Diversos expertos recomiendan durante un encuentro de la Sociedad Española de Reumatología (SER), que los afectados por artritis reumatoide (AR), “se vacunen cuanto antes y con la que sea; la peor vacuna es mejor que una no vacuna”.
Estas valoraciones se han recogido en el encuentro ‘Lo Mejor del Año en AR’, organizado por esta sociedad científica, con la colaboración de Lilly. En la reunión los expertos han hablado sobre cómo la pandemia por covid-19 ha afectado a los pacientes con artritis reumatoide. También han abordado las evidencias que existen en su manejo terapéutico en esta situación y las recomendaciones sobre la vacunación. “Afortunadamente, tenemos bastante conocimiento sobre cómo afecta la covid-19 a los pacientes con artritis reumatoide (AR), ya que han sido muchos los pacientes infectados en todo el mundo. Conocemos cómo se comportan en general, los riesgos de los tratamientos, los desenlaces más frecuentes, etc.”, ha señalado Alejandro Balsa, reumatólogo del Hospital Universitario La Paz (Madrid).
En ese sentido, diversos expertos han recordado que el último año ha estado marcado por la pandemia, que ha ido generando incertidumbre sobre distintos temas conforme se avanzaba en el calendario.
Primero, recuerdan, llegaron las dudas sobre el riesgo de contagio y la probabilidad de enfermar de forma severa o más leve, al tiempo que aparecían preguntas sobre los tratamientos que podían resultar útiles... y así, hasta llegar a las últimas incertidumbres generadas con la llegada de la vacunación.
Balsa ha indicado también que “debido a que la covid-19 es una enfermedad infecciosa, al principio las preocupaciones más grandes de los pacientes con AR fueron por el miedo al contagio y eso provocó que muchos de ellos dejaran su medicación, sobre todo la biológica por el miedo a la inmunodepresión, luego a medida que se conocía más esos miedos se fueron reduciendo”.
De esta manera, este especialista insiste en que los pacientes no deberían tomar decisiones unilaterales sobre el desistimiento de la toma de su medicación por miedo, sino que, deberían ponerse en contacto con su reumatólogo y compartir sus incertidumbres, puesto que el abandono de la medicación puede resultar peligroso para la evolución de la AR.
Ante las dudas que puedan tener los pacientes con AR en cuando a la vacunación para la covid-19, la Sociedad Española de Reumatología insiste en que se recomienda vacunar frente al SARS-CoV-2 a todos los pacientes con enfermedades reumáticas, incluso aquellos que reciben terapias inmunosupresoras. En este sentido, la recomendación del Dr. Balsa es categórica: “que se vacunen cuanto antes y con la que sea. La peor vacuna es mejor que una no vacuna”.
La vacunación con la modalidad que ha desarrollado la compañía AstraZeneca es la que más incertidumbre genera a los pacientes con AR. Sin embargo, los expertos insisten en que desde el punto de vista de una posible menor eficacia de la misma en pacientes inmunodeprimidos, cabe resaltar que, en cualquier caso, sería preferible frente a la no vacunación. Por tanto, la opción de recibir esta vacuna es adecuada y el riesgo de posibles efectos adversos es muy inferior al de desarrollar covid-19 grave, por lo que los expertos sí recomienda la vacunación con AstraZeneca, salvo en algunas posibles situaciones muy específicas como historia de trombopenia por heparina.
En esta nueva edición del curso “Lo Mejor del Año en AR 2021”, organizado por la SER con la colaboración de Lilly, se han abordado los temas más relevantes del último año sobre artritis reumatoide, destacándose aquellos relacionados con la pandemia por covid-19. Aunque también ha habido espacio para otros asuntos, ya que tal y como explica Natalia Mena, coordinadora de este encuentro y reumatóloga en el Hospital Regional Universitario de Málaga, “la pandemia por covid-19 ha podido suponer un obstáculo para el desarrollo de proyectos de investigación que se encontraban en marcha. Pero, también puede verse como una oportunidad para investigar sobre esta nueva enfermedad y conocer cómo afecta a los pacientes con artritis reumatoide y a los pacientes que se encuentran en tratamiento con terapia biológica”.
Por su parte, César Díaz, también coordinador del curso y reumatólogo en el Hospital de la Santa Creu y Sant Pau (Barcelona), ha recordado que “en los últimos años ha habido un avance importante en la investigación en cuanto a la búsqueda de nuevos biomarcadores para el diagnóstico precoz de artritis reumatoide y marcadores pronósticos. Al igual que se ha investigado en relación a ciertas comorbilidades de la artritis reumatoide como la afectación pulmonar intersticial, donde cada vez contamos con más evidencia en el uso de fármacos modificadores de la enfermedad en esta afectación y predictores de mal pronóstico”.
En relación con esto, Mena ha apuntado que “en los últimos años se encuentran en desarrollo nuevas moléculas para el tratamiento de la artritis reumatoide, destacando el papel de las pequeñas moléculas”. Por lo que el panorama terapéutico para los pacientes con esta patología se presenta “esperanzador y con la llegada de nuevos tratamientos a la vista”.
Otro aspecto importante que ha quedado reflejado durante el curso “Lo Mejor del Año en AR 2021” es la presencia de los PROs (patient reported outcome, por sus siglas en inglés) que permiten incorporar la perspectiva del paciente en el análisis de la evolución de la enfermedad, permitiendo hacer una medicina eficiente y centrada en el paciente. En este sentido, las personas que padecen artritis reumatoide señalan el dolor, la fatiga y la discapacidad funcional, como los problemas que más afectan a su vida diaria. El sueño, la independencia, el bienestar emocional o sentirse una carga para los demás, también están entre los aspectos que más preocupan a los pacientes y que gracias a estas herramientas de medición, son tenidas en cuenta por los reumatólogos a la hora de valorar la enfermedad, además de los resultados de las pruebas médicas tradicionales (analíticas, radiológicas, serológicas, etc.)