Política

SEOM recuerda la importancia del sexo en la incidencia, diagnóstico y tratamiento del cáncer

La Sociedad Española de Oncología Médica ha organizado un seminario para abordar la importancia del sexo y el género en la oncología, al tiempo que ha abordado el papel de la mujer en la profesión.

El sexo biológico es uno de los grandes condicionantes del cáncer. La mayor parte de los casos de cáncer se dan en hombres, que tienen además una mayor mortalidad, hasta el doble, mientras que los tratamientos producen más efectos adversos y graves en mujeres, lo que puede suponer un riesgo de discontinuación. Estas y otras cuestiones fueron abordadas en el marco del XIV Seminario de Periodistas ‘Curar y Cuidar en Oncología’, organizado por SEOM y la compañía biofarmacéutica MSD, con el título ‘Diversidad y Cáncer’.

La mayor incidencia de cáncer en los hombres tendría un claro componente biológico debido a que en el cromosoma X hay “múltiples genes que regulan la función inmune”, explicó Oscar Juan Vidal, del Hospital Universitario y Politécnico de Valencia. Este experto cifró en el “doble” el riesgo de los varones de fallecer por cáncer de pulmón, laringe, esófago, vejiga o melanoma. Gran parte de esta diferencia se podría deber al componente hormonal de la inmunidad que hace que las mujeres “tengan un sistema inmunitario más fuertes”, lo que también condicionaría una mayor prevalencia de enfermedades autoinmunes. De este modo, la protección frente al cáncer resulta en perjudicial para otras patologías, así como para los resultados de los tratamientos de inmunoterapia, que tendrían menor eficacia en la enfermedad avanzada en mujeres, al tiempo que presentarían mayores efectos adversos, explicó Vidal.

Virginia Arrazubi, del Hospital Universitario de Navarra, también incidió en la diferencia de casos de tumores esofágicos entre mujeres y hombres. El 71% serían varones y el 29% en mujeres, una proporción que no cambia a lo largo del tiempo. Los datos de Arrazubi se basan en el registro nacional Agamenon, avalado por la SEOM y que incluye todos los pacientes de cáncer esofágico de 40 hospitales españoles. Se identificaron una serie de factores de riesgo que llegaban a justificar el 51% del exceso de incidencia, pero queda un gran porcentaje que no se conoce el riesgo asociado, lo que podría apuntar al sexo.

En cuanto a los tratamientos Arrazubi también señaló que las mujeres presentan “más toxicidad reportada”, lo que se podría justificar por “diferencias en farmacocinética, metabolización” y requeriría recalcular las dosis a emplear ya que afecta a la adherencia a los tratamientos.

En lo que se refiere al cáncer de pulmón, también se observan interesantes diferencias entre hombres y mujeres que, no obstante, en nuestro país, se están reduciendo a consecuencia del incremento de consumo de tabaco por parte de las mujeres. Gracias a los nuevos tratamientos, la mortalidad por cáncer está bajando en todo el mundo en hombres y mujeres, explicó Rosario García-Campelo, jefa de Oncología Médica del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC), quien no obstante alertó de que “en España no se está viendo esa tendencia” y, por ello, se prevé que “en 2025 el cáncer de pulmón será la primera causa de cáncer en población femenina”.

Este caso puede ser uno en los que el género, o los condicionantes sociales, afectan a la evolución y perspectivas de una enfermedad. Hay que recordar que el 85% de los casos de cáncer de pulmón se debe al tabaco y que cada año más de 160.000 jóvenes se inician en esta práctica, según García Campelo, que también destacó que el 65% de ellos, son mujeres. A este respecto, también señaló que las mujeres presentan un mayor riesgo de desarrollar cáncer de pulmón con una menor exposición al tabaco.

Respecto del diagnóstico del cáncer de pulmón, esta experta también se explicó que hay diferencias entre hombres y mujeres. “Las mujeres se diagnostican en edad precoz, aunque con enfermedad más avanzadas” y, al igual que en otros tipos de cáncer, se señaló la mayor toxicidad experimentada por las mujeres. A este respecto, también se incidió en que “puede haber diferencias en la forma que una mujer reporta la toxicidad” y que “la forma de experimentar y sentir la enfermedad es diferente”.

