Terapéutica

Los farmacéuticos de Barcelona profundizan conocimientos sobre las vacunas contra el covid-19

El pasado 8 de febrero más de 660 farmacéuticos de la provincia de Barcelona siguieron de manera virtual la tertulia de actualidad ‘Vacunas COVID-19: qué, quién, cómo’.

El pasado 8 de febrero más de 660 farmacéuticos de la provincia de Barcelona siguieron de manera virtual la tertulia de actualidad ‘Vacunas covid-19: qué, quién, cómo’.

La reunión, con el patrocinio de Stada contó  con las intervenciones de la Magda Campins, jefa del Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Vall d’Hebron, y Daniel Prieto-Alhambra, catedrático de Farmacoepidemiología de la Universidad de Oxford. Más allá de sus exposiciones, ambos ponentes respondieron a las cuestiones planteadas por los farmacéuticos, dando lugar en una conferencia participativa e interactiva.

Durante la introducción, Aina Surroca, secretaria del COFB y responsable de la Comisión delegada de Formación Continuada, destacó que “hace prácticamente un año que tenemos la Covid-19 entre nosotros, y se ha investigado a una velocidad récord para desarrollar una vacuna”, por este motivo la conferencia tenía como objetivo “aportar rigor científico” en relación con  esta cuestión. Es esencial que los farmacéuticos, como profesionales sanitarios más próximos y accesibles a los ciudadanos, dispongan de toda la información actualizada sobre vacunas, especialmente, en una cuestión de tanta actualidad como el covid-19 y que genera muchas consultas en las oficinas de farmacia.

Durante su intervención, Prieto-Alhambra expuso que “la covid-19 ha sido un sprint forzado, que nadie tenía planeado para 2020 ni mucho menos para 2021. Pero, desgraciadamente, nos hemos dado cuenta de que este sprint se ha convertido en una carrera de fondo. Se trata de una enfermedad nueva, que se parece a algunas enfermedades que ya conocíamos, pero nadie se imaginaba vivir una situación como esta”.

Es experto también resaltó que ya en el mes de marzo de 2020, a través de los datos que se iban recopilando, se publicó que los hombres sufrían la covid-19 con más severidad que las mujeres, que las personas más mayores tenían más riesgo de ingresar y de tener patología más severa, y también se vio muy claramente un patrón de más riesgo: personas con sobrepeso, obesidad y enfermedades asociadas como la diabetes. A pesar de que en un primer momento algunas voces de la comunidad científica pensaron que la situación se podría resolver en un periodo relativamente corto de tiempo, “el covid es actualmente una enfermedad que está endémica en muchos países del mundo, incluyendo el nuestro”, detalló el catedrático de Farmacoepidemiologia de la Universi! dad de Oxford.

En cuanto a las vacunas de la covid-19, que están en fase III completa, es decir, que ya han acabado el estudio o han reportado resultados, Prieto-Alhambra explicó que hay tres tipos. En primer lugar, las vacunas de mRNA (Pfizer/BioNTech y Moderna); en segundo lugar, las vacunas de adenovirus (Oxford/AstraZeneca, Johnson & Johnson y Sputnik V) y, finalmente, la vacuna de glicoproteína (NovaVax). De estas, las aprobadas por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) son 3: Pfizer/BioNTech, Moderna y Oxford/AstraZeneca. Las vacunas, en palabras del doctor, pueden evitar que el virus afecte a las personas o evitar la severidad de las infecciones.

Según explicó, en el caso de las vacunas de mRNA que tenemos -Pfizer/BioNTech y Moderna-, las dos necesitan dos dosis: en un espacio de 3 semanas la de Pfizer y 4 semanas la de Moderna. Sin embargo, “no tenemos ningún estudio bien hecho o de una medida suficiente para ver qué pasaría si las espaciáramos más en el tiempo”, añadió. En relación con la conservación, la vacuna de Pfizer/BioNTech se conserva a una temperatura de  -70°C y, la de Moderna, los viales se conservan congelados a una temperatura entre -25 °C y -15 °C y tienen una caducidad de 7 meses. Asimismo, la vacuna de Moderna sin abrir se puede almacenar refrigerada de 2°C a 8°C, protegida de la luz, durante un máximo de 30 días y, a temperatura ambiente, puede permanecer entre 15°C y 20°C un máximo de 12 horas después de haberse extraído de la nevera.

Las vacunas de adenovirus son de una tecnología más conocida, tal como concretó Prieto-Alhambra. La vacuna de Oxford-AstraZeneca utiliza como plataforma el adenovirus de chimpancé no replicante que vehicula la proteína S. Esto significa que utiliza un virus debilitado, concretamente uno del resfriado común de los chimpancés, el cual está modificado genéticamente, puesto que contiene la información genética para producir algunas proteínas del virus de la covid-19 con el objetivo de crear inmunidad en el cuerpo donde se inyecta. Se conserva en nevera y la de Johnson & Johnson es una sola dosis, mientras que Oxford/AstraZeneca y Sputnik V son de dos dosis.

La vacuna NovaVax ha demostrado una eficacia parecida a las de mRNA, alrededor del 90%, y se ha testado en fase II-III contra nuevas variantes (británica y sudafricana), puesto que los ensayos clínicos que se completaron se hicieron en el Reino Unido y en Sudáfrica. “La vacuna mostraba muy buena eficacia con la variante británica y, en cambio, con la variante sudafricana demostraba un poco de reducción de efectividad”, expuso Prieto-Alhambra. Se puede guardar en nevera, lo que es una ventaja, y también requiere dos dosis, separadas en 3-4 semanas.

El trabajo hecho en fases preclínicas ha permitido avanzar rápidamente

Magda Campins empezó su intervención afirmando que “se ha avanzado muy rápido en el campo de las vacunas covid-19 porque en todas las fases preclínicas ya había mucho trabajo hecho. Tanto para el SARS-CoV-1 (año 2003) como para el MERS (año 2013), que son otros coronavirus que se han comportado de forma epidémica, ya se empezó a hacer mucha investigación para encontrar vacunas. Toda esta investigación hecha ha servido para avanzar la actual”.

En la misma línea que Prieto-Alhambra, Campins detalló que “se están utilizando diferentes tipos de tecnologías en las vacunas frente al SARS-CoV-2”. En cuanto a los efectos secundarios, destacó que en el caso de la vacuna de Pfizer/BioNTech, “no se han visto efectos secundarios importantes”. Dolor en el lugar de la inyección es la reacción más frecuente entre el 70% y el 80% de los vacunados, pero otras reacciones locales, como enrojecimiento o inflamación, son muy poco frecuentes. En el caso de la vacuna de Moderna, Campins expuso que se daba una situación similar.

Campins, investigadora principal del ensayo clínico en fase III de la vacuna Janssen (Johnson & Johnson) hecho en Vall d’Hebron, finalizó su intervención dando más detalles sobre esta vacuna, que está previsto que se autorice dentro de un mes aproximadamente. La doctora destacó que hay estudios en fase III que dan como resultados un 66% de eficacia para prevenir formas moderadas y graves de la enfermedad, y un 85% de eficacia para evitar hospitalizaciones y muertes (es decir, las formas más severas de la enfermedad). En cuanto a la variante sudafricana, como una parte del estudio de Janssen (Johnson & Johnson) se ha hecho en Sudáfrica (donde circulaba la citada variante), se ha podido demostrar que la vacuna es efectiva en un 57% en el caso de esta cepa.

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