La Federación Española de Asociaciones de Anticoagulados (Feasan) ha emitido un comunicado, con motivo del Día Nacional del Paciente Anticoagulado, que se celebra el próximo 18 de noviembre, para realizar algunas reivindicaciones en relación con el acceso a los tratamientos farmacológicos.
Apelan, para ello, a la Ley 26/2003 de Cohesión y Calidad del SNS, que establece, recuerdan, "el marco legal para garantizar la equidad, la calidad y la participación social en el SNS para reducir las desigualdades en salud".
Denuncian, en este sentido, que los derechos de los pacientes se están viendo vulnerados cuando "la financiación pública de los anticoagulantes de Acción Directa (ACOD) no está cubierta para los pacientes que han sufrido una trombosis venosa profunda o una embolia pulmonar, aunque han demostrado su eficacia y seguridad para esa indicación".
"La única alternativa son los anticoagulantes Antivitamina K (AVK) y, si no funcionan, no existe alternativa que no sea que el paciente lo pague de su bolsillo", explican, y proponen "la financiación de los ACOD para los pacientes con enfermedad tromboembólica venosa".
Se quejan también de que el acceso a los anticoagulantes de acción directa siga "sujeto a un visado de inspección que con más o menos restricciones según la CCAA". Citan a Asturias, La Rioja, Castilla-La Mancha y Canarias como comunidades en las que el médico de familia no puede visarlo. La propuesta, en este sentido, pasa por "eliminar el visado de inspección para garantizar el acceso igualitario".
Denuncian, asimismo, que el sistema de autocontrol con coagulómetros portátiles para anticoagulados con AVK no lo cubre la Cartera de Servicios del SNS, "pese a disponer de la suficiente evidencia de seguridad y coste-eficacia y aumentar la autonomía del paciente". Por eso, más allá de la iniciativa particular de algunas CCAA, lo que reclaman es que se incorpore a la Cartera de Servicios Básicos del SNS.
También solicitan "potenciar la formación continuada de profesionales sanitarios y facilitar la prescripción de los ACOD para los pacientes candidatos", ante las deficiencias en materia de seguridad que ofrece el control del INR vinculado a los AVK, e "impulsar un protocolo de información unificado a implementar al inicio del tratamiento, con recordatorios cada tres meses, para respetar el derecho del paciente a estar informado sobre su salud y sobre las opciones terapéuticas disponibles".