Ruth Vera, coordinadora de la Comisión Mujeres en Oncología de SEOM y jefa del Servicio de Oncología del Hospital Universitario de Navarra, también explicó que la mayor incidencia del cáncer en hombres se podría deber a su vinculación con el tabaco, el alcohol o la vida sedentaria, pero un análisis más profundo desvela una vinculación clarea con “algo más, biológico, genético, vinculado al sexo”.

Pese a ello, el género también puede tener influencia, especialmente en casos de prevención. A este respecto señaló que “las campañas del cáncer deben tener en cuenta la visión del género” para ser eficaces. A este respecto, parece que las campañas de concienciación sobre el tabaquismo tendrían mejores resultados en varones que en mujeres.

Además, Vera también planteó la necesidad de analizar otras cuestiones, como los casos de transexualidad, que especialmente en tumores vinculados a hormonas, como el cáncer de mama o próstata, pueden aparecer de forma inesperada. A este respecto, señaló el incremento de casos de cáncer de mama en mujeres transexuales a consecuencia de las hormonas administradas, por lo que planteó la necesidad de incluirlas en los screening ordinarios.

Adaptación de la investigación

Todas estas cuestiones planteadas son de especial relevancia a la hora de determinar el uso de un medicamento u otro. Por ese motivo, es importante conocer a través de los ensayos clínicos los diferentes comportamientos que se pueden producir ante un mismo medicamento por parte de personas de diferente sexo, edad o raza.

A este respecto, Lourdes López-Bravo, directora ejecutiva de Investigación Clínica de MSD España, ha destacado el esfuerzo por parte de su compañía para que los participantes en sus ensayos clínicos sean un reflejo de la sociedad a la que van dirigidas las innovaciones en salud.

“Si en los ensayos clínicos seleccionamos y tratamos pacientes que representan una muestra homogénea, representando un solo género o raza, los resultados de la investigación pueden estar distorsionados y generar datos clínicos que no podrían aplicarse de forma generalizada a la población a la que va dirigido el nuevo fármaco” ha explicado

Comisión de mujeres en SEOM

Para analizar todas estas cuestiones, así como el papel de la mujer en la oncología y en la sociedad científica, SEOM creó en 2019 la Comisión de Mujeres, que elabora estudios acerca de estas cuestiones. Su coordinadora actual, Ruth Vera, explicó algunos de los proyectos llevados a cabo, entre los que destaca una encuesta para recabar la visión de los asociados al respecto.

Las principales conclusiones fueron que las mujeres, pese a ser la población mayoritaria en oncología (un 60%), ocupan con menos frecuencia puestos de liderazgo tanto clínicos como académicos y de investigación. Además, según los resultados, el género tiene más impacto en el desarrollo profesional de las mujeres que en el de los hombres, siendo la maternidad el aspecto que afecta más negativamente a las mujeres frente a los hombres en su carrera profesional. A este respecto, la falta de equilibrio entre trabajo y vida personal es considerada la principal barrera para lograr la igualdad entre sexos. Vera también destacó que los hombres perciben con menos frecuencia la existencia de barreras para la igualdad.

La Comisión de Mujeres ha mantenido también contactos con otras sociedades científicas e industria farmacéutica para analizar comportamientos y, en relación con esta última, ha reclamado la necesidad de que la proporción de investigadoras principales en los ensayos clínicos se incremente.

Por su parte, la Enriqueta Felip, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), explicó durante la inauguración de la jornada que “la Medicina de Precisión ha revolucionado y está cambiando la forma que tenemos de tratar e investigar el cáncer, pero no podemos avanzar sin entender la necesidad de incorporar una perspectiva de diversidad. El sexo y el género influyen y condicionan no sólo la aparición, el desarrollo y el tratamiento de la enfermedad sino también la exposición a factores de riesgo, como el tabaco y el alcohol, por lo que es muy importante tener en cuenta estas diferencias, adaptando las estrategias para la prevención y el cribado del cáncer”.

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