La ONG Farmamundi ha presentado su memoria anual 2020 en la que destaca que ha conseguido desarrollar y adaptar 92 proyectos y programas de salud a la nueva realidad impuesta que ayudaron a mejorar la calidad de vida de 1.648.099 personas. Además, ha distribuido más de 90 toneladas de medicamentos y equipos de protección individual (EPI) para prevenir y frenar el covid-19 en 27 países del mundo.
“El Coronavirus ha puesto contra las cuerdas a los sistemas de salud más sólidos del mundo, evidenciando la fragilidad y vulnerabilidad del ser humano frente a las amenazas en el ámbito de la salud. El resto de países, con sistemas sanitarios más débiles, están sufriendo con mayor impacto los efectos de la pandemia, con afectaciones también en el ámbito económico y social, acentuando así las inequidades y desigualdades, que nos ha obligado a intensificar nuestro trabajo”, afirma el director general de Farmamundi, Joan Peris.
En ese contexto, el acceso a los medicamentos ha cobrado especial importancia en estos momentos de pandemia global, “siendo la vacunación mayoritaria de la población una de las mejores alternativas para salir conjuntamente de esta crisis sanitaria”.
“Sin embargo, nuevamente presenciamos enormes diferencias entre el acceso a las vacunas y el ritmo de vacunación entre los países con mayores recursos y el resto. Esta situación todavía se ve agravada cuando existen conflictos bélicos y de reclusión forzada, como son el caso de Yemen o Palestina, así como la situación de los campos de personas refugiadas en países como Kenia o Uganda, donde no están garantizadas las condiciones mínimas de salubridad para la adecuada prevención del virus”, prosigue Peris.
Todo el equipo de logística humanitaria de Farmamundi “se volcó para suministrar los equipos de protección individual a las entidades humanitarias que solicitaron apoyo, destacando Cruz Roja, Médicos del Mundo y Cáritas, además de las entidades de distribución farmacéutica. En total, han sido 90.354 Kg de ayuda humanitaria enviada a 27 países del mundo, de las que casi cuarenta fueron material EPI para prevenir el covid-19”.
A pesar de la compleja situación, la ONG ha seguido trabajando, a través de 92 proyectos de cooperación y acción humanitaria en 19 países, adaptando las intervenciones al nuevo contexto generado por la covid-19, en coordinación con las autoridades locales y entidades socias de los países donde trabaja, para dar una respuesta efectiva y mejorar la salud de la población. “Aplicamos un enfoque de prevención y desarrollo de capacidades locales basado en la corresponsabilidad, a través de una estrategia de mejora del abordaje epidemiológico y clínico, mediante procesos de incidencia y promoción de la higiene y agua segura, para el fortalecimiento de conocimientos y prácticas seguras de la población, con el objetivo de prevenir los contagios”, continúa el director de Farmamundi.
También en el ámbito educativo, la ONG tuvo que adaptarse a la nueva realidad de confinamiento vivida en España. “Habilitamos plataformas virtuales y actividades telemáticas para el desarrollo de las más de 50 acciones educativas y la generación de conocimientos, este año más que nunca centrados en la defensa de derechos en contexto de pandemia, logrando mantener la implicación y participación de 201.437 personas”.
Todas estas acciones no serían posibles sin el apoyo de las entidades financieras, donantes y colaboradoras, personas socias y voluntarias. “Y un reconocimiento muy especial a toda la profesión farmacéutica, desde sus diferentes ámbitos de actuación, por el importantísimo papel desempeñado en la gestión de la crisis sanitaria en España y la atención a la ciudadanía a causa de la covid-19, desde el compromiso y la solidaridad también con Farmamundi en defensa del derecho y la igualdad en salud”, concluye.