Terapéutica

¿A qué se deben las reticencias de los sanitarios a la vacuna de la gripe?

Un estudio elaborado por expertos del Ministerio de Sanidad analiza las circunstancias que provocan en los profesionales sanitarios una baja inmunización de la gripe.
Profesionales sanitarios vacunándose de gripe

La confianza de la población general en la recomendación que realiza el personal sanitario es el principal elemento para decidir a favor de la vacunación frente a la gripe. Por ello, es esencial indagar y profundizar en las causas que conducen a los grupos profesionales a la no vacunación o no recomendación de los grupos diana, con el fin de realizar una adecuada intervención que consiga aumentar las coberturas de vacunación. Además, es necesario desarrollar estrategias integrales, formativas e informativas, participadas, dirigidas a la población diana e incorporando los resultados distintivos identificados, que consigan mejorar las coberturas.

Con este objetivo se ha publicado el estudio ‘las causas de reticencia a las vacunación contra la gripe en profesionales sanitarios de España: resultados de un estudio cuantitativo” realizado por un grupo de expertos de la administración con el objetivo de identificar los factores que más contribuyen a la reticencia hacia la vacunación contra la gripe en los profesionales sanitarios. El estudio ha sido elaborado por Carmen Olmedo, Aurora Limia, expertas de la Dirección General de Salud Pública, Calidad e Innovación del Ministerio de Sanidad, Miguel de la Fuente y Eva Galindo de Dermométrica, Investigación de Mercados y Opinión Pública y miembros del Grupo de Trabajo de Gripe. 

En los resultados se destaca que de las 11.108 encuestas realizadas, los aspectos valorados acerca de la vacunación frente a la gripe en los profesionales sanitarios son bien conocidos (> 85%), siendo menor en auxiliares de enfermería y otro personal sanitario. Además, se detalla que el personal sanitario joven se vacuna menos, tiene menor percepción del riesgo y reconoce menos su papel como transmisor que como receptor. 

Por otro lado, se destaca que el personal sanitario recomienda la vacunación de forma desigual a los diferentes grupos diana. Y todos los perfiles demandan campañas de información con mensajes comunes. Dentro de los motivos más relacionados con la decisión de vacunarse o la recomendación de la vacuna, los autores destacan “el haberse vacunado previamente, junto a la formación y la docencia en vacunas” 

El estudio forma parte de la primera fase de un proyecto más amplio aprobado por la Comisión de Salud Pública el 12 de septiembre de 2021 denominado «Causas de reticencia a la vacunación frente a la gripe y estrategias para mejorar las coberturas de vacunación», proyecto que ha sido diseñado con el enfoque de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Motivos para vacunarse o para no hacerlo

El estudio presentó en una encuenta 14 motivos para vacunarse y para no vacunarse y los participantes debían consignar los tres que consideraban más importantes. De los resultados de la encuesta se destaca que, “no existían diferencias en las respuestas estadísticamente significativas según el perfil sanitario”, excepto en la preocupación por la transmisión a los pacientes, contestada sobre todo por personas de perfil en medicina (33,9%) y enfermería (27%), y en menor proporción en auxiliares de enfermería (18,2%), oficinas de farmacia (19,4%) y salud pública (13,1%). 

Por otro lado, se detalla que se observan diferencias significativas en los motivos para vacunarse en función de la edad del profesional. Los más jóvenes consideran en menor medida la gripe una enfermedad grave (25,6 frente a 38,1%) y la vacunación menos importante como herramienta de prevención (60,9 frente a 74,2%). 

Además, se refiere que en el ámbito de atención primaria parece que existe una mayor confianza en la vacunación como herramienta de prevención frente a la gripe, en concreto el 13,1% del personal de hospitales no cree que la vacunación les proteja de la gripe frente al 6,3% de primaria y tienen mayor preocupación por los efectos adversos un 22,7% frente al 15,8% de primaria. 

En cuanto a los motivos para no vacunarse, se encontraron diferencias significativas según el perfil sanitario, destacando el personal de las oficinas de farmacia y otros profesionales quienes consideran en mayor medida «no haberse vacunado nunca, (55 y 50,5%, respectivamente) como motivos para no vacunarse. 

Sugerencias para el fomento de la vacunación

Con respecto a las sugerencias que se hicieron para el fomento de la vacunación, los expertos señalan que “llama la atención que los profesionales más jóvenes demandan en mayor medida accesibilidad, campañas e información por parte de las autoridades sanitarias”. Además, subrayan que es muy relevante el resultado de obligatoriedad de la vacunación en un contexto ético en que se apela más a la responsabilidad del profesional y no a la obligación. El personal más joven considera esta sugerencia en mayor proporción que el de mayor edad, siendo un 48,7% frente a 39,9%. 

Por otro lado, la demanda de accesibilidad y de mayor información es mayor en el personal del ámbito hospitalario que en el de atención primaria (21,6 frente a 7,8% y 23,2 frente a 14%, respectivamente). 

