Aunque dotar al sistema sanitario de mayores recursos puede ser necesario, los expertos no consideran que esa sea la solución para asegurar el acceso a la innovación dado que se entraría en una espiral sin fin. La clave está en hacer las cosas de forma diferente: evaluar, medir, desinvertir en las tecnologías menos eficientes, reorganizar procedimientos, son algunas de las cuestiones puestas encima de la mesa por representantes de diferentes sociedades científicas durante el debate ‘Nuevas propuestas de futuro en el sector salud para el acceso a la innovación’ celebrado en el curso de verano ‘Experiencias de éxito en el acceso a la Innovación en los Sistemas Sanitarios’ organizado por la Cátedra Extraordinaria Salud, Crecimiento y Sostenibilidad impulsada por MSD y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), celebrado en Santander.
El presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), Miguel Ángel Calleja, comenzó su intervención asegurando que tenía dos buenas noticias que ofrecer. Por un lado, que estamos viviendo un “momento único de innovación” en el que cada día aparecen mejores fármacos, más eficaces y seguros. La segunda buena noticia es que el sistema “es sostenible”. Según él, tenemos 15.000 millones de euros cada año para ser utilizados en prestación farmacéutica. No obstante, hay que cambiar la manera de cómo se utilizan, “cambiar las cosas para que siga siendo sostenible” y poner el foco en la “equidad en los resultados”.
Calleja puso de manifiesto lo poco selectiva que es la financiación de medicamentos en España. Se financia el 97% de los fármacos frente a poco más del 50% en algunos otros países, explicó. Por ese motivo, señaló que “hay que romper con el presupuesto histórico” y analizar en cada ejercicio cómo se deben adaptar los presupuestos y desinvertir en lo menos eficiente.
El presidente de la SEFH también reclamó cambiar el paradigma de la compra de medicamentos y pidió dejar de comprar cajas para pasar a comprar servicios. Puso como ejemplo el acceso a internet donde hace años se compraban bonos con una cantidad de datos determinada y cuando se acaban se producía un problema. Hoy todo el mundo tiene tarifa plana. “Queremos una tarifa plana” en medicamentos para dárselos a quien los necesita. “No vamos a dar nunca un medicamento a un paciente que no lo necesita”, zanjó.
El presidente de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme), Fernando Carballo, remarcó el “compromiso ético con la gestión eficiente” de los profesionales.
Además, puso de manifiesto el papel de las sociedades científicas a la hora de “contribuir a la identificación e implantación tecnología, de manera crítica a independiente colaborando con las instituciones y con orientación a lo que aporte verdaderamente a al a salud”. Por ello, coincidiendo con Calleja, señaló que “hay que desinvertir en lo que no sea útil”.
La vicepresidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Ruth Vera, quiso poner encima dela mesa la importancia que tiene la innovación incremental en el ámbito de la oncología. Aunque llamó a utilizar el “sentido común” a la hora de valorarlo, aseguró que sin pequeños incrementos de mortalidad no se habría dado un importante paso en el abordaje del cáncer de colon en los últimos años, en los que se ha pasado de seis meses a más de dos años de pequeño en pequeño avance.
Vera descartó que la solución a la incorporación de innovaciones pueda venir por el incremento de financiación: “Los problemas no se solucionan solo metiendo dinero, no tendría fin”; por lo que, coincidiendo con sus compañeros puso el foco en el beneficio clínico. En este sentido pidió reevaluaciones, avanzar en precios por indicación, acuerdos de riesgo compartido, etc. Lo principal, para ella, “medir resultados” y utilizar el big data tanto para la predicción de resultados clínicos como para el desarrollo y aprobación de medicamentos. Eso “ahorraría mucho tiempo y recursos y “evitaría provocar daños y pérdida de tiempo a los pacientes”.
Por su parte, el presidente de Sedisa, Joaquín Estevez, criticó la “inoperancia” de las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad, que “dan lugar a falta de equidad”. Por ello, pidió avanzar en aspectos como una mayor coordinación haciendo los Informes de Posicionamiento Terapéutico (IPT) vinculantes para evitar las reevaluaciones y optimizar el uso de recursos. En este sentido, solicitó la coordinación de las agencias de evaluación de tecnologías sanitarias e impulsar el Consejo Interterritorial, con más fuerza.
Estevez, que, planteó la necesidad del Pacto político por la Sanidad, también fue partidario de evaluar los resultados y desinvertir e todo aquello que no sea eficiente así como eliminar los procedimientos y tecnologías que no aporten valor. Según dijo, “todos los expertos estamos en línea. El problema es que quien nos dirige en muchos sitios no sabe de sanidad”. Por ese motivo, se preguntó: “Si estamos todos de acuerdo, ¿por qué hablamos siempre de lo mismo y no avanzamos?
La mesa la cerró el presidente de la Asociación Española de Afectados de Cáncer de Pulmón (AEACaP), Bernard Gaspar, que reclamó un papel para los pacientes en la toma de decisiones sanitarias así como tener en cuenta su percepción en los estudios de riesgo-beneficio.