Terapéutica

La polipíldora cardiovascular sería beneficiosa para la salud y para el SNS

La Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) y la Fundación Global Salud han organizado en Madrid una mesa de debate sobre el uso de la polipíldora cardiovascular.

La Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) y la Fundación Global Salud han organizado en Madrid una mesa de debate sobre el uso de la polipíldora cardiovascular (combinación de atorvastatina, ácido acetilsalicílico y ramipril), en el marco de la I Jornada sobre Alta Complejidad Médica en la Sanidad Privada, en la que se ha puesto de manifiesto la buena relación coste-eficiencia de esta alternativa terapéutica.

Concretamente, ha sido José María Castellano, coordinador de ensayos clínicos del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), quien se ha referido al hecho de que el paciente afectado por enfermedad cardiovascular tenga que que tomar varios medicamentos al día, lo que redunda en "una menor adherencia al tratamiento", que a su vez, ha precisado, "origina numerosas hospitalizaciones e incrementa el riesgo de fallecimiento entre un 30 y un 45%".

Por este motivo, ha opinado que la polipíldora cardiovascular, fruto de la investigación del CNIC y Ferrer, es especialmente beneficiosa para pacientes de la tercera edad. Y es que, dijo, "desde los años 90 se ha triplicado el número de pacientes de más de 65 años sometidos a polifarmacia, es decir, aquellos que toman más de cinco pastillas al día".

Coste-efectividad

Junto al impacto en la adherencia y la reducción de hospitalizaciones y fallecimientos, Castellano ha asegurado que esta opción terapéutica también ofrece una óptima relación coste-efectividad. "Además de su demostrada eficacia clínica, aporta un gran valor que ayuda en la economía de los sistemas de salud”, ha resumido Castellano, quien ha señalado que "los pacientes que antes no tomaban la medicación y ahora sí gozan de una disminución de eventos que se traduce en una disminución del coste".

 

En cuanto a la reducción de eventos cardiovasculares, durante la celebración de la mesa se hizo alusión a la financiación de la Unión Europea para el estudio Secure, un ensayo clínico que se está llevando a cabo en siete países con 3.500 pacientes mayores de 65 años que han sufrido infarto de miocardio y que concluirá en 2020. Está siendo coordinado por el CNIC y cuenta con Valentín Fuster y Castellano como investigadores principales. En este sentido, Castellano ha concluido que este estudio "demostrará la hipótesis de que la polipíldora cardiovascular disminuye los segundos eventos en mayor medida que la toma de medicación por separado".

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