La Fundación Española de Directivos de la Salud (Fundación Sesisa) hasta este viernes s más de un centenar de Directivos de Gestión Económica y Servicios en el V Foro de Directivos de Gestión Económica y Centrales de Compras, consolidado como espacio técnico para el análisis de los procedimientos de adquisición de bienes y servicios sanitarios, su impacto en la sostenibilidad del Sistema Sanitario y las implicaciones para la calidad asistencial.
Durante dos días, profesionales de alto nivel analizarán cómo la gestión económica y la contratación pública deben adaptarse a la nueva era, centrándose en la transformación digital, la innovación en compras, los requisitos medioambientales y la Ley de Contratos del Sector Público. En palabras de Joaquín Estévez Lucas, Presidente de la Fundación Sedisa, “la contratación sanitaria constituye un eje estratégico de sostenibilidad y calidad asistencial. La gestión eficiente no es una función administrativa, sino una palanca de resultados de valor. Avanzar hacia modelos más ágiles, colaborativos y basados en valor es imprescindible para asegurar la disponibilidad de tecnologías, servicios y medicamentos en tiempo y forma”. Para ello, el Presidente de la Fundación Sedisa hace hincapié en la importancia de este Foro, “como punto de encuentro de análisis, de compartir experiencias, actualizar conocimientos e impulso de nuevas tendencias que den respuesta a los importantes retos actuales de la Gestión Económica de las Organizaciones Sanitarias”.
El Foro de Directivos de Gestión Económica y Centrales de Compras se sitúa como hito anual de la profesionalización de los Directivos de la Salud y la Gestión Sanitaria en esta área que, en palabras de José Soto Bonel, Presidente de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa), “se trata de un área cada vez más relevante en las Organizaciones Sanitarias y el Sistema Sanitario, en la búsqueda de aportación de calidad y eficiencia y de herramientas sólidas e innovadoras que lo hagan viable”. A este respecto, durante el Foro “se realizará la revisión de determinados procedimientos de contratación en el ámbito sanitario, la consolidación de modelos centralizados y colaborativos de compra pública, la incorporación sistemática del valor y los resultados en salud en la toma de decisiones y el refuerzo de la profesionalización y estabilidad de los equipos directivos en gestión económica y compras”, destaca José Manuel Pérez Gordo, Coordinador del Foro de Direcciones de Gestión y Centrales de Compras de la Fundación Sedisa. “La decisión de compra sanitaria no puede basarse únicamente en criterios económicos. La incorporación de evaluación terapéutica, experiencia clínica y análisis de resultados es fundamental para asegurar valor real en la prestación.”
En su intervención, Javier López Jerez, Subdirector General de Asuntos Generales y Económico-Presupuestarios del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA), ha subrayado los desafíos derivados de la aplicación de la Ley de Contratos del Sector Público en un Sistema Sanitario caracterizado por la innovación acelerada y la variabilidad asistencial. “Uno de los principales retos de cara a la contratación pública es, por un lado, las dificultades que supone acompasar el cumplimiento de la Ley de Contratos del Sector Público, cuyos plazos se miden en semanas/meses, con las necesidades asistenciales a las que cada día debemos, indefectiblemente, que dar respuesta de forma inmediata en nuestros hospitales y centros de salud. A esto se le unen las continuas innovaciones y avances tecnológicos, organizativos, de cartera de servicios… que incrementan la complejidad y ralentizan la preparación de los expedientes de contratación. En definitiva, se trata de un sector en continua evolución que dificulta la planificación a medio y largo plazo”, explica Javier López Jerez. “Asimismo, respecto a los medicamentos o productos sanitarios protegidos por una patente, que es un mercado regulado de forma minuciosa tanto en su ámbito técnico-científico como en su ámbito económico y comercial, que no da lugar a concurrencia competitiva alguna en caso de licitar un expediente de contratación pública al no existir proveedores alternativos, la Ley de Contratos obliga, no obstante, a acudir al procedimiento negociado por exclusividad regulado en el artículo 168.a) 2º, hecho que supone que sea un procedimiento más tedioso que si se pudiera acudir a alguna otra figura que a día de hoy no está prevista en la legislación nacional de contratos como los contratos open-house”. Junto a ello, Javier López Jerez explica que “las licitaciones realizadas por los Servicios Centrales del Ingesa están sometidas a función interventora previa y encontramos muchas dificultades a la hora de implementar el artículo 101.2 de la Ley de Contratos relativo al cálculo del valor estimado del contrato dada la complejidad que implican los contratos del ámbito sanitario”.
