Oposición, pacientes y farmacéuticos piden alternativas a las subastas andaluzas

Los partidos de la oposición en el Parlamento de Andalucía, las asociaciones de pacientes y los farmacéuticos han clamado por cambios en las subastas de medicamentos de Andalucía y la búsqueda de alternativas que no perjudiquen a los pacientes. Este fue uno de los puntos de acuerdo establecidos entre los asistentes a la jornada ‘Subasta de medicamentos en Andalucía: ¿Quo Vadis? En busca de una solución’ organizada por el Club de Opinión Farmacéutico Malagueño y la la Asociación de Farmacéuticos de Andalucía (Afaran).

EL encuentro, que reunió a los principales partidos de la oposición (Partido Popular, Ciudadanos, Podemos e Izquierda Unida), farmacéuticos, pacientes y representantes del sector farmacéutico, tuvo lugar pocos días después del debate de la Proposición No de Ley presentada por el Partido Popular en la Comisión de Salud del Parlamento andaluz para instar al Gobierno regional a retirar la subasta de medicamentos y a escasas fechas de que se inicie la tramitación parlamentaria de la Ley de Garantías y Sostenibilidad del Sistema Sanitario, que comienza el 15 de octubre. El objetivo ha sido dialogar y consensuar un sistema diferente al actual para la adquisición de medicamentos. En este sentido, la portavoz de Sanidad de Ciudadanos en el Parlamento andaluz, Isabel Albás ha manifestado que ellos quieren que “prime el sentido común, poner al paciente en el centro y desde ahí trabajar”. Por su parte, el portavoz del PP de Sanidad en el Senado, Jesús Aguirre ha denunciado que “las subastas rompen la equidad, limitan la libertad de prescripción del médico y crean desabastecimiento”.

Menos exigente fue el portavoz sanitario de Podemos en el Parlamento de Andalucía, Juan Antonio Gil de los Santos, de Podemos, ya que, aunque ha considerado que “la continuidad de las subastas es necesaria”, también cree que se deben acometer “modificaciones que garanticen un tratamiento accesible para todos los ciudadanos, y que se priorice el abastecimiento en la selección de laboratorios suministradores”.

Durante la segunda mesa redonda pacientes, juristas, representantes del sector farmacéutico y de la distribución farmacéutica han abordado una de las principales consecuencias del sistema: los desabastecimientos en las farmacias andaluzas, frecuentes desde la primera convocatoria de 2012, por la incapacidad de algunos laboratorios adjudicatarios de proveer de manera sostenible.

De acuerdo con los datos de la Confederación Empresarial de Oficinas de Farmacias de Andalucía (CEOFA), en enero de 2015 las compañías adjudicatarias de las subastas abastecían menos de la mitad y para 95 medicamentos, ni el 30% de lo requerido.

Esta situación obliga a los farmacéuticos andaluces a sustituir unos medicamentos por otros con diferente envase, lo que genera confusión entre los pacientes crónicos, de edad avanzada y polimedicados. A este respecto la presidenta de la Asociación Malagueña de Artritis Reumatoide (Amare), Remedios Gómez, expuso que son los pacientes, junto con los médicos “los que tenemos que decidir qué medicación tomar”.

Uno de los asuntos más cuestionados de las subastas es el limitado ahorro que generan, especialmente frente a los objetivos marcados por la administración. Según un informe de Antares Consulting, las siete convocatorias de subastas solo han permitido ahorrar 219 millones de euros frente a los 794 millones de euros previstos. Los participantes  han cuestionado, además, el destino final del dinero ahorrado.

Desde la industria farmacéutica, representada en la jornada por la Asociación Española de Genéricos (Aeseg) y Farmaindustria, se ha destacado que ya existe un sistema, el actual de precios de referencia y precios más bajos, que viene produciendo un importante ahorro en el país.

En palabras de Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda, director general de Aeseg, incluso podría valorarse una alternativa “como la que representan los precios seleccionados que permitirían a la Administración central fijar un precio excepcional para una selección limitada de productos, con un alto volumen de unidades o un elevado precio, que se aplicaría en todo el país. Esta medida permitiría participar a todas las compañías que lo deseen, a diferencia de las subastas que conceden la exclusividad a un solo laboratorio”.