Política

Gimeno Feliú: “Hay que elegir, o se juega a contratación pública o a precios regulados”

El catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de Zaragoza, José María Gimeno Feliu, ha realizado un repaso sobre los males que acechan a la compra pública y ha aportado soluciones para que no sea un lastre para la competitividad del país.
José María Gimeno Feliu

En materia de compra pública de medicamentos “o se juega a contratación pública o se juega a precios regulados. Esto es de puro sentido común”. Con estas palabras, José María Gimeno Feliu, catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de Zaragoza y experto en materia de contratación pública, criticó la política de compra de medicamentos innovadores en nuestro país. A pesar de tener precios fijados por la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos (CIPM), estos se someten a la elaboración de pliegos y concursos que no aportan beneficio alguno y, por el contrario, suponen una importante carga administrativa y burocrática.

Gimeno Feliu intervino en una mesa redonda  en la II edición del ‘Foro en Gestión Basada en Valor y Equidad: Estrategias para transformar’, que reunió a más de 100 profesionales de la salud, y fueorganizado por MSD explicó que, más allá de afectar a los medicamentos, la mala calidad de la compra pública en nuestro país es culpable de algunos de los problemas macroeconómicos que sufrimos y causa de un “enorme valor perdido”: la baja inversión privada extranjera, la más escasa de toda Europa; la ineficiencia de la administración y la reducida tasa de ejecución de los fondos Next Generation, por hacer mal las licitaciones, están relacionadas con una mala aplicación de la compra pública, según Gimeno Feliu.

Para este experto, una contratación pública mal entendida está generando graves problemas de competitividad y está alejando la adquisición de bienes de su objetivo prioritario: adquirir bienes de “calidad” que permitan “la mayor satisfacción de las prestaciones que demandan los ciudadanos con el presupuesto asignado”.

El catedrático de Derecho Administrativo cree que hay una serie de cantos de sirena que generan desconfianza entre proveedores y administración y que se ha puesto en marcha “una nueva religión, que dice que siempre hay que ir al precio más bajo”. La búsqueda de este menor precio supone para este experto “un error estratégico ya que la calidad no se compra al precio más bajo”.

Para Gimeno Feliu la normativa de contratación, que deriva de la directiva europea tiene como principio fundamental “la buena administración y todo lo que se aleje de tener en cuenta calidad, valor y resultados” se distancia de ese objetivo.

Otra de las claves que plantea este experto es la necesidad de evitar los “prejuicios terminológicos” que nos llevan a hablar de inversiones en carreteras, pero de gasto farmacéutico. “Si no usamos bien los términos nuestra percepción tiene un sesgo”, lamenta al tiempo de que advierte de que si se percibe la compra pública con una perspectiva de “gasto-ahorro es diferente de resultados-pacientes”. A este respecto, Gimeno Feliu asegura que hay estudios que muestran cómo “los países que juegan a precio en vez de a valor, se resienten los resultados de la prestación, el principio de igualdad y el de equidad”.

Procedimiento Administrativo

Por todo esto, Gimeno Feliu animó a dejar de ver la compra como “un tema burocrático, sino como una parte importante para alcanzar el objetivo del paciente y de las batas blancas. Por ello se muestra convencido de que “la compra pública de valor no tiene por qué suponer más gasto para el sistema, sino que supone, desde la sostenibilidad, aportar más calidad y mejor resultado del que se benefician organización y pacientes”.

Además, denunció que el modelo de contratación español es del siglo XX. Dado el entorno sanitario de la mesa redonda, aseguró que los interventores, “en vez de estar ayudando a la contratación en la lucha contra la corrupción y actuando como preventivistas, esperan a que se produzca el daño y se comportan como forenses”.

Por otro lado, también aseguró que no se innova en la redacción de los pliegos, sino que se actualizan los del año previo, heredando incluso año tras año las erratas incluidas en los documentos.

Todo ello hace que España, desde el punto de vista de la compra pública sea “un país muy discutible, burocrático, defensivo, sin apuesta por el valor y donde se juega a la precarización y precios bajos”, explicó. A este respecto recordó que las fórmulas de cálculo de las licitaciones pueden permitir que una bajada de un céntimo en el precio compense cualquier mejora de calidad de los productos en licitación.

