Podemos evita que prospere la PNL del PP contra las subastas de fármacos

Por diez votos frente a siete la Comisión de Salud del Parlamento de Andalucía ha rechazado la Proposición No de Ley (PNL) presentada por el Partido Popular para instar el Gobierno regional a retirar la subasta de medicamentos en Andalucía. En la votación, Podemos ha sido crucial y sus dos votos, junto a los siete del PSOE y el de Izquierda Unida, ha sido suficiente para derrotar al Partido Popular y Ciudadanos que han apoyado la PNL. Si la posición del partido de Pablo Iglesias hubiera sido la que manifestaba hasta hace pocos meses, la propuesta habría salido adelante y habría puesto en dificultades al Gobierno de Susana Díaz en su empeño de continuar con las subastas de medicamentos.

En su intervención, la portavoz del Partido Popular, Catalina García, ha destacado que lo principal es “hablar de personas, no de bolsillos”. Por ese motivo ha puesto gran parte del foco en lo que las subastas suponen para los pacientes, destacando que el método ha sido criticado por pacientes, profesionales sanitarios y de derecho sanitario. Según ella, el único criterio utilizado por la Junta de Andalucía ha sido “economicista”. Y a pesar de ello, no ha logrado su objetivo, ha explicado la portavoz popular al detallar que de los 724 millones de euros que la Junta anunció que se iba a obtener, no se han conseguido más que unos 200 millones.

Según explicó García, el principal argumento de las asociaciones de pacientes contrarias a las subastas y el Gobierno de España en sus recursos de inconstitucionalidad es que anula la equidad de los andaluces con respecto al resto de españoles, teniendo un acceso distinto y desigual con otros pacientes. Según indicó, mientras que en otros lugares de España “se pueden prescribir 10.000 medicamentos, en Andalucía son solo 400”.

En cualquier caso, desde la perspectiva de la portavoz popular, el principal problema de las subastas es el desabastecimiento en las farmacias, que no se ve solo en los primeros meses, sino que se ha convertido en algo habitual puesto que “las adjudicatarias no tienen capacidad para el compromiso al que han llegado”. Esta falta de abastecimiento hace que la farmacia tenga que dispensar otro fármaco que confunde al paciente lo que provoca que “desconfíe y abandone la medicación o lo tome doble” generando situaciones “muy graves”, explicó. En este sentido, indicó que un diabético o un hipertenso no se tome la medicación o la tome doble, es algo muy grave que provoca una afectación en órganos diana “con consecuencias graves a largo plazo”, algo que según indicó “ojalá no lleguemos a verlo”. De este modo, según García, “el ahorro inicial que obtiene la Junta tendrá un coste extra en el futuro”.

La portavoz popular se mostró de acuerdo con la búsqueda de la eficiencia, “pero no a cualquier precio”, indicó, puesto que “lo más importante es el objetivo de la salud”, zanjó. Por todo ello, reclamó de la Junta de Andalucía respuesta a una serie de cuestiones clave. Entre otras, sobre la actuación que el Gobierno andaluz había ejecutado en relación a las empresas que no suministran aquello a lo que se han comprometido, así como conocer a qué se están dedicando los ahorros obtenidos por las subastas o si realmente se está cobrando puntualmente lo que las empresas deberían aportar.

Por su parte, Izquierda Unida, a través de su portavoz Inmaculada Nieto, fue escéptica acerca de los daños que las subastas generan a los pacientes. “¿Está demostrado que tienen un perjuicio las subastas en los pacientes?” se preguntó. Según ella, a pesar de que es un debate “que preocupa a la ciudadanía”, no creen que haya “argumentos que avalen la retirada de esa fórmula” ya que se trata de medicamentos que tienen las garantías de la Agencia Española de Medicamentos. Eso sí, Nieto no entró a valorar el funcionamiento real de las subastas con los problemas que genera los desabastecimientos.

Según la representante de Izquierda Unida, aunque el ahorro obtenido “no es tan grande” como el previsto inicialmente, esto tampoco sería una razón para eliminar el sistema ya que “algo de ahorro sí que se ha logrado”. Según ella, “las multinacionales son las que quieren la retirada de ese modelo”.

Quien sí que mostró rotundidad en contra de las subastas fue la representante del grupo Ciudadanos. Su portavoz, Isabel Albas, consideró que “en Sanidad, igual que en Educación, lo primero son los pacientes”. Por ese motivo, según indicó “no todo vale por dinero” especialmente cuando muchos profesionales y pacientes están en contra de las subastas. Según explicó, algunos laboratorios que tienen adjudicados medicamentos en Andalucía están vetados por la FDA en Estados Unidos. Además, denunció, al igual que el PP, el desabastecimiento que se produce y alertó de la ausencia de libre mercado. Por ello, explicó que algunas compañías han decidido dejar de invertir en Andalucía, con el impacto en empleo que ello supone.

Por su parte, el portavoz de Podemos, Juan Antonio Gil explicó que el objetivo de la subasta “era compartido por Podemos, pero el cumplimiento queda lejos de lo marcado”. Según indicó hay falta de transparencia y los ahorros de las subastas no se han traducido en una “mejora de la atención sanitaria en Andalucía, por lo que no sabemos a quién ha beneficiado esta medida” ni a qué se ha destinado el dinero obtenido. En cualquier caso, Gil indicó que “la continuidad [de las subastas] es necesaria pero anteponiendo cambios”. Gil no considera que la subasta vaya a solucionar el gasto farmacéutico andaluz, “que se debe más a la cantidad de prescripciones que a su precio”.

En defensa del Gobierno, el portavoz del PSOE, Francisco José Vargas, indicó que los riesgos de los que alerta el Partido Popular “no son tal”. Según dijo, en la mayoría de ocasiones “el farmacéutico no cambia el preparado comercial” y en caso de ser necesario por un “desabastecimiento puntual”, el farmacéutico le dispensará un producto farmacéutico que tiene la misma dosis y forma farmacéutica. Medicamentos que tienen garantizada la calidad, seguridad y eficacia por la Agencia Española de Medicamentos.

Según Vargas, la subasta “produce un ahorro importante sin que se vea afectada la calidad asistencial de los pacientes” y criticó a la portavoz popular que presente la Proposición No de Ley “cuando el Gobierno central tiene previsto inicial una subasta similar”. Según él, con ello se “demuestra que Andalucía está a la vanguardia”.

La respuesta de la portavoz popular no se hizo esperar. “¿Si la subasta es tan buena, porque no la tiene ninguna otra comunidad autónoma? ¿Por qué no está en otros países?”, cuestionó. Para seguir desmontando la supuesta copia de las subastas por el Ministerio de Sanidad a través de los precios seleccionados. Según García, ese sistema solo se utilizará de forma “extraordinaria”.