En su presentación, el director gerente del SAS, Miguel Ángel Guzmán ha explicado que Andalucía ha pasado de “invertir en salud 1.090 euros por habitante y año en 2018 a invertir 1.390 euros por habitante y año en 2021”. El responsable sanitario anticipa la “voluntad de continuidad” del Ejecutivo por mantener ese incremento.
Guzmán, ha participado esta mañana en un coloquio online organizado por Executive Forum, con la colaboración de Pfizer y Lilly. Durante el encuentro, Guzmán ha explicado la gestión de la salud en Andalucía durante la crisis provocada por el Covid-19. María Teresa Millán, directora de Asuntos Corporativos en Lilly, y Eva Rapado, responsable de Relaciones Institucionales de Pfizer, han acompañado al director gerente del SAS.
En el comienzo de su discurso, Guzmán ha reconocido que “la pandemia nos ha enseñado a ser más humildes”. Asimismo, ha admitido que “estamos en pleno cambio de paradigma”, por lo que ha considerado necesario superar “la afirmación de que el paciente es el centro del sistema” ya que sería mejor indicar que “la persona es el centro del sistema”, englobando a los pacientes, a su entorno y a los profesionales sanitarios. En este sentido, ha recordado que “la pandemia aún no ha pasado”, pese a que, gracias a las vacunas, se esté viviendo un “ensayo de normalidad”.
El director gerente del SAS ha explicado la evolución de la financiación del sistema sanitario andaluz público desde el año 2010 y ha recordado que, a partir del próximo 1 de enero, todas las agencias sanitarias públicas se integrarán en el Servicio Andaluz de Salud.
Así, Guzmán ha señalado que desde antes de la pandemia ya se venía haciendo un importante esfuerzo por incrementar la inversión global en salud, acentuándose esta tendencia con la irrupción del Covid-19. “Hemos pasado de 1.090 euros por habitante y año en 2018 a invertir 1.390 euros por habitante y año en 2021” ha declarado. Por tanto, esta inversión se habría aumentado en más de un 30%, lo que ha supuesto un “esfuerzo muy importante, pero no podría ser de otra manera”. De cara a los presupuestos de 2022, Guzmán ha indicado la “voluntad de continuidad” de este incremento por habitante.
Con respecto a los profesionales sanitarios, ha dicho que “ahora mismo hay pleno empleo de médicos y enfermeros”, pero ha alertado acerca de la previsión de que en los próximos 5-10 años se prevea la jubilación de, prácticamente, el 40% de los facultativos que hay en Andalucía. Así, se ha referido a la gravedad de esta situación que, en los últimos lustros, no se ha afrontado con visión de futuro. En este sentido, ha insistido en la importancia de saber retener al talento y a los grandes profesionales sanitarios que se forman en España. “Los formamos tan bien que los demás países nos descapitalizan y los atraen” ha lamentado Guzmán insistiendo en la necesidad de abordar esta problemática.
Por otra parte, el director gerente ha declarado que para lograr la eficiencia y la eficacia en las cuentas y mantener las inversiones y mejoras en la plantilla de profesionales, el SAS está trabajando en un nuevo modelo de compras y logística, en la creación de una central regional de compras, en una nueva orden de precios públicos y en la promoción de la eficiencia energética en centros e instalaciones, entre otras cuestiones. “Una gestión eficaz y eficiente de los recursos públicos requiere optimizar la organización y la gestión de los recursos sanitarios”, ha destacado al respecto Guzmán.
En la presentación del coloquio, María Teresa Millán ha manifestado que en Lilly “queremos ser parte del diálogo que se debe establecer en materia sanitaria”. En este sentido, ha expresado la voluntad de Lilly de hallar nuevos puntos de encuentro entre las administraciones públicas y las empresas privadas, así como por mantener y fortalecer el diálogo y la colaboración que han establecido de manera fructífera para hacer frente a la pandemia, de forma que podamos afrontar conjuntamente los retos de la Medicina del futuro. Por su parte, Rapado también se ha referido al interés de Pfizer por hacer avanzar esta colaboración público-privada y “formar parte de la solución a los distintos retos sanitarios a los que nos enfrentamos como país”, tales como la sostenibilidad y la innovación del sistema y, sobre todo, de áreas terapéuticas como las enfermedades raras, la oncología, la inflamación y los antibióticos.