El suministro de medicamentos y los problemas de abastecimiento son una de las preocupaciones actuales, que se mantendrán en el futuro, de los sistemas sanitarios. Ante esta situación, la distribución farmacéutica considera que es un actor clave para la gestión de la escasez de medicamentos con el objetivo de que lleguen a los pacientes en condiciones de equidad y evitando acopios por parte de agentes de la cadena.
Para un manejo efectivo de esta situación, la distribución mayorista, tanto a nivel europeo como nacional, está reclamando una serie de cambios legales que facilitarían una que los mayoristas de gama completa tuvieran acceso a los medicamentos de forma prioritaria. En Europa, la patronal de la distribución farmacéutica (GIRP) está actuando para que la nueva directiva sobre medicamentos de uso humano, que está en tramitación con el paquete legislativo farmacéutico recoja la posibilidad de una licencia diferenciada para los mayoristas que cumplan con las condiciones establecidas en la propia directiva como “obligaciones de servicio público”. Cumplir con estas obligaciones resultaría en un derecho a ser suministrado.
Pese a que existen diferencias de servicio entre las distintas compañías que se dedican a la distribución de medicamentos, su licencia de funcionamiento es la misma en todos los casos. Por ese motivo, desde la Federación de Distribuidores Farmacéuticos (Fedifar) y GIRP se está planteando la posibilidad de una licencia diferente o, al menos, la creación de categorías, que distingan ambas ramas de actividad, como ya sucede en Bélgica. Una vez que se tuviera esa diferenciación, la Administración tendría una herramienta para priorizar el suministro a los mayoristas de gama completa.
En España, aunque no renuncian a conseguir ese objetivo de derecho a ser suministrado de forma incondicional, desde Fedifar, se conforman con que ese derecho se aplique en caso de situaciones de falta de suministro. Así lo explican en una conversación con Diariofarma la presidenta de la federación, Matilde Sánchez Reyes, y su director general, Miguel Valdés.
“Creemos que sería conveniente que a nivel normativo se diferenciase la actividad que hace la distribución farmacéutica de gama completa, que son los asociados a Fedifar”, explica la presidenta de esta patronal. El objetivo último es “garantizar el acceso de los pacientes a los medicamentos que necesitan en condiciones de calidad, equidad y seguridad” algo que solo se puede cumplir por parte de distribuidoras que tengan la mayor parte de las referencias y que vayan a todas las farmacias al menos una vez al día, según Sánchez Reyes.
Gestión equitativa del medicamento escaso
La responsable de Fedifar incide en que este derecho al suministro es “especialmente importante” cuando hay escasez de producto. En esta situación los mayoristas de gama completa pueden “gestionar de forma equitativa el medicamento” y, por ese motivo reclaman que estas distribuidoras tengan esa prioridad en ser suministrado por los laboratorio. A este respecto, la presidenta de Fedifar recuerda que lo que proponen no es nuevo ya que en Francia se ha aplicado una restricción de este estilo en dos ocasiones: “En 2019 con un corticoide oral y el año pasado con paracetamol pediátrico”. Y en ambas ocasiones se prohibió la venta directa y se estableció la obligación de distribución a través de compañías de gama completa, llegando a limitar a las farmacias la compra exclusiva a su proveedor habitual. A este respecto, Sánchez Reyes explica que la distribución conoce perfectamente el perfil de consumo de sus farmacias y puede establecer los criterios y protocolos, validados incluso por la Agencia Española de Medicamentos (Aemps), para un reparto equitativo de los medicamentos en escasez. Valdés recuerda que protocolos de este tipo “llevan años funcionando” ya que siempre hay productos sensibles que hay que repartir de forma que no haya acopios.
La manera de afrontar el problema está claro, explican los responsables de la distribución española, pero para que pueda ser ejecutado, es necesario que el producto escaso se mantenga en el ámbito de la distribución de gama completa, sin posibilidad de venta directa “que sí produce acopio”, ni a través de distribuidores de gama limitada, recuerdan los directivos de Fedifar.
La presidenta de esta patronal se muestra convencida de que las autoridades “entienden” el problema y reconocen que mitigar sus efectos puede estar en manos de la distribución. No obstante, en estos momentos, estarían a la espera de cómo queda planteada esta cuestión en la directiva de medicamentos. Para Valdés, es lógico que a día de hoy la administración quiera esperar, pero considera que una vez que la directiva esté aprobada habrá que avanzar en la cuestión de las licencias o epígrafes diferenciales. “Necesitamos cualquier diferenciación que permita a la Agencia decidir e instar a que solo se distribuya a quienes cumplan con un criterio. Mientras no exista, no puede sacar una instrucción diciéndolo”, explica Valdés.
Obligaciones para la industria
En cualquier caso, el derecho a suministro por parte de la distribución implica una obligación de venta por parte de las compañías farmacéuticas que podría generar en conflictos entre ambas partes. Ante esta situación, el director general de Fedifar explica que los laboratorios “tienen responsabilidad de suministro y se le imponen obligaciones, por lo que cuando ocurre esta circunstancia, obligarles a suministrar directamente a los mayoristas no me parece un problema”.
Pese a ello, no es algo que hayan abordado en una mesa junto con los representantes de la industria, aunque como reconocen, es algo que no ocultan en las distintas intervenciones públicas que los responsables de la distribución realizan en los últimos años ya que para ellos es una cuestión vital. “Lo que nosotros queremos es que no haya pacientes dando vueltas detrás de su tratamiento. Nuestro planteamiento a las autoridades para combatirlo es a través de esta fórmula. Lo haremos mejor que otros”, explica Valdés.
Sistema de alerta temprana
Más allá de esta actuación de mitigación de los problemas de suministro, la distribución farmacéutica lleva trabajando ya varios años en sistemas de alerta temprana. Un ejemplo de ello es Artemis, un proyecto piloto en el que los asociados de Fedifar remitían a la Aemps información sobre el nivel de suministro de un grupo de ocho referencias seleccionadas por la Agencia y que ahora ya se ha ampliado hasta 400. “Se ha visto que la información aporta valor porque realmente anticipa un tiempo considerable, casi dos meses a la falta real que se produce en la farmacia”, explica Sánchez Reyes, que se muestra orgullosa de que la directora de la Aemps, María Jesús Lamas, haya reconocido el valor de esta iniciativa.
Otras propuestas se centran en el incremento de los stocks de seguridad de determinados medicamentos. No obstante, estas soluciones se deben plantear a largo plazo, ya que la propia creación del stock puede producir desabastecimientos si no se hace “a medio y largo plazo” y, además, hay aspectos, como el impacto económico asociado que habría que abordar.