Soluciones

Este experto se mostró convencido de que hay salida. Si “nos esforzáramos todos” y diésemos el “salto de calidad que la sociedad y las empresas necesitan” se podrían mejorar las cosas. Para ello, lo primero que recomienda es “interpretar bien la norma ya que con ella se pueden hacer muchas cosas”.

Lo segundo es saber qué queremos comprar, “cosas o soluciones” y ante ello, deben hablar los profesionales sanitarios con los técnicos de contratación para elaborar adecuadamente los pliegos.

En cuanto a la “religión del precio más bajo”, que hace que “el 60% de las licitaciones estén por debajo del precio de mercado”, recordó que la directiva de contratación, en su artículo 67.2, establece que “puede no haber criterio de precio y que se puede adquirir por criterios técnicos, así como tener varios adjudicatarios para prever problemas de suministro futuro”. En este sentido, recordó que “la ley de contratos habla de rentabilidad porque el precio no se puede confundir con el valor, como decía Quevedo”.

Pese a que él lo ve tan claro, Gimeno Feliu consideró que tal vez haya que modificar la normativa de contratos para “aclararla” ya que admitió que es “farragosa”.

En cualquier caso, este experto consideró que la salud es un “sector transformador” y reclamó que sea el que dé el “impulso que se necesita desde la contratación pública” ya que actualmente tenemos la máquina de innovación que empuja hacia una dirección y la de la contratación que empuja en sentido contrario. Ante esto, planteó la necesidad de un “cambio cultural, además de compromiso y liderazgo por transformar el país”.

Contexto actual y tendencias de futuro

Previamente a la mesa en la que intervino Gimeno Feliu, tuvo lugar la mesa ‘Contexto actual y tendencias que marcan el futuro de la salud’, que contó con la participación de Jorge Aboal, director general de Asistencia Sanitaria del Servicio Gallego de Salud (Sergas); Ruth Vera, jefa del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario de Navarra; Jaime Jesús Pérez, presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV) y José Luis Poveda. La mesa, igual que toda la jornada fue moderada por Julio Mayol, jefe de Sección de Cirugía del Hospital Clínico San Carlos.

Aboal , que intervino de forma telemática, se mostró convencido de que hay que ir cambiando la cultura, aunque “lleva tiempo” para pasar de una gestión basada en actividad a otra “basada en resultados”. Para ello consideró necesario “planificar y definir los resultados, así como establecer la estrategia para alcanzarlos”. Además, este director general consideró necesaria la transformación digital y hacer que la generación de valor no se quede en “una moda”, como fue la calidad o la humanización, sino que debe ser “una manera diferente de trabajar”, para lo que la inteligencia artificial será una “ayuda”.

Ruth Vera, por su parte, consideró que la transformación del sistema sanitario debería seguir las enseñanzas del modelo europeo contra el cáncer, donde se aborda la enfermedad “como un todo, desde la prevención a los resultados”. Esta oncóloga se mostró convencida de que el Plan Europeo contra el cáncer “puede ayudar a definir en los hospitales y centros de salud cómo abordar otras enfermedades”.

Por su parte, José Luis Poveda expuso que “la gestión en valor salva vidas y la buena gestión en valor salva más vidas”. Poveda se puso el gorro de experto en enfermedades raras y señaló que es un ámbito con “incertidumbre desde el diagnóstico al tratamiento”, por lo que apostó por la “enfocar de forma diferente” el abordaje de estas enfermedades. Planteó que la tecnología debe ser la clave ya que es imposible para un médico conocer las 7.000 enfermedades raras identificadas.

El presidente de la AEV planteó que en asistencia solo se ven los fallos que se producen en la salud pública. A este respecto, citó dos ejemplos: por un lado, la reducción de hasta un 40% de cánceres prevenibles o la de hasta un 80% de las visitas médicas a causa del virus respiratorio sincitial (VRS). “El año que viene habremos los normalizado y nos olvidaremos de lo importante y cómo hemos llegado a ellos”, aseguró Jaime Jesús Pérez.

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