Las vacunas son la solución a corto y largo plazo para poder garantizar el Estado de Bienestar. Salvo la potabilización del agua, ninguna otra medida de salud pública ha contribuido a disminuir más la mortalidad y morbilidad en la especie humana como las vacunas.
La celebración desde hoy de la Semana Mundial de la Inmunización, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha vinculado este año especialmente a la pandemia bajo el lema Las vacunas nos acercan, quiere mostrar cómo la vacunación nos conecta con las personas, los objetivos y los momentos que más nos importan, ayudando a mejorar la salud de todos, en todas partes y a lo largo de la vida.
Tal y como recuerda Farmaindustria, las vacunas son consideradas una de las intervenciones de salud pública más coste-efectivas y una de las armas más poderosas para los sistemas sanitarios, gracias a los resultados en salud que aportan y a que sus beneficios normalmente superan con creces a sus costes. Su positiva repercusión en la sociedad puede medirse tanto en términos de mortalidad evitada como en ahorros en costes sanitarios, ganancias de productividad laboral y otros factores externos positivos generados a corto y largo plazo.
Las vacunas infantiles evitan cada año más de 3 millones de muertes en todo el mundo -60 muertes por hora-, así como epidemias e importantes secuelas sobre la salud. Actualmente existen más de 40 vacunas para la prevención de 25 enfermedades evitables y hay cientos de vacunas en fase de investigación, la mitad de ellas enfocadas a la prevención de enfermedades infecciosas o del cáncer. Al margen de las vacunas contra la covid-19, y según los datos de la patronal de industria innovadora en Estados Unidos, Phrma, son más de 250 las vacunas en desarrollo: 125 para enfermedades infecciosas, 108 para cáncer, 14 para alergias, 3 para enfermedades autoinmunes y 2 para Alzheimer.
En los últimos años se está trabajado para conseguir un aumento de las coberturas vacunales y cambios y ampliaciones de pautas, lo que ha permitido un mayor control de las enfermedades. De hecho, se estima que ampliaciones en la cobertura vacunal podrían evitar otros 1,5 millones de muertes anuales.
El valor social de las vacunas
Los resultados en salud son incontestables, pero también lo es su valor socio-económico, como demuestra el análisis de la literatura científica más reciente que ha hecho la Fundación Weber -especializada en Economía de la Salud- en el informe El valor del medicamento desde una perspectiva social 2021. Sus ratios de coste-efectividad son unos de los más elevados en el terreno de los tratamientos y son el mejor ejemplo de que destinar recursos a los nuevos medicamentos no es un gasto, sino una inversión que retorna al sistema público en forma de ahorros directos e indirectos.
Sólo en España se estima que por cada euro invertido en vacunación infantil se ahorran 22 euros en gastos directos e indirectos. Así, el ahorro generado por los 94 millones invertidos en vacunación por el Sistema Nacional de Salud en 2016 se estima en 2.068 millones de euros, como recoge el citado informe.
Las cifras son similares en otros países como Estados Unidos, en el que, por cada dólar invertido en un programa de vacunación infantil contra la difteria, se ahorran a largo plazo un total de 27 dólares, de los cuales 9 dólares son ahorros en costes sanitarios directos para el sistema.
Igualmente, se estima que la vacunación contra 10 enfermedades en 73 países de ingresos bajos y medios realizada en el periodo comprendido entre 2001 y 2020 evitará 20 millones de muertes y ahorrará 350.000 millones de euros en costes de las enfermedades, lo que representa un valor social y económico de 820.000 millones de euros, como resultado de una mayor esperanza y calidad de vida.