La Agencia Española de Medicamentos (Aemps) ha recuperado, al menos de manera formal parte de su papel previos en la coordinación de la red de evaluación de medicamentos de uso humano que da soporte para la realización de los informes de posicionamiento terapéutico (IPT). Así se recoge en el Real Decreto 852/2021, que modifica la estructura básica de los departamentos ministeriales y desarrolla la estructura orgánica básica del Ministerio de Sanidad aprobado por el Gobierno el pasado martes.
Esta es una de las principales modificaciones que se introducen en la estructura orgánica del departamento de Carolina Darias. Las otras tienen que ver con la vinculación de la Secretaría General de Salud Digital a la Secretaría de Estado de Sanidad y con la cesión de la gestión de la Secretaría General Técnica del Consejo Interterritorial del SNS (CISNS) a la Subsecretaría de Sanidad.
El nuevo real decreto de estructura orgánica básica del Ministerio de Sanidad realiza una matización a las funciones de la Dirección General de Cartera Común de Servicios del SNS y Farmacia en lo que se refiere al sistema de evaluación en red de los medicamentos de uso humano en el marco establecido para la realización de los informes de posicionamiento terapéutico, que han de servir como referencia para la toma de decisiones en la gestión de la prestación farmacéutica. Se añade una acotación en la que se establece que esa función se ejercerá “sin perjuicio de la función de co-coordinación funcional de la red atribuida a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios”. Es decir, que se señala negro sobre blanco el papel de la Aemps en esta materia.
Otro cambio significativo es que la Secretaria General de Salud Digital Información e Innovación del Sistema Nacional de Salud pierde su independencia dentro del organigrama del Ministerio de Sanidad y, a partir de ahora pasa a estar vinculada a la Secretaría de Estado de Sanidad.
Esta dependencia se justifica en el propio real decreto en que es necesario “responder mejor al planteamiento global de este Ministerio en materia de mejora y transformación del Sistema Nacional de Salud, puesto que con este cambio se logra una mayor coordinación y eficacia de cara a abordar los proyectos de modernización, mejora y transformación que requieren, entre otros, los nuevos retos de salud pública”, lo que supone una crítica al trabajo realizado en el año escaso de vida que tiene esta Secretaría General.
El control del CISNS
Vinculado a este último cambio hay otro que llama la atención y que tiene mucha trascendencia aunque no se haya destacado en la introducción del real decreto. Se trata del cambio de responsabilidad en la gestión de la secretaría técnica del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.
La gestión del órgano político más relevante en el ámbito sanitario que, desde 2020, dependía de la Secretaría General de Salud Digital, no ha permanecido en la misma una vez que este órgano ha pasado a depender de la Secretaría de Estado de Sanidad.
Carolina Darias ha preferido traspasar esta importante función a la Subsecretaría de Sanidad en un movimiento que se puede interpretar como un claro mensaje político de confianza hacia el subsecretario, Francisco Hernández Spínola, político canario que ya acompañó a Darias en su paso por el Ministerio de Política Territorial.
A este respecto, cabe destacar que la gestión de la secretaría técnica del CISNS ha ido cambiando de manos a lo largo de los últimos años. Al menos desde 2012 recayó en la Dirección General de Salud Pública hasta 2017, cuando pasó a manos de la Dirección General de Ordenación, donde se mantuvo hasta agosto de 2020, que con la creación de la Secretaría General de Salud Digital, Información e Innovación del Sistema Nacional de Salud, se le atribuyó esa función, hasta ahora, que pasará a estar bajo la batuta de la Subsecretaría de Sanidad.