En relación a la necesidad de realizar una adaptación normativa específica para el ámbito sanitario, este experto explica que el sector sanitario tiene unas implicaciones tan delicadas y tan específicas que sería deseable la flexibilización de ciertos artículos y la rigidez de la Ley de Contratos, así como algunos límites establecidos para los acuerdos marcos, que es una figura que tramita actualmente el Ingesa, o bien en negociaciones innecesarias en los procedimientos de adquisición de elementos exclusivos, entre otros. “Se debe dotar a las Administraciones sanitarias y asistenciales de medios que reduzcan la carga burocrática, que permita adquirir a cada centro los medicamentos y productos sanitarios para cada concreta necesidad. De este modo, creo que el sector sanitario mayoritariamente es proclive a esta adaptación normativa”, explica.
Por otra parte, Javier López Jerez hace hincapié en que “fomentar el uso de los sistemas de centralización de compras a través de los Acuerdos Marco y los Sistemas Dinámicos de Adquisición, podría ser una medida que paliaría, al menos en parte, la lentitud de los procesos de licitación y que agilizaría los procedimientos de licitación. La técnica utilizada en el Ingesa para la adquisición de medicamentos y productos sanitarios se podría asimilar a la propuesta de los contratos open-house a los que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha dado validez, dado que son procedimientos que homologan productos que cumplen con unas características mínimas establecidas en los pliegos y que no existe concurrencia competitiva entre ellos, sino que será el órgano de contratación del contrato basado el que seleccionará la oferta que más se ajuste a sus necesidades asistenciales y de calidad terapéutica”.
Implantación
Para la implantación de la Compra Basada en Valor, en los últimos años, se están teniendo en cuenta criterios medioambientales en las Centrales de Compras. En relación a la incorporación de éstos en los procesos, Paula Hors Comadira, Directora del Servei Agregat de Contractacions Administratives del Consorci de Salut i Social de Catalunya, explica que “en primer lugar, analizamos las licitaciones que tenemos que tramitar desde la central de contratación, distinguiendo las que son de productos sanitarios, no sanitario y medicamentos. A partir de aquí, en la totalidad de las licitaciones de la central de contratación del CSC se incorporan criterios de adjudicación medioambientales que pueden versar sobre: envases, transporte, huella de carbono, SGMA, etiquetas (sobre todo en expedientes de ropa y vestuario), entre otros. Consideramos que es importante empezar a introducir estos criterios como criterios de valoración que como criterios obligatorios ya que, en ocasiones, podrían ir en contra de la concurrencia”. Asimismo, Hors destaca “la tramitación de consultas preliminares de mercado, herramienta que se está utilizando desde la central de contratación, entre otras finalidades, para identificar que están haciendo los proveedores en cuestiones medioambientales”.
En relación al impacto que pueden tener estos requisitos en la sostenibilidad del Sistema Sanitario, señala un alto impacto, pues el hecho de incorporarlo en las licitaciones hace que el mercado tenga que introducirlo en sus productos, procedimientos, cadenas de producción, transporte, “por lo que creo que empezar a introducirlos como criterios de valoración, sin que sean obligatorios, es un buen sistema para indicar al mercado hacía donde quiere ir y llegar la administración”. No obstante, la integración de la sostenibilidad en la política de compras cuenta con importantes barreras, como la dificultad de la vinculación con el objecto del contrato, la ausencia de objetivos claros y directrices por parte de las entidades contratantes y la propia normativa y los protocolos sanitarios. Además, Paula Hors explica que también son barreras “las necesidades inmediatas, la falta de conocimiento y/o la necesaria implicación en la tramitación de una licitación de distintos perfiles profesionales, la dificultad en la valoración del impacto que ha tenido la medida (medidas de control) y los aspectos económicos”.














César Hernández, director general de Cartera y Farmacia del Ministerio de Sanidad:
Kilian Sánchez, secretario de Sanidad del PSOE y portavoz de la Comisión de Sanidad del Senado.:
Rocío Hernández, consejera de Salud de Andalucía:
Nicolás González Casares, eurodiputado de Socialistas & Demócratas (S&D - PSOE):
Juan José Pedreño, consejero de Salud de Murcia: