Nuria del Río, portavoz de Sanidad del Grupo Socialista en el Parlamento de La Rioja, hace balance de la gestión del Gobierno de La Rioja en materia de sanidad y farmacia. Denuncia la situación insostenible de las listas de espera y del personal, que habría derivado en una pérdida de la calidad asistencial. Como solución, propone reinvertir en el Servicio Rioja de Salud los recursos que se invierten en la concertación de servicios. En farmacia, defiende la compra centralizada y la promoción de los genéricos, y deja la puerta abierta a una intensificación de la integración de la farmacia en el sistema sanitario.
Pregunta. ¿Puede hacerme un balance de la gestión sanitaria realizada por el Gobierno de La Rioja en lo que va de legislatura?
Respuesta. Hay varios problemas, pero resumiendo mucho, lo que está sucediendo en La Rioja los últimos años es la caída de la calidad asistencial en la sanidad pública, y eso es porque se ha elegido desde hace años un modelo concreto que está haciendo que la asistencia pública se vea mermada.
P. ¿Puede concretar?
R. Se ha constatado un aumento de las peonadas quirúrgicas para adelgazar las listas de espera. Cuando ya no se sujetan se habla con los responsables profesionales para abrir el quirófano de Urgencias para intervenciones ordinarias. También se están produciendo derivaciones a centros de gestión privada y si la rechazas pierdes la posición que tenías en la lista de la pública. Tenemos constatados casos concretos. Todo este caos interno lo están sufriendo los profesionales. En el último cuatrimestre se han ido cinco traumatólogos, dos ginecólogos, un pediatra y ocho anestesistas. Se nos están marchando profesionales que llevan ejerciendo muchos años, por la mala gestión, y se están cubriendo las vacantes con médicos con la residencia recién hecha, por lo que estamos perdiendo calidad asistencial. No se cubren bajas ni las jubilaciones. Hay municipios en los que se ponen carteles informando de que no se pasará consulta y se invita a los pacientes acudir a consultorios de otros municipios. En las Urgencias del Hospital San Pedro hay saturaciones continuas por falta de personal. También en el Hospital de Día de Oncología y Hematología, donde hay tecnología puntera, pero se necesitan profesionales que atiendan sin prisa, se necesita calidad humana. Y luego está la inversión dedicada a la concertación de servicios como el transporte o directamente la asistencia sanitaria. Hay que tener en cuenta que muchos servicios que estamos subcontratando, como la radio, los podíamos dar, porque tenemos los medios y la maquinaria para hacerlo. La apuesta, año tras año, es la sanidad privada. El total contratado es de 35,5 millones de euros al año. Y no pensamos que la sanidad privada sea el demonio, pero debe ser un mero complemento donde no llega la sanidad pública.
P. ¿A qué achaca todas estas situaciones?
R. Es una cuestión de modelo de gestión. La consejera siempre saca determinados baremos para posicionar a La Rioja. En cuanto a las listas de espera, cabe decir que funcionan de una manera penosa. No se hace nada por mejorar la transparencia. No se actualizan los datos desde hace más de un año. Pero la región es pequeña y terminas sabiendo qué pasa con esta señora que lleva mucho tiempo esperando y a la que derivan a la sanidad privada para aliviar las listas de espera de la pública.
P. ¿Cuáles son las propuestas de su grupo?
R. En febrero de 2016 presentamos Proposición de Ley de garantías de tiempos máximos de respuesta en la atención sanitaria especializada en el sistema público de salud de La Rioja y pedimos información pública sobre listas de espero. El PP, con su mayoría, forzó una paralización en el periodo de enmiendas, alegando que no podíamos presentar Proposición de Ley sin memoria económica. Es la primera vez que se exige algo así en el periodo de trámite. Terminaron diciendo que no quieren una Proposición de Ley, sino un Reglamento, y no hemos podido debatir nuestra propuesta. También introdujimos enmiendas a los presupuestos, por ejemplo en Atención Primaria y Especializada, pidiendo incrementar el capítulo dedicado a personal y un incremento de inversión. Lo que hay que hacer es dotar bien la sanidad pública. Abogamos porque se destinen estos 35 millones a paliar problemas de listas de espera y personal. También hemos pedido en estos últimos meses, y llevamos años haciéndolo, que la Fundación Hospital de Calahorra se integre en el Servicio de Salud. Hay una base jurídica y una jurisprudencia que lo avalan.
P. Me resulta muy llamativo que compartan ustedes diagnóstico y propuestas con el Partido Popular de Castilla-La Mancha. Cuando valoran la actuación del Gobierno regional en materia de Sanidad, se quejan del problema de las listas de espera, de la falta de transparencia, de la necesidad de más personal, de las derivaciones... ¿Cómo lo interpreta?
R. A lo mejor eso nos puede llevar a pensar si las transferencias en Sanidad han sido las adecuadas. Unas comunidades cuentan con más recursos y otras con menos. En unas hay más acceso a información y en otras menos. A unas se les convoca a más reuniones y otras a menos… En La Rioja lo que se intenta es desprestigiar la sanidad pública, usando como herramienta las listas de espera. Ese mensaje al principio no calaba, pero con los años va calando. Parece que la sanidad pública no atiende como debería, y como el mismo traumatólogo que está por la mañana en el público, está por la tarde en el privado, pues qué más da. Puede estar pasando en varias comunidades, y tiene que ver con esto, con una intención de desprestigiar la sanidad pública.
P. Ha sacado usted el tema de las transferencias. ¿Se pueden solucionar todos los problemas de la Sanidad con los recursos con los que cuentan actualmente las CCAA?
R. En La Rioja hay 35 millones de euros que se están gastando en contratos con sanidad privada por servicios que antes estaban en la sanidad pública. A esos contratos ni siquiera tenemos acceso, para revisar si podemos mejorar las condiciones de alguna manera. Si esos convenios se pudieran revertir para fortalecer la pública, se podría mejorar la asistencia, sin duda. ¿Sería suficiente? No lo sé. Quizás sean necesarios más recursos del Gobierno central. También sabemos que la reversión de la inversión en la sanidad privada debería ser paulatina, no de un día para otro, tal y como ha ocurrido con la desviación de fondos.
P. Hablando de la relación entre el Estado central y las CCAA, la consejera de La Rioja opinaba en una entrevista reciente en nuestro periódico que es mejor no forzar el acuerdo para que las decisiones del CISNS sean vinculantes para todas las regiones. ¿Cuál es la posición de su Grupo?
R. Ella habla mucho de acuerdos, de pactos sanitarios… A nosotros no nos han consultado nada sobre esto. No se puede hacer algo de manera genérica. Hay temas muy variados dentro del CISNS. Habrá algunas medidas que tendrán que seguir un cauce y otras otro. Espero que no se haga todo vinculante, dando un puñetazo en la mesa. No soy partidaria de eso. Habrá que discutirlo todo, habrá algunas decisiones que se deban hacer vinculantes y otras no. Habrá que ir tema por tema. Lo que ocurre es que cuando estás en la oposición no te enteras de nada de lo que ocurre en el CISNS, más allá de que algún compañero nos informe. Es uno de nuestros problemas para hacer oposición, que no nos enteramos de nada. Ni siquiera con las herramientas que nos ofrece el Parlamento funciona bien. Nos contestan tarde, saliéndose por la tangente, nos echan las preguntas atrás por error de forma. A veces pasan seis meses hasta que nos responden, y nos terminan diciendo que consultemos los expedientes de la Consejería.
P. Volviendo a la cuestión de la financiación, cabe decir que una de las partidas de las que más se habla es la que tiene que ver con los tratamientos farmacológicos. ¿Qué valoración hace de la gestión del gasto farmacéutico en La Rioja?
R. Ha habido problemas puntuales, con casos como el de la hepatitis C, pero dentro de la gestión de la Consejería creo que sería lo menos criticable. Consideramos que es la parte de la gestión más correcta y es de los temas en los que los profesionales menos protestan.
P. No cree, por tanto, que sean necesarias medidas adicionales...
R. Nosotros opinamos que hay que apostar por la centralización de las compras, que ha sido uno de nuestros caballos de batalla, y también, históricamente, por la promoción de los genéricos.
P. En lo que respecta a la oficina de farmacia, ¿están contentos con el funcionamiento del modelo?
R. Hay pequeños desfases en los pagos, pero se pone solución a los problemas. El año pasado, cuando a nivel nacional se estaban dando retrasos de hasta seis meses, nosotros hicimos un sondeo a distintas farmacias y nos corroboraron que iban con retraso, pero que los pagos estaban más o menos regularizados. Además, la relación es fluida entre la farmacia y el Servicio Rioja de Salud. O al menos eso es lo que a mí me llega.
P. ¿Creen que hay margen para intensificar la integración de la farmacia?
R. Pensamos que podría intensificarse. Es un tema que pasa siempre de largo, como si estuviera ajena al servicio de salud. No hay ruedas de prensa, no hay quejas… Es una parte en la que no se hace hincapié. Se entiende que más o menos funciona. Pensamos que lo que falta es transparencia. El hecho de que funcione no quiere decir que no haya que transparentar más.