Motivos para recomendar la vacunación 

Las tres sugerencias más frecuentes que se señalan para mejorar la recomendación de la vacunación fueron que los conocimientos de vacunas fueran más sólidos (28,5%), que el propio paciente tuviera interés (21,9%) y que las vacunas disponibles fueran menos reactógenas (15,3%).

El estudio señala que un 77,9% de los sanitarios que pueden recomendar la vacunación, la aconsejan. No obstante, destacan la heterogeneidad en función del perfil profesional y siendo la recomendación más baja a las mujeres embarazadas (57,4%). Además, los expertos detallan que la intensidad de la recomendación también varía según el grupo de riesgo, siendo el mayor énfasis en las personas con enfermedades crónicas y mayores de 65 años, y menor en las personas que trabajan en los servicios públicos esenciales. 

Dentro de los principales motivos para la recomendación destacan que la vacunación de personas de alto riesgo es eficaz para reducir las complicaciones de la gripe (97,1%), es una recomendación de las autoridades sanitarias(48,5%), y existen campañas que recomiendan la vacunación en mi centro de trabajo (34,1%). 

Por otro lado, los principales motivos para no recomendar la vacunación fueron la preocupación por los efectos secundarios de la vacuna (15,9%), no creer que la vacuna proteja de la gripe a los pacientes (15,4%), la preocupación por que la vacuna pueda provocar la gripe (8,5%) y no considerar grave la enfermedad (8,1%). 

En el estudio se destaca el alto porcentaje de personas pertenecientes al perfil de oficinas de farmacia, enfermería y auxiliares de enfermería que no aconsejan la vacunación por miedo a los efectos adversos de la misma. 

Dado que la preocupación por los posibles efectos adversos de las vacunas aparece como un importante motivo para no vacunarse, los autores abogan porque desmitificar este aspecto debería ser un objetivo de las campañas informativas a los profesionales. Otro aspecto de gran importancia es la existencia de un alto porcentaje de profesionales que no se vacunan y que consideran que la única forma de que se vacunen es que sea obligatoria. 

Las campañas de sensibilización son esenciales 

Los autores consideran fundamental incidir en que, a pesar del alto grado de conocimiento sobre el objeto de estudio, en la mayoría de los colectivos profesionales y la alta conciencia de la importancia de la vacuna como herramienta de prevención, es menos reconocido el papel de los propios profesionales como transmisores de la infección como motivo de vacunación. 

Por ello, consideran que las campañas de sensibilización anuales formativas e informativas son consideradas esenciales como fuente de información sobre la vacunación frente a la gripe estacional. Estas deberían utilizar herramientas eficientes ya utilizadas con éxito en otros contextos y tendrían que focalizarse en aumentar la confianza del personal sanitario en la vacunación como herramienta de prevención, así como resaltar la gravedad de la enfermedad, ya que son los principales motivos para vacunarse. 

Además, deberían ir dirigidas especialmente a los colectivos con conocimientos menos sólidos y que, por su importante relación con el paciente, pueden tener un papel relevante en cuanto al ejemplo y la recomendación. Asimismo, las campañas han de insistir en mensajes dirigidos a los profesionales más jóvenes, con menor percepción de la gravedad de la gripe y menor confianza en la vacuna. Igualmente, se hacen necesarias campañas dirigidas a los grupos diana de vacunación en que se refuerce la imagen del profesional sanitario como ejemplo y referencia de vacunación.

También consideran que desde las autoridades sanitarias se debe de hacer un esfuerzo por transmitir homogénea y correctamente los grupos diana de la campaña de vacunación para conseguir mejorar las coberturas en grupos tan importantes como las embarazadas y las personas con enfermedades crónicas, que quedan aún lejos de los objetivos deseados.

Los autores señalan que  el trabajo de campo ha tenido lugar entre el 17 de febrero y el 31 de marzo de 2020. Y, detallan que la pandemia de la covid-19 ha modificado la percepción de la población, no solo de las vacunas, sino de la obligatoriedad de medidas de salud pública que en otro contexto podrían ser mal aceptadas, lo cual podría servir para abrir de nuevo este debate. Por ello, debe tenerse en cuenta que este estudio se desarrolló en el momento de inicio de la pandemia, lo que afectó su desarrollo y ha podido modificar la percepción de la vacunación de la gripe en los profesionales sanitarios. 

De hecho, los datos preliminares de cobertura en nuestro país en la temporada 2020–2021, apuntan a un aumento histórico de más del 20% en las coberturas en este colectivo en comparación con años previos, similar a lo ocurrido en otros países, y posiblemente debido al aumento de la percepción de riesgo en la población, así como a una mayor disponibilidad de vacunas. De ahí, la importancia de la monitorización y el seguimiento de las causas de reticencia a la vacunación contra la gripe en profesionales, focalizando en los principales aspectos identificados en este estudio para conseguir mantener este aumento y ajustar las campañas de vacunación para alcanzar el objetivo deseado en los próximos años.

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