Los representantes de los distintos grupos parlamentarios en el Grupo de Trabajo de Sanidad y Salud Pública de la Comisión de Reconstrucción Económica y Social votaron en la tarde del jueves 25 de junio los distintos documentos de conclusiones elaborados, una votación que se saldó con la elección del texto presentado conjuntamente por el Grupo Socialista y el Grupo Confederal Unidas Podemos-En Comú Podemo-Galicia en Común.
En total, recibió 155 votos a favor, 19 votos en contra y 107 abstenciones, entre las que se contaron las del Grupo Popular, lo que podría entenderse como un gesto de buena disposición a negociar por el grupo de diputadas que lidera Ana Pastor, y las del Grupo Ciudadanos, que ya ha mostrado en diversas ocasiones en las últimas semanas su opción por sumar apoyos a las propuestas del Gobierno de coalición, siempre con sus matices.
Aunque no resultaron elegidos, los documentos de PP y Ciudadanos fueron los únicos, junto al de PSOE y UP, que lograron más apoyos que votos en contra. El primero de ellos (ver información sobre el documento de conclusiones del PP) recibió 99 favorables (contando los propios, los de Cs y el de Coalición Canaria), 19 en contra y 163, entre las que se contaron también las de PSOE y UP, que parecían querer mostrar, de esta forma, su predisposición a llegar a ese acuerdo de mínimos. Lo mismo hicieron con el texto de Cs, que recibió 98 a favor, 19 en contra y 164 abstenciones.
A partir de la aprobación de este documento base, los distintos grupos tendrán que trabajar ahora en la elaboración de las enmiendas. El plazo para presentarlas finaliza el próximo lunes 29 a las 15.00, por lo que los diputados tendrán trabajo este fin de semana. Las enmiendas presentadas se debatirán el próximo miércoles 1 de julio, a las 11.30, fecha en la que deberían quedar aprobadas ya las conclusiones.
Elementos para el acuerdo y el desacuerdo
Comparando los textos presentados por PSOE-UP y PP, se pueden encontrar muchos elementos de coincidencia y también algunos de discrepancia. Algunas de las discrepancias son de calado, por lo que la solución podría ser, como ya se plantean algunos analistas políticos en relación con la Reconstrucción, alcanzar un acuerdo de mínimos.
Aspectos en los que coinciden ambos documentos son la necesidad de dotarse lo antes posible de una reserva estratégica de material sanitario para dar respuesta a Covid-19 y a otras posibles pandemias. También hay coincidencias reseñables en lo que tiene que ver con el refuerzo de las estructuras de Atención Primaria, incluyendo el fomento de la telemedicina, y de Salud Pública (especialmente para la vigilancia epidemiológica, aunque no solo), así como en el reconocimiento a los profesionales, con fórmulas, eso sí, que pueden distar entre unos y otros.
También hay acuerdo en la revisión del modelo de financiación para garantizar la prestación de unos servicios sanitarios adecuados, incluyendo una mayor dotación del Fondo de Cohesión, por ejemplo. El Grupo Popular se ha sumado además a la reivindicación de elevar el porcentaje de PIB que se dedica actualmente a Sanidad, un punto ya incluido en sus programas por los dos partidos del Gobierno de coalición, que lo han vuelto a incorporar en sus conclusiones, y que permite albergar esperanzas sobre un posible encuentro. Ambos documentos hacen referencia, también, a la necesidad de reforzar la labor de coordinación del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, aunque los grados de descentralización por lo que abogan unos y otros pueden presentar matices.
En lo que se refiere a la prestación farmacéutica, hay una coincidencia principal en lo que se refiere a la necesidad de impulsar una evaluación exhaustiva de los medicamentos que se incluyen en la prestación. En el documento de PSOE y UP, no obstante, hay referencias explícitas a la necesidad de transparentar costes por parte de la industria y evitar precios abusivos y a la necesidad de poner coto a la financiación, por parte de éstas, de la formación sobre innovación terapéutica a los profesionales sanitarios, asuntos que no entra a valorar el PP. No obstante, tanto unos como otros confieren valor a la labor de los laboratorios y apuestan por una mayor presencia de éstos en España. La coincidencia en que sería positivo reducir la dependencia exterior con respecto a los suministros de productos esenciales y críticos existe.
También hay una cierta congruencia en lo que respecta a la farmacia, aunque con matices. Mientras el documento de PSOE y UP incluye una referencia explícita al fomento de la actividad asistencial de estos establecimientos en coordinación con las estructuras de Atención Primaria, en el documento del PP se llama directamente a considerarlos como la verdadera farmacia de Atención Primaria. Además, los populares recogen reivindicaciones del sector como es su participación en la atención domiciliaria.
Por último, cabe mencionar un aspecto que ha representado y sigue representando una diferencia clara entre ambas partes. Tiene que ver con el modelo de gestión. En el documento de los partidos del Gobierno de coalición, la defensa del modelo de gestión directa es patente. El PP, en cambio, hace referencia a una actualización del sistema actual dinamizando la participación del sistema privado como apoyo al público. Puede deducirse de ese planteamiento una apuesta por las concesiones y las concertaciones de servicios, que, aunque en la práctica tienen lugar en comunidades autónomas gobernadas históricamente por el PSOE, no parecen muy del agrado del Gobierno de coalición.