El precio de los medicamentos innovadores, o más concretamente el diferencial de PVL entre lo que autoriza el Ministerio de Sanidad y el que finalmente se paga por los servicios sanitarios es una de las barreras principales a la dispensación de innovaciones terapéuticas en las farmacias comunitarias. Así se puso de manifiesto durante la mesa -Acceso a los medicamentos innovadores en la farmacia ¿Realidad o ficción?-, que ha tenido lugar en el 21 Congreso Nacional de Farmacéuticos que se celebra en Burgos entre el 3 y el 5 de octubre.
Según recordó el vicepresidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), Jordi de Dalmases, lo que está ocurriendo “no se corresponde a cuestiones científicas”. Según él, se están “pagando las consecuencias de medidas que se tomaron en un momento de crisis en un país que tenía que tomar medidas para mantener el sistema sanitario”. De este modo, considera que el establecimiento de reservas singulares en muchos medicamentos solo tienen una justificación económica. A este respecto, señaló que hay muchos medicamentos que solo tienen reservas singulares si se dispensan con cargo a fondos públicos, mientras que con receta privada se dispensarían sin problema en las farmacias.
De Dalmases consideró que “hay soluciones” y hay que apostar por ellas ya que la farmacia comunitaria “es una herramienta de lujo que podría dispensar con la validación de la farmacia hospitalaria antes de la dispensación”. A este respecto, rechazó que en algunos lugares se esté realizando envíos de medicamento a los domicilios de los pacientes “aunque creemos que no se puede hacer”. Según él se trata de proyectos piloto de home delivery, que son un “paraguas” para hacer cualquier cosa.
El problema del precio
El moderador de la mesa, el vocal Nacional de Docencia e Investigación del CGCOF, Francisco Zaragozá, habló de “hipocresía” en relación al precio ya que lo fija el Ministerio de Sanidad y luego no se quiere pagar ese precio por los sistemas sanitario. Además, este experto aseguró que no se hacen bien las cuentas por parte de la administración ya que solo se fija en el precio del medicamento y no en los costes de organización y traslado de los pacientes. Zaragozá se mostró tajante en cuando a que los conocimientos que tienen los farmacéuticos son los adecuados para manejar medicamentos innovadores. “Tenemos la base fundamental, una base farmacoterapéutica como ningún otro profesional tiene”, aseguró.
Entrando en el asunto de los precios, de Dalmases puso encima de la mesa que la farmacia estaría dispuesta a dipensar el medicamento al mismo precio que obtiene el sistema sanitario con las ofertas que se realizan a nivel hospitalario. “Si la farmacia puede comprar al mismo PVL que el SNS el problema está resuelto”, aseguró.
Más allá del debate económico, el presidente de la Asociación Española de Biosimilares (Biosim), Joaquín Rodrigo, quiso centrar el debate en la necesidad de abordar el lugar de dispensación de cada medicamento de forma individualizada. “No se puede generalizar; hay que ir molécula por molécula ya que son medicamentos complejos que en algunos casos necesitan un mayor seguimiento”. Por ese motivo reclamó que el debate se alejara de la familia a la que pertenece un medicamento, ya sea de síntesis química o biológico, y centrarse en que el ámbito de dispensación debe ser uno u otro en función de la vía de administración y otros factores como la seguridad.
En cualquier caso, Rodrigo explicó que también están potenciando el conocimiento sobre biosimilares de los farmacéuticos comunitarios. “Venimos trabajando activamente en la difusión y conocimiento de medicamentos biológicos” y, fruto de ese trabajo, Biosim, en colaboración con el CGCOF está “a punto de lanzar una guía de medicamentos biosimilares para la farmacia”.
Por su parte, la responsable de Market Access y Government Affairs de Roche, Beatriz Perales, aseguró que su compañía ve un papel claro de los farmacéuticos comunitarios incluso en la medicina personalizada de precisión (MPP). Perales, explicó que la MPP “que ajusta el tratamiento mucho más a cada paciente, sus características genéticas e incluso el entorno del paciente” y es precisamente en ese conocimiento estrecho del paciente donde los farmacéuticos comunitarios podrían tener un papel. “El farmacéutico comunitario puede actuar en el abordaje de la dispensación de biológicos, pero también en la recogida de datos necesaria para la medicina de precisión”. Por ese motivo, reclamó que este profesional esté formado y tenga conocimiento sobre los medicamentos biológicos para poder participar en su manejo.
Los pacientes se ofrecen
Por su parte, el presidente del Foro Español de Pacientes, Andoni Lorenzo, que se mostró claramente a favor de que la farmacia pueda dispensar los medicamentos más innovadores por los trastornos que causa a los pacientes tener que desplazarse al hospital a recoger su medicación. Por ese motivo y para que las reclamaciones de los farmacéuticos tengan éxito, Lorenzo consideró que los farmacéuticos no deben ir solos a plantear sus demandas a los responsables políticos y gestores que tienen que decidir al respecto.
En este sentido, se ofreció a acompañar a los farmacéuticos para plantear un frente común ya que “estamos en el mismo barco”. Por ello, consideró que “si solo se valora el aspecto comercial de las farmacias y no se avanza en la dispensación de innovaciones, el futuro es malo también para los pacientes”.