Política

Solís busca consensuar una fórmula que permita “elevar los incentivos” a la innovación en vez de reducirlos

La eurodiputada española de Renew Europe (Ciudadanos), Susana Solís, está empeñada en evitar que la próxima legislación farmacéutica europea reduzca los incentivos a la innovación ya que afectaría negativamente a la competitividad industrial y de I+D de la UE y no solucionaría el problema del acceso.
Susana Solís, eurodiputada de Renew Europe (Ciudadanos).

“No hay que reducir los incentivos a la innovación, sino que queremos que haya incluso algún incentivo más; tenemos que ver cómo lo planteamos”. Así de contundente se ha mostrado la diputada de Renew Europe (Ciudadanos), Susana Solís, en declaraciones a Diariofarma en relación con la posición que mantendrá durante la tramitación del paquete farmacéutico en el Parlamento Europeo.

Hace unos días, Solís, junto con otros parlamentarios españoles implicados en el ámbito sanitario y, específicamente en la legislación farmacéutica, rechazaba la vinculación que la Comisión Europea ha realizado entre el acceso a las innovaciones en los 27 Estados Miembros a cambio de no reducir en dos años la protección de datos regulatorios establecida en la legislación.

La eurodiputada de Ciudadanos ha explicado a Diariofarma que, dado que la anterior normativa ha dado sus frutos en materia de innovación, pero en materia de localización en Europa se ha perdido competitividad, lo que no se puede hacer es reducir esos incentivos de forma que afecte negativamente a ambas cuestiones. “Deberíamos poder dar más para asemejarnos más a Estados Unidos, especialmente teniendo en cuenta las necesidades médicas no satisfechas y los medicamentos huérfanos”, explica Solís, quien plantea la necesidad de incrementar aún más los incentivos para el desarrollo de medicamentos huérfanos en ciertas necesidades médicas no satisfechas. Por ello, según asegura, su posición durante la tramitación de la legislación farmacéutica en el Parlamento será “no reducir los incentivos actuales porque, incluso con ellos, Europa ya está perdiendo I+D y capacidad innovadora”.

El objetivo, según indica, es realizar alguna propuesta innovadora en cuestiones de incentivación, pero que también pueda entenderse. Para ello, va a tratar de impulsar, al igual que parece que hará el socialista Nicolás González Casares, en el seno de la Comisión de Industria del Parlamento Europeo (ITRE), una posición que pudiera llegar incluso antes que la de la Comisión de Sanidad (ENVI), algo que, dada la mayor sintonía con aspectos de protección de la propiedad intelectual, sería muy relevante para establecer posiciones. Además, de este modo, Solís conseguirá un mayor peso dentro de su grupo parlamentario que, aunque tiende a dividir su voto, suele ser pro defensa de la propiedad intelectual.

“Mejor nada que algo rápido y mal”

La tramitación de la propuesta de directiva y reglamento se ha iniciado ya, una vez que se dispone de los textos traducidos a todos los idiomas oficiales. La complejidad de la normativa a analizar, pero muy especialmente la proximidad del fin de la legislatura europea, complica mucho el proceso.

El calendario sigue fijando la meta en el penúltimo pleno de la legislatura, el 1 de abril de 2024 y la Comisión ENVI de marzo. Previamente, el 28 de septiembre se tienen que presentar los informes de los ponentes y, de cara a la presentación de enmiendas, se ha ampliado el plazo en una semana, por lo que finalizará el 14 de noviembre.

Aún así, Solís destaca que es “muchísimo trabajo” y que “nunca” se ha tenido que realizar una revisión de más de 400 artículos “negociar algo tan complejo” en tan poco tiempo. Por ello, considera que, aunque el objetivo sería que el Parlamento emitiera su opinión en esta legislatura, para lo que, asegura, tienen “que hacer el esfuerzo”, si finalmente no se alcanza un acuerdo positivo, “es mejor no tener nada en vez de algo que se haga rápido y mal”. Así, la eurodiputada reconoce que, si el resultado a obtener no va a ser capaz de cambiar la tendencia actual en materia de acceso y competitividad de la innovación e industrial, no vería con malos ojos que la posición quedara pospuesta para la próxima legislatura ya que, según recalca, “es mejor nada que un mal acuerdo”.

Un problema principalmente local

En cualquier caso, Solís incide en que el problema del acceso es algo principalmente local, de los Estados miembros, las comunidades autónomas y los hospitales. Además, destaca que la propia Comisión Europea cifraba entre un 8 y un 15% la mejora que se experimentaría en el acceso con la implantación de las medidas contenidas en la propuesta de normativa. “Está claro que ahí no está el problema”, insiste Solís, que recuerda las diferencias de tiempo para que una innovación llegue a Alemania, frente a otros países, como España o Rumanía.

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