Terapéutica

Valdecilla se sitúa en el centro del clúster cántabro de salud que comienza su andadura este otoño

Diariofarma ha organizado un encuentro de expertos en Santander con el objetivo de conocer la apuesta de la región y del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla por las terapias celulares, área que se ha constituido como palanca de cambio de procesos, mejora de infraestructuras y nuevas aplicaciones.
Participantes en el encuentro de expertos ‘Las terapias celulares como proyecto de región en Cantabria’.

El Hospital Universitario Marqués de Valdecilla será el núcleo central del clúster biosanitario de Cantabria, que dará formalmente sus primeros pasos este otoño con el objetivo de hacer de la región un lugar de oportunidades para el ámbito biosanitario, favoreciendo la implantación de empresas de este sector y la realización de proyectos que impulsen el desarrollo económico.

El Gobierno de Cantabria lleva trabajando en este proyecto más de un año y a ello ha dedicado recursos económicos y organizativos, en lo que es una apuesta por “un modelo amplio de colaboración que genere riqueza”, tal y como explicó el director general de Ordenación, Farmacia e Inspección, Jorge de la Puente, en un Encuentro de Expertos organizado por Diariofarma con la colaboración de Gilead para conocer de primera mano en qué punto se encuentra la colaboración entre los diferentes mimbres con los que cuenta el proyecto.

Según defendió el director gerente del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, Rafael Tejido, “Valdecilla es un centro de referencia para el paciente de alta complejidad. Somos un centro de innovación, de investigación y generador de riqueza y queremos ser uno de los impulsores de la economía de salud”, aprovechando “la gran densidad de talento” que hay en Cantabria.

“Tenemos una gran oportunidad de impulsar la biomedicina, la medicina personalizada, la terapia celular y traer aquí industria en relación con esos proyectos. Eso lo podemos conseguir”, afirmó Tejido, para quien ya se han dado avances gracias a la unidad de los diferentes actores iniciales del clúster.

En este sentido, la Universidad de Cantabria se suma al proyecto con sus facultades de Medicina y Enfermería, el IBBTEC (Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria)  “y otras estructuras que pueden contribuir transversalmente”, caso de sus expertos en física para el desarrollo de la protonterapia o los ingenieros de materiales que colaboran en varias líneas de investigación del IDIVAL (Instituto de Investigación Sanitaria Valdecilla), tal y como recordó el vicerrector de Investigación y Política Científica, Luigi dell’Olio.

“Debemos apostar por la multidisciplinariedad y aprovechar el talento de expertos que puedan interactuar” y conseguir “dar un paso más, que dé lugar a mayor aplicación de los avances, mayor transferencia”. En ese escenario, el clúster cántabro de la industria de la salud “será un elemento tractor para que nuevas empresas puedan instalarse en Cantabria gracias al atractivo de su hospital de referencia, sus institutos de investigación y la participación pública”.

Terapias avanzadas

Además de la actividad habitual del Hospital de referencia en Cantabria, que ya es el primer empleador de la comunidad y generador de riqueza en ámbitos tan diversos como la consecución de ensayos clínicos o la atracción, cada vez más importante, de congresos y eventos del sector salud, se suman al menos dos proyectos singulares que ejemplifican la estrategia regional por la alta tecnología y la medicina personalizada de precisión: la protonterapia y las terapias celulares.

En el caso de la protonterapia, la comunidad autónoma ha apostado decididamente por su desarrollo dedicando gran parte del montante total que está previsto recibir de los fondos europeos REACT: 45 de los 96 millones asignados.

Un momento del debate, que se celebró en la biblioteca Marquesa de Pelayo del Hospital Marqués de Valdecilla

Se espera que este proyecto esté operativo en un plazo de dos años y que no solo sea capaz de ofrecer a los pacientes con cáncer la mejor tecnología de este tipo –Valdecilla sería el primer hospital público en disponer de ella-, sino también generar un espacio de oportunidades para la formación de profesionales y proyectos de investigación que generen nuevos desarrollos.

Por otro lado, en lo que tiene que ver con las terapias celulares, Valdecilla está trabajando intensamente por convertirse en un centro designado por el Ministerio de Sanidad y referente para la utilización de células CAR-T en el tratamiento de cáncer hematológico.

Aun con todo, tal y como explicó el director de la Fundación Valdecilla, Raúl Pesquera, “las CAR-T han sido un revulsivo, pero no el único objetivo. El desarrollo de las terapias celulares va a conllevar nuevos proyectos” y ya se está trabajando en la aplicación de estas terapias para beneficiar el tratamiento de otros tipos de cáncer o de los trasplantes, por ejemplo.

“Estamos muy ilusionados. Creemos en el concepto de la multidisciplinariedad y transversalidad”, destacó la directora del programa TPH y Terapia Celular, Arancha Bermúdez, que señaló las posibilidades que se están abriendo a raíz de la apuesta de Cantabria. Como elementos relevantes para el éxito del clúster, mencionó la comunicación con la industria y con otros hospitales.

Desde el punto de vista del coordinador de la Unidad de Terapia Celular, Carlos Richard, “debemos aprovechar este momento. Sin proyectos como este es posible que Cantabria no sea capaz de salir de la crisis”, urgió, en una llamada a mantener la colaboración entre los diferentes ejes públicos del proyecto de clúster biosanitario.

Colaboración y unidad

En la creación del clúster de la industria de la salud en Cantabria también jugará un papel importante el IDIVAL, centro de investigación acreditado por el Instituto de Salud Carlos III, lo que es una baza más en esta apuesta por crear un clúster biosanitario en el que se consiga “implicar al sector privado”, tal y como defendió el director gerente del instituto, Galo Peralta.

Otro de los mimbres del proyecto, y que además es un ejemplo de aprovechamiento del talento local, es el Hospital Virtual Valdecilla, un centro de entrenamiento de alto rendimiento al que acuden a formarse mediante la simulación clínica más de 3.000 profesionales sanitarios al año procedentes de distintos centros de España y el mundo. Este centro, que desarrolla la misión docente de expertos del propio Hospital Valdecilla trabaja en colaboración con el Center for Medical Simulation de Boston y ha ejercido una labor pionera del desarrollo de la simulación clínica en España, formando a nuevos instructores y colaborando en la creación de otros centros de simulación avanzada en el país.

Desde esta experiencia, su director, Ignacio del Moral, aseguró que el talento condensado en Cantabria ejerce “como motor de atracción, porque la excelencia llama a la excelencia” y las empresas colaboran “con los servicios que son muy profesionales y saben contar muy bien lo que quieren. Transmitir coherencia y rigor inclina a la empresa. Y eso se lo podemos dar”, aseveró.

Y en ello continuarán trabajando en Cantabria, desde lo que consideran que es “una situación de partida óptima, que va a conseguir aportar valor” y que tiene al hospital de referencia de la comunidad, el Hospital Valdecilla, a punto de celebrar su 92 aniversario, su núcleo vertebrador. Tal y como señaló Richard, “esta es una oportunidad que nos obliga a la cooperación: tenemos los medios, tenemos las capacidades y tenemos la marca”.


Texto: Isabel Giménez. Fotos: José Ramón González Soutullo

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