más polémicos de la autorización de biosimilares, como es el caso de la extrapolación de indicaciones. A este respecto, tal y como ha explicado Gil, Tabernero indicó que los oncólogos llevan muchos años extrapolando indicaciones entre fármacos por lo que no es algo que les preocupe. Además, por las características de las patologías que tratan, explicó que los oncólogos no quieren ensayos largos que retrasen la posibilidad de que un paciente pueda beneficiarse de un tratamiento.
Gil también dio valor al modelo que han puesto en marcha en países como Bélgica, donde alcanzaron un acuerdo entre Ministerio, pacientes, sociedades científicas, hospitales e industria, y esto ha sido “crítico para llegar a ese consenso, a que todos entiendan lo mismo y que todo lo mundo compre”. De nuevo, la fórmula adecuada “no es la imposición sino la cocreación de la formula específica para que funcione”.
Por todo ello, y a la vista de las experiencias vistas en la reunión, Gil considera que no es necesario que nuestro país “invente nada”. Para ella, sería importante que nos fijáramos más en lo que están haciendo en otros países y que la Agencia Española de Medicamentos (Aemps) y el Ministerio de Sanidad se “apoyaran más en la EMA y la Comisión Europea” y en el conocimiento que se está generando en otros países.