Durante el VII Foro de la Distribución Farmacéutica, organizado por Fedifar y Merck, se abordaron, por un lado, las principales causas de los desabastecimientos y, por otro, las principales soluciones, las cuales varían mucho si se aplica un enfoque global o uno nacional, y también si de lo que se trata es de evitarlos o de minimizar su impacto en la práctica clínica y, como consecuencia, en la salud de los pacientes.
El enfoque más global lo ofreció Ema Paulino, consejera delegada interina de la Federación Internacional de Farmacéuticos (FIP), quien desglosó las principales recomendaciones realizadas por esta organización en el marco de una cumbre celebrada en 2013, cuando los desabastecimientos comenzaban a convertirse en un quebradero de cabeza para muchos países desarrollados. En este sentido, llamaban, de cara a reducir la recurrencia de este fenómeno, a "evitar licitaciones en las que saliera como adjudicatario un único proveedor, para, de ese modo, contar con alternativas; eliminar la variabilidad regulatoria en materia de autorización y que dificulte el acceso; el establecimiento de organismos nacionales supervisores, así como el establecimiento de planes, basados en la evidencia, para poder actuar ante situaciones especiales".
Asimismo, y dado que, en su opinión, lo que prevalece detrás de este fenómeno son las causas económicas, refiriéndose, principalmente, a la pérdida de atractivo comercial de algunas presentaciones para laboratorios, farmacias y mayoristas, Paulino opinó que es preciso que se adopten marcos "en los que todos los elementos de la cadena puedan estar confortables económicamente". A este respecto, recordó que son "empresas de salud pública y, aunque no se les pueden aplicar las leyes de la competencia en su sentido estricto, al menos tiene que garantizarse que puedan cumplir su misión de servicio público". Para ello, llamó a buscar "una solución negociada, que tenga en cuenta la capacidad económica del país y la economía de los diferentes actores".
En el apartado de la gestión de los desabastecimientos, de cara a poder hacerla más eficaz y eficiente, sugirió la necesidad de "mejorar la disponibilidad de la información, aumentando la transparencia y fomentando la comunicación entre las partes". A este respecto, Paulino destacó que "cuando las soluciones son más integradas, los resultados son mejores", y puso como ejemplo la 'Vía verde', una iniciativa emprendida en Portugal, en la que participan farmacias, mayoristas y autoridades, para una gestión óptima del stock, por parte de los almacenes, para medicamentos con problemas de abastecimiento. "No se moviliza un producto hasta que no haya petición de una farmacia específica para un paciente concreto", explicó. También propuso la generación de una lista global con productos críticos, difíciles de sustituir, y a avanzar en la armonización de los informes de desabastecimientos, que ayude a determinar causas y soluciones.
Soluciones en el terreno nacional
Algunas de las recomendaciones realizadas por Paulino bien podrían aplicarse al contexto nacional, como pudo constatarse con la intervención de los diferentes actores. Así, en la mesa en la que coincidieron Carmen Valdés, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria del CS Fuencarral, en Madrid; Miguel Ángel Gastelurrutia, titular de una oficina de farmacia en San Sebastián; Alberto Morell, jefe del Servicio de Farmacia del Hospital General Universitario La Princesa, en Madrid, y Ana Sánchez, responsable de Salud y Alimentación de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), se incidió mucho en la necesidad, de cara a la gestión de los desabastecimientos, de mejorar el flujo de información entre autoridades y los profesionales.
"Falta que fluya la información y también falta responsabilidad por parte de la Administración. Tendría que estar volcando todos los datos para que todos estemos bien informados y no generar desconfianza en los pacientes", señaló Valdés. En esta misma línea, Gastelurrutia defendió la mayor "integración del farmacéutico comunitario en el sistema sanitario, lo que implicaría trabajar más cerca de médicos y enfermeras para poder buscar soluciones". Morell también ahondó en esta idea y aseguró que con más "podríamos anticiparnos mejor a los problemas". Desde el auditorio, el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos (COF) de Madrid, Luis González, pidió un esfuerzo comunicacional a los laboratorios, para "evitar que el médico prescriba y el farmacéutico no pueda dispensar" medicamentos afectados por estas situaciones.
Sobre los déficits de información que denuncian los profesionales habló el jefe del Departamento de Medicamentos de Uso Humano de la Aemps, César Hernández, quien puso en valor la que se ofrece a través de CIMA (se detallan las causas, la duración prevista y se plantea alternativa), donde aparecen actualmente 253 presentaciones con reconocidos problemas de abastecimiento, aunque reconoció que queda trabajo por hacer, de cara que "esa información llegue a los sistemas de prescripción de los profesionales sanitarios", incluyendo en esta categoría a los de la oficina de farmacia. En este sentido, anunció que el deseo de la Aemps es que "próximamente se pueda disponer de información personalizada a nivel usuario sobre los problemas que nos afectan a cada uno". Gastelurrutia señaló, a este respecto, que en Euskadi se ha habilitado un canal de comunicación, vía e-mail, "que conecta a médicos y farmacéuticos y que permite la búsqueda conjunta de soluciones".
También podría mejorar la situación una mejor y mayor comunicación entre los actores de la cadena de suministro, es decir, farmacia, distribución e industria, como pusieron de manifiesto el presidente del CGCOF, Jesús Aguilar, el presidente de Fedifar, Eladio González, y el director general de Farmaindustria Humberto Arnés, que coincidieron en señalar, no obstante, los pasos importantes en este sentido con la creación del Sistema Español de Verificación de Medicamentos (Sevem). Al margen de esta coincidencia, Aguilar subrayó la contribución de la entidad colegial, en el ámbito de las soluciones, con la puesta en marcha de Cismed; González, por su parte, pidió una mayor flexibilidad de los cupos y Arnés subrayó que estos precisamente se habían implantado para dar respuesta a una de las principales causas de desabastecimientos de los últimos años, que había sido la exportación paralela.
Coordinación entre CCAA
El presidente de Fedifar también pidió una mayor coordinación entre las comunidades autónomas, para poder solventar algunas situaciones de falta de suministro, un problema que reconoció el responsable de la Aemps, organismo que, según González, debería ejercer ahí una fuerza mayor.
Finalmente, también afloró, en materia de prevención, la necesidad de buscar soluciones por la vía económica y regulatoria y, en este sentido, Hernández reconoció que es clave "incentivar la inclusión de varios fabricantes", aunque no siempre es posible. En este sentido, admitió también la necesidad de "una evaluación de la situación de los que se pierden por falta de interés comercial", asegurando habría que desarrollar "algún mecanismo para poder mantenerlos". En este punto, la responsable de Salud y Alimentación de la OCU opinó que es cierto "que hay precios muy bajos, pero también que están llegando medicamentos con precios desorbitados", y pidió, en este sentido, responsabilidad a los fabricantes y proactividad a la Administración, en Sanidad y Competencia, para evitar abusos de posición dominante.
En materia de prevención, el jefe de Medicamentos de Uso Humano de la Aemps habló del Plan de control sobre medicamentos autorizados, que quieren elevar hasta el 5% de las presentaciones actuales, destacó los beneficios de la elaboración de planes de gestión de riesgos para cada medicamento, así como de transformar los medicamentos extranjeros en fármacos autorizados en España, para que entren dentro del circuito normal. "También habría que revisar la política de sanciones para aquellos titulares que, pudiendo hacer algo más, generen un problema de desabastecimiento", culminó.