Profesión

La Farmacia Hospitalaria repasa su evolución en la última década y traza los caminos para la siguiente

María Sanjurjo, Olga Delgado y María Antonia Mangues han analizado, durante el Congreso de la SEFH, el cumplimiento de las metas establecidas en la Estrategia 2020, y lo que queda por hacer, además de esbozar algunas líneas para el desarrollo de la profesión en los próximos años.
Imagen de la presentación de María Antonia Mangues en la mesa Viaje al 2020 del Congreso de la SEFH.

María Sanjurjo, jefa de Servicio de Farmacia del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, Olga Delgado, su homóloga en el Hospital Universitario Son Espases, y María Antonia Mangues, que ocupa el mismo cargo en el Hospital Sta Creu I Sant Pau, han participado en una mesa organizada en el Congreso de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), titulada 'Viaje al 2020', donde se ha hecho un repaso del cumplimiento de las metas establecidas en la Estrategia 2020, y lo que queda por hacer, a ese respecto, y se han trazado los nuevos caminos de evolución para los próximos años.

Del balance se ha encargado Sanjurjo, quien considera que se han conseguido avances en los seis ámbitos definidos en la Estrategia, aunque en unos más que en otros. Así, mientras en Desarrollo Organizativo "se ha avanzado mucho", especialmente por los adelantos en el desarrollo de sistemas de información, pese a las carencias conocidas en interoperabilidad y la trazabilidad hasta la administración de tratamientos, en otros, como el de Investigación, aún queda mucho camino por recorrer, aunque confía en que la creación de las tres direcciones para fomentar la investigación y la innovación, por parte de la SEFH, va a servir de acicate.

También ha destacado importantes logros en lo que respecta a la toma de decisiones basadas en la evidencia científica, por ejemplo, en la selección y el posicionamiento de los medicamentos, y ha destacado ahí la labor del Grupo Génesis, o en Seguridad, un aspecto que, ha dicho, se les graba "a fuego durante la Residencia". Considera que pueden mejorar, no obstante, la utilización de sistemas de información que alerten y prevengan, y la implicación de la industria farmacéutica para transitar hacia la identificación de cada dosis para poder evitar más errores, así como en la conciliación de medicamentos, para lo que haría falta, a su juicio, una mayor integración de los farmacéuticos en los equipos asistenciales. Eso, pese a que ha reconocido que en esto se ha avanzado mucho, lo que está redundando en una mejor atención farmacéutica.

Finalmente, ha reparado en la cuestión de la formación, con un proceso de especialización que, ha dicho, "va viento en popa", como indica el hecho de que unos 300 FH cuenten ya con certificación BPS. Confía en que la nueva directora de Formación de la SEFH, Dolors Soy, sabrá dar continuidad al gran trabajo realizado por Benito García para poder contar con profesionales cada vez más "competentes y comprometidos".

Para Sanjurjo, en esta última década la profesión "ha crecido en competencias, en cartera de servicios, en calidad" y una cosa que le parece importante es que ha logrado salir del Servicio de Farmacia e incluso de los hospitales para llenar el vacío de especialistas en Atención Primaria y en centros sociosanitarios. "Toca seguir en esta línea", ha dicho la jefa de Farmacia del Marañón.

Líneas de desarrollo profesional

Éstas ideas de futuro que planteó la especialista quedaron recogidas también en la ponencia de Delgado, que dibujó las que para ella deberían ser las líneas de desarrollo profesional para los próximos años. Según la presidenta de la SEFH, es clave que los FH de ahora y del futuro sean capaces de llegar a los pacientes, que avancen en su especialización y que cambien "el tiempo y el espacio" de sus intervenciones. Puso como ejemplo de esto la necesidad de anticiparse a las validaciones y conseguir formar parte de la decisión de prescripción, junto al médico.

Considera que en estos últimos años, los farmacéuticos especialistas han demostrado lo que pueden aportar y opina que "ahora viene una etapa" en la que deberían "crecer en número". "Hasta ahora, podemos hablar de un crecimiento cualitativo, relacionado con lo que podemos aportar, y ahora toca crecimiento cuantitativo", manifestó.

También apostó por un profesional "más versátil", que sea capaz de ofrecer "una atención más transversal, desarrollando su trabajo en diferentes ámbitos asistenciales". "Hasta ahora, hemos trabajado, además de en el hospital, en AP, en centros sociosanitarios, o en Prisiones", dijo, apuntando la necesidad de transitar hacia "un farmacéutico clínico que pueda dar respuestas a las necesidades de cada campo". A su juicio, eso debería plasmarse en el nuevo programa de la especialidad, que tras la pausa de la pandemia espera que pronto se reactive.

Otro aspecto que va a ser fundamental, a su juicio, va a ser el desarrollo de la telefarmacia, una vez que disponen de una legislación que permite la dispensación fuera del hospital, pero garantizando que el seguimiento se realice desde el Servicio de Farmacia. "Sea como sea la entrega, con los debidos protocolos, el paciente no podrá perder la referencialidad del hospital", destacó, aunque apuntó, lejos de la autocomplacencia, que los FH necesitan contar con "nuevos sistemas de seguimiento" y para mantenerse conectados con los pacientes.

De hecho, Delgado concede una cierta importancia, dentro de ese futuro de la profesión, a conseguir realizar una utilización efectiva de tecnologías como el Big Data, la inteligencia artificial o las app de acompañamiento. Opina, a este respecto, "que habrá que hacer un desarrollo de las herramientas para un mejor aprovechamiento".

Personalización y medicina centrada en el paciente

Mangues también se refirió a algunos de los retos que tiene por delante la profesión, que deberá dar respuesta, entre otras, a la asignatura pendiente consistente en evitar problemas de salud relacionados con medicamentos. Recordó que, "a veces, una mala utilización de medicamentos puede tener impacto en mortalidad y calidad de vida", por lo que considera que va a ser fundamental una mejor coordinación entre el hospital y los centros de salud "para hacer prevención primaria".

Una de las soluciones, a su juicio, pasa por avanzar hacia la medicina personalizada de precisión, que, dijo, "puede ofrecer buenos resultados en salud, además de ahorrar recursos". "Tenemos formación para hacerla y tenemos que seguir invirtiendo en ella", aseveró.

También abogó por terminar de dar el giro hacia la medicina centrada en el paciente, "lo implica contar con él, tener en cuenta sus valores, sus preferencias…". "El paciente lo pide y, cuando es protagonista en las decisiones clínicas, todo va mucho mejor", aseguró. Para conseguir ese giro, los farmacéuticos hospitalarios necesitan "formarse bien, para alcanzar una buena comunicación profesional con el paciente". Como las anteriores ponentes, hizo alusión a la tecnología, concretamente a las herramientas digitales que podrían contribuir a un mejor conocimiento de ese paciente.

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