El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el acuerdo por el que se autoriza la distribución territorial de los fondos para la mejora de la eficiencia y sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS) por valor de 40 millones de euros, con el objeto de consolidar la medicina personalizada de precisión a través del Plan 5-P.
Así lo ha informado la ministra de Sanidad, Carolina Darias, en la comparecencia ante los medios de comunicación posterior a la celebración del Consejo de Ministros. Darias ha destacado que una de las lecciones más importantes de la pandemia “es la necesidad de seguir abordando mejoras en el Sistema Nacional de Salud para hacerlo más eficiente, más robusto, más proactivo y más resiliente; que sea capaz de abordar los retos de presente y de futuro, con atención a la necesidad de los pacientes y acorde con los avances de la medicina, para poner estos avances a disposición de los profesionales sanitarios para el abordaje de las enfermedades”.
El Plan 5-P promueve una medicina personalizada, predictiva, preventiva, participativa y poblacional, para desarrollar una medicina centrada en las características de cada paciente y para adaptar de una manera más individualizada el diagnóstico y las medidas terapéuticas o preventivas, según ha indicado la ministra de Sanidad.
Los 40 millones de euros que se destinarán a este asunto provienen de los fondos por las compensaciones monetarias derivadas del convenio con Farmaindustria y serán sometidos al Consejo Interterritorial del SNS.
Este plan está liderado por el Ministerio de Sanidad junto a las comunidades y ciudades autónomas, el Instituto de Salud Carlos III, las sociedades científicas y la Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias, con el objeto de consolidar en la cartera de prestaciones del Sistema Nacional de Salud de la Medicina Personalizada de Precisión.
Para impulsar esta medicina 5-P, los fondos irán destinados a mejoras en infraestructuras, tecnológicas, formación, comités y otras medidas que se acuerden en el seno de la Comisión Permanente de Farmacia, en el ámbito de sus funciones.
La ministra ha explicado que las pruebas genéticas constituyen una herramienta de un enorme valor para conseguir un diagnóstico precoz, mejorar el pronóstico de enfermedades de alto impacto sanitario y también de gran impacto social, como son las enfermedades raras, las oncológicas, o las enfermedades sin diagnóstico.
Estas pruebas, ha añadido, son también clave “para la indicación y el seguimiento de tratamientos farmacológicos óptimos, que cada vez, con más frecuencia, van dirigidos a biomarcadores específicos, contribuyendo a una mayor seguridad y eficiencia en el uso de estos medicamentos”.