La mayoría de los candidatos con formación o especialización sanitaria que se presentaban como candidatos al Congreso y al Senado en el pasado proceso electoral del 23 J han logrado alcanzar su representación, si bien, el nuevo escenario político que se abre tras las elecciones generales, también ha dejado a algunos ‘ilustres’ de la sanidad, fuera de ambas Cámaras.
Probablemente dos de las cara más conocidas, entre los que no van a repetir vengan de PP y Vox. Por el lado de los populares, el senador Rubén Moreno, que fuera entre otros cargos sucesor de Alberto Núñez Feijóo al frente del Insalud y una de las mentes más reconocidas de la sanidad valenciana, impulsor entre otros del denominado Modelo Alcira, no ha obtenido el respaldo suficiente como para revalidar el acta de Senador. En el otra Cámara, en el Congreso, también otro profesional reconocido, Juan Luis Steegmann (Vox) protagonista de intensos debates dentro de la Comisión de Sanidad, especialmente con el exministro Salvador Illa, tampoco ha conseguido revalidar su escaño por Madrid, donde la formación lideraba por Santiago Abascal ha conseguido cinco escaños, mientras que el hematólogo iba de sexto.
Los que sí que han conseguido los apoyos suficientes han sido los dos farmacéuticos que encabezaban las listas del PSOE. Tanto el ministro José Miñones, a partir del domingo, ya en funciones; como la expresidenta de Islas Baleares, Francina Armengol, que encabezaban las listas de La Coruña y Baleares respectivamente, sí cuentan con sus respectivos escaños.
También repiten otros clásicos, fundamentalmente de las formaciones mayoritarias. En el caso del PP, la exministra Ana Pastor, Elvira Velasco y la vicesecretaria de políticas sociales de la formación Popular, Carmen Navarro, obtienen su asiento en el Congreso.
A esta lista, se unen también Antonio Román, Rosa Moreno, José Manuel Aranda, Bienvenido de Arriba y María Luisa del Moral.
Por el plano socialista, la ministra en funciones y facultativa, María Jesús Montero, también contará con su acta como diputada, al igual que la exalcaldesa de Calahorra, la psicóloga Elisa Garrido, que ha logrado el único escaño socialista en la comunidad riojana.
Junto a ellos, otros profesionales que se incorporan al ámbito sanitario son los representantes de Sumar, Rafael Cotiño y Carlos Navarro.
Un escenario con apenas una veintena de perfiles netamente sanitarios, a los que se le añaden también otros perfiles, que en alguna ocasión de su carrera, han estado vinculados al ámbito de la salud, desde los más diversos orígenes. Entre ellos, cabe destacar al candidato del partido ganador, Alberto Núñez Feijoo, que desarrolló una intensa labor al frente del Insalud, en los momentos previos a la descentralización sanitaria del país.
Precisamente Núñez Feijoo es el gran protagonista, tanto de la pasada noche electoral, como de la delicada situación política que han deparado los resultados obtenidos por todas las formaciones. El presidente del PP se aboca a un resultado incierto de cara a un proceso de investidura donde carece de los apoyos necesarios y donde lograr un acuerdo entre las posibles fuerzas que le podrían apoyar, parece sumamente complicado. Por el contrario, su rival más directo Pedro Sánchez podría encontrar un acomodo en una política de pactos de recorrido más amplio, y por tanto más delicado si ello es posible, que la que le ha mantenido en la Moncloa. De no conseguirlo y una vez Feijoo fracase en su proyecto de investidura, España volvería atrás en la máquina del tiempo y a la repetición de elecciones, que ya tuvo lugar en 2019.
De hecho, un ex de la sanidad, como el exministro Illa, apoyo directo en lo que se ha dado en llamar la ‘derrota dulce’ de Sánchez ya ha anunciado este mismo lunes que el posible escenario de una repetición de elecciones “no se debe contemplar”, y ha demandado una altura de miras a los nacionalistas de Junts, para conformar esa mayoría. Los catalanes no niegan a ese apoyo, si bien, le ponen precio. La palabra referéndum va a ser el eje de esas posibles negociaciones.
Mientras tanto, en el plano sanitario, los proyectos y acuerdos estarán a la espera de los posibles acuerdos y a la filosofías que los sustentes. Cuestiones como la Ley de Equidad, que sigue sesteando en el Congreso, o el desarrollo de cuestiones como el papel de la farmacia comunitaria en el seguimiento de la salud pública, pueden depender en extremo del signo que finalmente tomen esos acuerdos o pactos.
Otras cuestiones que también quedan encima de la mesa de los juegos de mayorías serán los acuerdos sobre la despoblación y el medio rural, el pacto por la salud mental, el pacto por la sanidad, incluido por Feijoo en los cinco grandes acuerdos que ha propuesto en campaña, o la formación sanitaria especializada, donde las dos principales fuerzas electorales tienen puntos en común, pero también marcadas disensiones.
Otras cuestiones que también quedarán pendientes, dentro de un marco sanitario más ideológico, son la ley trans, la de eutanasia y la ley del aborto, cuyo desarrollo será absolutamente diferente en función de quien cuente con apoyos suficientes para alcanzar La Moncloa. Eso sí, toda vez que no sea necesaria una nueva repetición electoral.