Política

EFPIA pide reformar los fondos de pensiones para facilitar la inversión en las pymes

Demanda una visión estratégica “más ambiciosa” a la Comisión Europea y reclama que “cada país debería de revisar sus marcos para aumentar la flexibilidad de los fondos de pensiones en favor del capital riesgo y la inversión en pymes”.

Europa necesita “ponerse al día” y desarrollar políticas y flujos de financiación para apoyar a las pequeñas y medianas empresas (pymes) que trabajan en el sector biofarmacéutico. Así lo ha reclamado este martes la federación de la industria europea (Efpia) a través de una nota en la que ha reclamado a los responsables políticos “una visión estratégica ambiciosa” para respaldar la competitividad del sector.

Las reclamaciones de la industria farmacéutica tienen su sostén en un último informe realizado por Charles River Associates, para la propia Efpia, donde se analiza el panorama de las pymes en Europa y que, aseguran, viene a coincidir en líneas generales con el denominado por el informe de Draghi, sobre el futuro de la competitividad europea publicado a principios de septiembre y también, por transmisión de este, con las palabras expresadas por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen en relación a la necesidad de impulsar el sector de las ciencias de la vida de la UE durante el próximo mandato.

Desde la Efpia se señala como eje de los problemas de las pymes “la falta de financiación e inversión específicas” y la consiguiente “búsqueda de entornos más favorables fuera de Europa”

La Efpia en su informe señala los principales desafíos. La inversión y apoyo financiero es el más importante, aunque no el único. Entre 2018 y 2020 solo una cuarta parte de las nuevas empresas de biotecnología se originaron en Europa, en comparación con el 65% que se originó en los EE. UU.

Recomendaciones

Por ello, desde la Efpia se han lanzado tres recomendaciones a la Comisión para “ayudar a retener y hacer crecer la presencia de las pymes en Europa”.

La primera de ella es la reforma de los fondos de pensiones para “aumentar la liquidez de los inversores privados para inversiones de mayor riesgo”. “Cada país debería de revisar sus marcos para aumentar la flexibilidad de los fondos de pensiones en favor del capital riesgo y la inversión en pymes”. Ello, aseguran “impulsaría el crecimiento del sector y, potencialmente, ofrecería mayores rendimientos para los fondos de pensiones, ya que invierten en activos de alto riesgo y alta recompensa”.

En 2022, los activos totales de los fondos de pensiones europeos ascendían a 3.136 billones de euros; sin embargo, solo el 0,01% de los activos totales bajo gestión de los fondos de pensiones europeos se invirtió en capital riesgo. Este porcentaje es aún menor en el caso de la inversión directa en pymes. En Estados Unidos, los fondos de pensiones ocupan más del 25% de los tipos de empresas que invierten en fondos en fase inicial.

Un índice del coste de captación de capital: las plataformas de negociación centralizadas como Euronext “deben mejorarse y utilizarse más ampliamente para atraer a más inversores nacionales e internacionales, a fin de competir con el Nasdaq estadounidense”, indican.

El capital privado para el desarrollo de fármacos se puede conseguir de varias formas: atrayendo capital de riesgo o inversión de capital privado, concediendo licencias a candidatos a fármacos, con préstamos bancarios o cotizando en los mercados de valores a través de una Oferta Pública Inicial (OPI). Las pymes europeas se enfrentan a una difícil decisión sobre en qué bolsa cotizar, ya que Estados Unidos ha tenido históricamente un mayor nivel de actividad de OPI y ha creado más historias de éxito que han generado confianza entre los inversores en comparación con Europa, que tiene un mercado fragmentado y un rendimiento inferior en términos de valoraciones y grado de actividad. Entre 2015 y 2020, Euronext acogió solo 20 salidas a Bolsa en comparación con las 261 salidas a Bolsa del Nasdaq de empresas biotecnológicas en fase de investigación.

Por otro lado, la Efpia también recomienda establecer un fondo de garantía para garantizar que exista un fondo de inversión en ciencias de la vida grande y sostenible, se podría crear un fondo de garantía de 1.000 millones de euros para socios limitados. Nos permitiría suavizar las tasas de obstáculos y minimizar las pérdidas mediante el reparto de riesgos entre los socios. Una tasa mínima de rentabilidad más baja garantizaría un mayor fondo de distribución de los rendimientos de las inversiones y, por lo tanto, motivaría a los inversores a suscribir acciones de fondos para recibir una mayor parte de los intereses.

Los datos anteriores de la EFPIA muestran que Europa ha perdido una cuarta parte de su participación en la inversión global en los últimos 20 años. Las propuestas de la Comisión Europea como parte de la revisión de la legislación farmacéutica afectarán desproporcionadamente a las PYME europeas; nueve de cada diez proyectos de investigación y desarrollo de PYME entre ahora y 2040 podrían volverse inviables si siguen adelante en su forma actual. Junto con los problemas de financiación e inversión, la EFPIA cree que la tendencia actual de las empresas más pequeñas a abandonar Europa en busca de ecosistemas más ambiciosos y solidarios en los EE. UU. y Asia, y el éxodo de las habilidades y los empleos asociados con ellas, solo puede empeorar si no se toman medidas.

Amer Jaber, presidente del grupo de trabajo de PYME de la EFPIA ha asegurado al respecto que en la UE “tenemos una situación en la que los investigadores pueden publicar un artículo académico brillante, pero no logran convertir la investigación en nuevas empresas biotecnológicas emprendedoras porque no hay suficiente apoyo. Es imperativo que apoyemos a estos innovadores y aumentemos el acceso a diversas fuentes de financiación para fomentar la investigación pionera y audaz. La situación actual está afectando gravemente a la innovación y la competitividad del sector en Europa”.

Por su parte Nathalie Moll, directora general de EFPIA, considera que “las pymes son fundamentales para el futuro de las ciencias de la vida y de los pacientes europeos, ya que a menudo llevan a cabo investigación y desarrollo en áreas con necesidades médicas no cubiertas o abordan grandes crisis sanitarias, incluidas pandemias. Necesitamos que los responsables políticos respalden una visión estratégica ambiciosa para la competitividad del sector de las ciencias de la vida en Europa, como se describe en el informe Draghi, para desarrollar políticas que respalden y hagan crecer a las pymes biotecnológicas innovadoras en toda la UE”.

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