La Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) ha aprobado modificar la pauta de vacunación respecto a la meningitis causada por meningococo (enfermedad meningocócica invasiva, EMI). Una modificación que llega solo tres meses después de la entrada en vigor del último calendario vacunal para todas las edades.
De esta forma, se pasará de la vacunación que protege únicamente frente al serogrupo C del meningococo a una vacuna tetravalente que protegerá, también frente a los serogrupos A, W e Y.
No obstante, el acuerdo introduce la vacunación sistemática con esta nueva vacuna solo en la población adolescente. De este modo, se sustituirá la vacunación actual a los 12 años de edad con vacuna frente a meningococo C por la vacuna tetravalente frente a meningococo por serogrupos ACWY. Esta sustitución se llevará a cabo de forma gradual debiendo estar implementada en todo el territorio a lo largo de 2020.
Castilla y León, pionera en incorporar a su calendario la vacuna Men ACWY
Este paso ya había sido dado hace unas semanas por Canarias y Castilla y León. No obstante, esta última comunidad autónoma planteó la vacunación con la tetravalente desde los 12 meses. Por ese motivo sus autoridades de Salud Pública han criticado el acuerdo ahora alcanzado por la comisión del CISNS.
El acuerdo además establece la captación activa y vacunación de varias cohortes de adolescentes y adultos jóvenes. Para ello y con la finalidad de establecer una protección comunitaria se realizará una vacunación de rescate de manera coordinada en todas las comunidades autónomas, durante 2-3 años para cubrir la población hasta los 18 años de edad.
La Comisión explica que la decisión se ha adoptado tras valorar la propuesta de ‘recomendaciones de vacunación frente a la enfermedad meningocócica invasiva’, realizada por la Ponencia del Programa y Registro de Vacunaciones del Comité Técnico Asesor de Vacunaciones a nivel nacional.
Canarias será la primera CCAA en incluir Bexsero en su calendario
En este sentido, apuntan que el informe evidencia un aumento de los casos de enfermedad meningocócica invasiva (EMI) en las últimas temporadas epidemiológicas, fundamentalmente debidos a los serogrupos W, Y y C.
Además, la Comisión indica que el acuerdo adoptado ha tenido en cuenta las características de la transmisión de meningococo, la situación epidemiológica de la EMI en los últimos años, la efectividad y la duración de la protección generada por las diferentes vacunas.
El porqué del acuerdo
El Ministerio de Salud, Consumo y Bienestar Social (MSCBS) ha publicado un informe en el que se recogen las ‘preguntas y respuestas sobre la vacunación frente a la meningitis’, en el que se explican diferentes aspectos sobre la enfermedad meningocócica.
Respecto al cambio acordado de la vacuna frente al meningococo C en el calendario de vacunación por la vacuna tetravalente a los 12 años, argumentan que se debe tener en cuenta la forma en que se transmite la enfermedad y la situación epidemiológica en los últimos años. En este sentido destacan un aumento de casos producidos por serogrupos W e Y principalmente en población a partir de los 15 años, que es la que mayoritariamente transporta y transmite la enfermedad sin padecerla.
¿Por qué no se incluye esta vacuna en la población infantil en este momento?
El informe explica la no inclusión, argumentando que “actualmente, la situación epidemiológica de la enfermedad meningocócica por los serogrupos W e Y, muestra que se producen más casos en la población adulta, por lo que no se incluye en este momento la vacunación sistemática en la población infantil”.
No obstante, añaden que “es necesario mantener la vigilancia epidemiológica” de cara a justificar en un futuro “la inclusión de la vacuna tetravalente en la población infantil”
Bexsero tendrá que esperar
Por otro lado, la Comisión ha decidido no incluir la vacunación frente a meningococo B en la infancia.
Respecto a esta vacuna, la Comisión explica para su decisión ha tenido en cuenta la situación epidemiológica actual, que está en retroceso, junto con la información disponible sobre la vacuna, que muestra una corta duración de la protección tras la vacunación, la ausencia de protección en la población no vacunada, la falta de datos de efectividad y la alta reactogenicidad cuando se administra junto a las vacunas del calendario en la etapa infantil.
Por último, la Comisión acuerda mantener las recomendaciones de vacunación frente a meningococo B y meningococos ACWY en los grupos de riesgo.
Motivos de la ausencia
A pesar de las recomendaciones constantes y reiteradas de los expertos y sociedades científicas abogando por la inclusión de esta vacuna en el calendario vacunal, el informe detalla los motivos de la no inclusión e indica que “la situación epidemiológica actual muestra un descenso del número de casos por meningococo B y los pocos datos disponibles sobre la efectividad de la vacuna hacen que en este momento no se considere su inclusión en el calendario de vacunación”.
Y por otro lado, recalcan que la vacunación no protege frente a todas las cepas de meningococo B circulantes en España. Además, la vacuna tiene una alta reactogenicidad (fiebre, dolor en la zona de inyección, etc.) cuando se administra a la vez que las vacunas incluidas en el calendario.
Estas son las motivaciones que la Comisión de Salud Pública utiliza para, al tiempo, negar que la decisión de no se deba “a un criterio económico sino porque tras la evaluación no se cumplen los criterios en relación a efectividad y seguridad de la vacuna”, concluye el informe.
Por último, el documento también aborda la polémica acerca de si con esta decisión se podría generar inequidad o desigualdad en salud. A este respecto, exponen que “la equidad, en el caso de los programas de vacunación, es poner a disposición de todas las personas, independientemente de su posición social y otras circunstancias determinadas por factores sociales, aquellas vacunas que han demostrado ser efectivas y seguras”.
El informe concluye aclarando que “la decisión de qué vacunas se incluyen en el calendario se toma por el Consejo Interterritorial del SNS tras un proceso exhaustivo de evaluación basado en la evidencia científica y en los datos epidemiológicos obtenidos de la vigilancia que se realiza en España por la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Renave)”.