Pfizer ha anunciado este martes que invertirá en su planta de San Sebastián de los Reyes (Madrid) un total de centro 70,2 millones de euros con el objetivo de aumentar la actual capacidad de producción de medicamentos para la hemofilia. Además, desde esa planta se distribuirá toda su terapia génica, de interés en enfermedades raras, hacia Europa
“Pfizer refuerza, así, su apuesta por España, por el sector de la biotecnología y coloca a nuestro país en una posición estratégica tanto para la compañía, como para la ciencia, contribuyendo a mejorar nuestro desarrollo económico sostenible”, ha explicado el presidente y director general de Pfizer en España, Sergio Rodríguez, durante un encuentro virtual con periodistas celebrado este martes.
El máximo responsable nacional de Pfizer ha precisado que con esta inversión se dotará a la planta de la última tecnología disponible y proporcionará la capacidad de seguir produciendo medicamentos esenciales para muchos pacientes. “La apuesta de Pfizer por abordar las enfermedades raras es muy sólida y estas decisiones van en línea con este claro propósito. Llevamos más de 30 años investigando estas patologías, y más de 1 de cada 10 innovaciones de la compañía están destinadas a pacientes que las padecen”, ha dicho.
En cuanto a la importancia que este anuncio tiene para España, Rodríguez ha asegurado que “es un compromiso de largo plazo y una noticia excelente que supone un aval por el trabajo desarrollado y por la calidad de los profesionales de Pfizer en este país”.
Una planta estratégica para Pfizer y única en España
La planta de producción de Pfizer en San Sebastián de los Reyes (Madrid) es uno de los principales centros biotecnológicos de la compañía, además de la única sede de Pfizer en el mundo que produce medicamentos para el tratamiento de dos tipos de hemofilia, A y B, ambas enfermedades raras.
Cuenta actualmente con 300 profesionales y se dedica principalmente a la producción y acondicionamiento final de fármacos estériles liofilizados de alta complejidad y valor añadido; y suministra a más de 15.000 pacientes y 70 países, entre los que destacan Estados Unidos, Japón o China, además de todos los países de Europa.
La inversión prevista de 70,2 millones de euros se destinará a la construcción de una zona de fabricación de estériles con las últimas tecnologías, con un grado de automatización muy alto, alineado con la industria de vanguardia. Además, permitirá aumentar su actual capacidad de producción de tratamientos, cuando comience su actividad comercial, proyectada para 2024.
“El principal objetivo de esta inversión es prepararnos para crecer, ya que tendremos la capacidad de producir nuevas terapias a la vez que estamos listos para cumplir las expectativas de los reguladores del sector”, ha explicado la directora de la planta, Ana Maqueda.
Las previsiones, tal y como ha indicado Maqueda, apuntan a “mantener la actual producción de medicamentos, a la vez que nos preparamos para recibir tratamientos adicionales, puesto que vamos a tener la capacidad”.
Terapia génica en enfermedades raras
Por su parte, la directora de la Unidad de Enfermedades Raras de Pfizer, Nadia Rodríguez, ha destacado el fuerte compromiso de la compañía con este tipo de patologías, en las que lleva 30 años investigando. Además, esta responsable ha señalado que solo en los últimos seis años, la compañía ha invertido más de 672 millones de euros, en concreto, en el desarrollo y producción de terapias génicas.
De acuerdo con sus datos, 8.000 pacientes en España se están tratando con alguna de las terapias de Pfizer en patologías como las hemofilias, enfermedades de origen neurológico, endocrino o pulmonar.
“En más de un 70% de los casos, el origen de estas enfermedades es genético, por lo que la terapia génica -que recupera la funcionalidad perdida por el defecto en el material genético del paciente- podría suponer realmente un nuevo escenario para el tratamiento de estas enfermedades y, por lo tanto, para pacientes, familias y también profesionales sanitarios”, ha enfatizado.
Actualmente, Pfizer cuenta con resultados en las fases iniciales de desarrollo clínico para los tratamientos de la hemofilia A y B y distrofia muscular de Duchenne, todas ellas enfermedades de origen genético. “Ya se han iniciado los ensayos clínicos para confirmar la eficacia y seguridad de estos tratamientos, pero habrá que esperar a conocer la evolución de estos ensayos y a la publicación de estos”, ha precisado Nadia Rodríguez.