Terapéutica

Enfermería afirma que su integración en la prescripción reduce el gasto y mejora el acceso

El Consejo General de asegura que Andalucía que adoptó esta medida en 2009, ahorró 4,2 millones de euros en los cuatro primeros años de implantación
Ponentes en el webinar del GCE.

Andalucía ha conseguido gracias a la prescripción enfermera un ahorro de 4,2 millones de euros en cuatro años gracias a esta medida, así lo asegura  Susana Rodríguez Gómez, enfermera y directora del Plan Integral de Cuidados de Andalucía, en su intervención en el webinar que sobre esta cuestion ha celebrado el Consejo General de Enfermería a través de su instituto de formación ISFOS.

Ainhoa Molins Mesalles, enfermera de la Dirección General de Profesionales de la Salud de Cataluña, que se ha referido al proceso de implantación de la prescripción enfermera en su comunidad. Un proceso que, salvo en el caso andaluz, están viviendo todas las comunidades autónomas, aunque a distintas velocidades, tras la aprobación del Real Decreto de prescripción enfermera de octubre de 2018. La norma no sólo ha dado luz verde a la dispensación de medicamentos por estos profesionales, reconociendo y ampliando sus competencias, sino que acaba con una situación de inseguridad jurídica que durante años ha pesado sobre actos puramente enfermeros como la indicación de vacunas que habían quedado en un limbo legal tras la publicación de la Ley del Medicamento.

Esta sesión formativa ha sido presentada por Pilar Fernández, vicepresidenta primera del Consejo General de Enfermería y directora de ISFOS, y moderada por José Luis Cobos, vicepresidente tercero de esta institución.

En ella han participado también los pacientes, representados por Manuel Arellano, vicepresidente de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP), y Concepción Cambelo, delegada de Madrid de Asociación Incontinencia (ASIA), que han hecho hincapié en la enfermera como profesional clave en el cuidado y seguimiento de los pacientes.

Como ha subrayado Pilar Fernández al inicio de esta sesión: “Hoy, hemos querido hacer una puesta al día de la prescripción enfermera en nuestro país. En estos momentos, casi todas las comunidades autónomas cuentan ya con la posibilidad de acreditación para la prescripción, tanto en el ámbito público como privado. Sólo quedaría Madrid, que no ha desarrollado este último. Sin duda, ha sido una carrera de fondo, llena de obstáculos, que en ocasiones han venido de otros colectivos profesionales e incluso de la Administración Pública. Y eso aun a sabiendas de los beneficios que la prescripción enfermera supone para el sistema sanitario, los profesionales y los pacientes. Otros países de nuestro entorno nos llevan ventaja en este sentido y han demostrado que supone un ahorro para las arcas públicas y agiliza la atención. En nuestro caso, contamos con el caso de Andalucía, pionera en nuestro país en la prescripción y, por ello, hoy hemos querido contar hoy aquí con su experiencia”.

Desde su introducción en Andalucía, la prescripción enfermera ha contribuido claramente a una mayor eficiencia del sistema. Según datos de 2021, ha explicado Susana Rodríguez, “de las 9.459 enfermeras de Atención Primaria que tenemos en la comunidad, prescriben 7.363, es decir, más del 80%”.

Paracetamol, ibuprofeno, absorbentes, tiras reactivas y apósitos son los medicamentos y productos sanitarios que más prescriben las enfermeras andaluzas y que han permitido un ahorro muy significativo a la comunidad. “Los datos nos dicen que sólo en los cuatro primeros años el ahorro fue de 4,2 millones de euros. Además, se ha observado que a medida que se iba incrementando el porcentaje de enfermeras prescriptoras se incrementaba el ahorro”.

“El desarrollo de la prescripción enfermera en la comunidad no ha sido un proceso fácil, pero su implantación y desarrollo han supuesto claras ventajas tanto para el sistema como para los profesionales y los pacientes. Entre ellas, se encuentran la reducción del gasto sanitario, el respaldo legal de nuestros profesionales, el desarrollo de sus competencias y una mayor agilidad a la hora de atender las necesidades de los pacientes”, concluye Susana Rodríguez.

El de Cataluña es el proceso que, aunque a distintas velocidades, están siguiendo el resto de Comunidades Autónomas y que deriva de la aprobación del Real Decreto de prescripción enfermera de 2018. Este decreto abrió la puerta a la prescripción en todo el territorio nacional, aunque para ello era preciso su desarrollo mediante un decreto autonómico que, en el caso catalán, llegaría el 27 de agosto de 2019. Hoy, todas las comunidades han desarrollado ya su propio decreto, pero el proceso avanza de forma desigual.

Como ha explicado Ainhoa Molins, “las enfermeras que quieran acreditarse para prescribir pueden iniciar el trámite mediante una solicitud vía electrónica en el que acrediten experiencia superior a un año en el ámbito en el que quieran acreditarse, el de cuidados generales, una especialidad o ambos. Aquellas que no dispongan de suficiente experiencia, podrán realizar un curso para obtener la acreditación”.

En el caso catalán, de las casi 50.000 enfermeras que trabajan actualmente en la comunidad, más de la mitad, cerca de 30.000, se han acreditado ya. Sin embargo, la implantación de la prescripción se está realizando de forma progresiva mediante proyectos piloto en todas sus provincias, por lo que sólo el 10% prescribe activamente. “En estos momentos, tenemos casi 5.000 enfermeras participando en estos proyectos piloto y se han llevado a cabo 335.859 indicaciones de las que se han beneficiado 162.557 pacientes”, detalla Molins.

Todas las comunidades han desarrollado su decreto autonómico de acreditación para la prescripción, a excepción de Madrid en el ámbito privado. A los productos sanitarios y medicamentos no sujetos a prescripción médica, se han añadido también medicamentos sujetos a prescripción médica en el ámbito de las heridas, un campo puramente enfermero. Para ello, se ha elaborado un protocolo que da seguridad jurídica a las enfermeras para realizar esta prescripción y la idea es que se siga ampliando. Así lo explica José Luis Cobos, vicepresidente tercero del Consejo General de Enfermería, “para facilitar la prescripción de determinados medicamentos sujetos a prescripción médica, desde el Consejo General de Enfermería estamos trabajando activamente con otros profesionales, como médicos y farmacéuticos, así como con el Ministerio de Sanidad y las Comunidades Autónomas, en un Comité, para elaborar protocolos conjuntos que nos den seguridad jurídica a la hora de poder indicar, usar y autorizar la dispensación de estos medicamentos sujetos a prescripción médica”.

En los próximos meses, añade, “estamos convencidos que avanzaremos aún más en estos protocolos que se publicarán en el BOE y que abarcarán ámbitos como el de la hipertensión, la diabetes y las quemaduras”.

A futuro, continúa, “lo que buscamos es que llegue un momento en el que nos incorporemos en el ámbito de la prescripción como el resto de profesionales sanitarios que ya lo hacen en España, al igual que sucede ya en otros países de nuestro entorno, donde han visto los beneficios que esto supone y hoy pueden prescribir directamente cualquier medicamento que utilicen en su ámbito de competencia y práctica diaria”.

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