José Martínez Olmos, médico y portavoz de Sanidad del PSOE, ha presentado hoy, 20 de septiembre, en la sede del Colegio Oficial de Médicos, su libro 'El futuro de la sanidad en España. Reflexiones y propuestas para una sanidad pública solvente', con la intención de aportar, como indica en la introducción de la obra, "un granito de arena en la necesaria reconstrucción y renovación del Sistema Nacional de Salud que debería llevar a que todos los ciudadanos de España puedan seguir disponiendo de una buena sanidad (o una mejor sanidad), ya que creo que es lo que realmente desean". "Será así", concluye el prólogo, "si se trabaja por ello y se defiende colectivamente con rigor".
El libro arranca con una mención a la Ley General de Sanidad, cuya elaboración requirió de toda una legislatura (1982-1986) para, finalmente, no contar con el apoyo de Alianza Popular. De ello ha hablado, precisamente, el ex presidente del Gobierno, Felipe González, que ha acompañado a Martínez Olmos en la presentación de la obra: "Cuando se creó el SNS, hubo oposición en el Parlamento, pero el privilegio de ese momento era que la oposición en el Parlamento no se reflejaba en la calle. La inmensa mayoría comprendía que la redistribución y la atención al derecho básico de la salud eran cuestiones irrenunciables". Por eso, prosiguió González, "antes de configurar ahora un Pacto de Estado por la Sanidad para configurar una sanidad pública y universal, hay que conseguir un nuevo pacto social".
Ese pacto social al que se refirió el ex presidente tiene que ver, dijo, con la necesidad "de que los ciudadanos, no sólo los profesionales y mucho menos los políticos, asuman la responsabilidad de defender lo que sienten como suyo, sabiendo que el mantenimiento de un sistema sanitario público de acceso universal nos va a costar los 10.000 millones de euros de déficit presupuestario que actualmente tiene la sanidad más otros 10.000 millones que tendrán que salir de nuestros impuestos".
Por su parte, Martínez Olmos dio por sentado el apoyo social a un sistema sanitario que sea público y universal, y apeló a las distintas encuestas que así lo reflejan. Los argumentos a favor de esa defensa no serían sólo, como ha plasmado en su libro, de tinte sanitario, sino que tienen que ver con el hecho de que el SNS sea una fuente importante de puestos de trabajo y también un motor de innovación, y se refirió, en este sentido, a que el 30% del gasto se vaya al pago de tecnologías sanitarias y tratamientos farmacológicos.
Para el portavoz de Sanidad del PSOE, el reto está más bien en la capacidad de los distintos actores, entre los que citó a profesionales, industria, corporaciones profesionales, sindicatos, pacientes e integrantes de los diferentes partidos políticos, incluidos los ex presidentes, como González, para encontrar una solución consensuada que permita defender el carácter público y universal del SNS a la vez que se garantiza su sostenibilidad. "La clave está en la gestión de los recursos. Por eso hay que asegurar el compromiso de todos los agentes con la eficiencia y el buen uso de esos recursos", reclamó durante la presentación de la obra, haciendo un guiño a los responsables de la industria presentes en el acto.
En lo que respecta a la posibilidad abierta en relación con la firma de un Pacto de Estado por la Sanidad, una aspiración personal de Martínez Olmos, "ya que de él se derivaría una obligación para los gobernantes", señaló que es una propuesta que sale del sentir de muchos actores con los que ha hablado, para cuyo éxito es imprescindible que "todos cedamos". No obstante, adelanta que es normal que cada uno ponga sus requisitos, "porque en esta discusión cave la reflexión política", y asegura que la cuestión "no es llegar a cualquier Pacto de Estado, porque podríamos estar engañando a la ciudadanía y engañándonos a nosotros mismos". Sobre los requisitos del PSOE, el senador por Granada destaca en su libro que "la revisión del copago y la restitución de la universalidad" están en primera fila.
El papel de la oficina de farmacia
La obra se completa con algunas alusiones a los retos que plantean la medicina genómica y de precisión, los desafíos en materia de salud pública, así como los que plantea la gobernanza de un SNS con 17 servicios de salud regionales. No falta la mención al modelo de oficina de farmacia, del que el portavoz socialista destaca su gran capilaridad, a la vez que reconoce que las medidas regulatorias de los últimos años "condicionan sus perspectivas de sostenibilidad". Martínez Olmos opina, a este respecto, que cualquier alteración de dicho modelo debería respetar el principio de eficiencia, pero también garantizar la calidad de la asistencia que ofrece la actual red de farmacias, teniendo en cuenta su accesibilidad y la amplia gama de servicios profesionales que han desarrollado. Además, llama a tener en cuenta la aportación de las boticas a la economía del país, en términos de empleo (y de calidad del mismo) y con el pago de impuestos, por ejemplo.
La segunda parte de la obra incluye una recopilación de opiniones, referidas a una pregunta propuesta por el propio autor: ¿qué sanidad nos merecemos los españoles? A ella responden políticos del PSOE, pasados y presentes, del ámbito nacional y regional; representantes del PP, como la ex ministra Ana Pastor, y de Izquierda Unida, como Gaspar Llamazares. También hay representantes de la industria, como el presidente y el director general de Farmaindustria, Jesús Acebillo y Humberto Arnés, o el director general de Aeseg, Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda, así como de corporaciones profesionales, como es el caso del presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, Jesús Aguilar.