“Hay que reenfocar el sistema hacia resultados en salud, ese es el gran reto. De poco sirve saber qué estamos gastando en un medicamento aislado si no conocemos los resultados en términos en salud”. Con estas palabras, el director de Relaciones con las comunidades autónomas de Farmaindustria, José Ramón Luis-Yagüe, puso de manifiesto la necesidad de avanzar en la prestación farmacéutica, durante su conferencia inaugural, que compartió con el director del Departamento de Estudios de Farmaindustria, Pedro Luis Sánchez, del IV Congreso Nacional de Relaciones Institucionales (CNRI) del sector sanitario.
Luis-Yagüe explicó que avanzar en la medición de resultados es clave para avanzar en la eficiencia del sistema. Y, junto al director del Departamento de Estudios de Farmaindustria, se mostraron convencidos de que si no se avanza en esta cuestión es “por razones políticas al 80%”. Actualmente, la técnica permite agregar y analizar fácilmente la gran cantidad de datos que se generan en el sistema sanitario. “Se acabaron las excusas para no medir”, aseguró Sánchez.
Más allá, Luis-Yagüe explicó que ya hay en marcha algunas iniciativas internacionales para avanzar en la medición de resultados. Es el caso del Consorcio Internacional para la Medición de Resultados en Salud (ICHOM por sus siglas en inglés), que ha convocado a la puesta en marcha de proyectos de medición de resultados en patologías como cáncer de pulmón, cáncer de mama y enfermedad coronaria crónica. Se trata de un proyecto en el que están involucrados el Instituto Karolinska, Harvard o Efpia entre otros.
Con la medición de resultados, entre otras cuestiones se podrá identificar hasta el 20-30% de acciones de los sistemas sanitarios que se calcula que son ineficientes. Actividades como duplicidades, intervenciones innecesarias o variabilidad en la práctica clínica.
Más allá y en consonancia con las demandas expresadas por los gestores en la inauguración, Luis-Yagüe consideró que la relación de la industria con la administración debe estar “basada en la confianza y la transparencia”. Según el representante de Farmaindustria, “la industria está comprometida con la transparencia para que transmita confianza”. El objetivo es “conseguir que las administraciones entiendan que nuestro sector es muy especial”.
Por su parte, el director del Departamento de Estudios de Farmaindustria, centró su conferencia en cinco retos que tiene el sector: los nuevos productos y la dinámica del mercado; la cooperación internacional; la nueva problemática en materia de precios; la búsqueda de eficiencia en el sector y la sostenibilidad.
En cuanto a los nuevos productos y la dinámica del mercado, Sánchez presentó diversos estudios que establecen en el 11,8% el porcentaje de medicamentos que llegan a ser aprobados en relación a los que iniciaron la investigación clínica. Además, destacó que la rentabilidad de cada molécula lanzada “ha pasado del 10,1% en 2010 a un 3,7% en 2016”.
Cooperación entre países
Acerca de la cooperación internacional explicó las claves de EUnetHTA así como la propuesta de la Comisión Europea de regulación de la evaluación de eficacia relativa única a nivel europeo que se está debatiendo en la actualidad en el Parlamento Europeo. También mencionó otras entidades supranacionales para compartir información como Nordic collaboration, Beneluxa, Visegrado grupo+2, o la Declaración de La Valeta, en la que participa España.
En lo que se refiere a la problemática de los precios de los medicamentos destacó los precios por indicación y los precios por combo. En ambos hay retos que abordar desde el punto de vista regulatorio, aunque también hay que limar problemas de tipo legal y de compliance dentro de las propias compañías.
Además de la búsqueda de la eficiencia, ámbito en el que la medición de resultados es clave, Sánchez abordó la necesidad de sostenibilidad de los sistemas sanitarios. A este respecto, reclamó “poner las cosas en su justo término” y mencionó el reciente informe de la Comisión Europea ‘2018 Ageing reports’, que compara entre otros, el porcentaje actual del Producto Interior Bruto (PIB) que se destina a gasto público sanitario y el que tendrán en 2070 diferentes países. En España, actualmente se destina a salud el 5,9% del PIB y pasaría en 2070 al 6,5% del PIB. Dentro de los márgenes de sensibilidad se podría llegar a un máximo un 7,9% del PIB, no obstante, alcanzar esta cifra supondría para Sánchez “una tormenta perfecta” que, en cualquier caso, alcanzaría una cifra que es “inferior a la que hoy en día gastan muchos países de nuestro entorno”.
Por todo ello, el director del Departamento de Estudios de Farmaindustria consideró que, “aunque hay que hacer hueco para este incremento del gasto, no parece que sea mucho y que vaya a hacer inmanejable el presupuesto sanitario al menos en el caso de España”.