La Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) ha actualizado su posicionamiento sobre el acceso a nuevos fármacos antineoplásicos, para, entre otras cosas, lanzar "un mensaje de tranquilidad a la población, en el sentido de que todos aquellos fármacos antineoplásicos que demuestran un claro beneficio para el paciente a unos costes asumibles como sociedad, son incorporados al Sistema Nacional de Salud (SNS)". Y es que, precisa la SEFH, "no todos los nuevos fármacos antineoplásicos aportan el mismo beneficio clínico", siendo las de algunos "marginales".
En relación con la evaluación de estos medicamentos, llaman a todos los actores implicados a tener en cuenta escalas de beneficio clínico, como la Escala Magnitud de Beneficio Clínico elaborada por la European Society Medical Oncology (ESMO), partiendo de la base, no obsante, de que la clasificación dentro de la escala "debería ser revisable periódicamente en función de nueva evidencia y de los resultados en salud que se obtengan".
La SEFH defiende además valor de los informes de posicionamiento terapéutico (IPT), por seguir, dicen, "una metodología de trabajo sistemática, objetiva e independiente, que facilita y homogeniza la toma de decisiones", aunque admiten que es habitual la labor de posicionamiento posterior "por parte de los organismos autonómicos o comisiones locales". Sin embargo, destacan "el esfuerzo que se está llevando a cabo para disminuir los tiempos de realización y publicación de los IPTs, así como la incorporación de alegaciones de diferentes sociedades científicas".
La sociedad que representa a los farmacéuticos hospitalarios considera también, en materia de evaluación, que determinar resultados en salud, a nivel local, autonómico y nacional, "debe ser una prioridad" para poder conocer la efectividad de los tratamientos en la práctica clínica asistencial. Para ello, consideran "imprescindible" diseñar sistemas centralizados de registro de pacientes que respeten la Ley de Protección de Datos, y que esa información "revierta y esté disponible para los profesionales". Apuntan, en este sentido, que Valtermed representa "una oportunidad para disponer de datos de efectividad en vida real".
La evaluación de resultados en salud debería pivotar, opinan, sobre equipos multidisciplinares que incluyan, "como mínimo, a oncólogos, hematólogos y farmacéuticos especialistas con capacitación en oncohematología".
Acceso más ágil cuanto mayor sea el beneficio clínico
En cuanto a los plazos para la incorporación al SNS de aquellos fármacos que cuentan ya con la autorización de la EMA y la CE, abogan por establecer "procesos ágiles y/o prioritarios para aquellos fármacos que ofrecen un alto grado de beneficio clínico". En este sentido, añaden que "la visualización de la situación de financiación de cada una de las indicaciones de un fármaco es imprescindible para realizar una adecuada gestión del medicamento en cada caso".
Tomada la decisión de precio y financiación, que debe ser "transparente" estar basada "en el beneficio clínico y la población susceptible de ser tratada", sugieren que las CCAA deberían "garantizar el acceso en igualdad de condiciones en todo el SNS". Para la SEFH, además, "la política de acceso a fármacos, durante el proceso de valoración de la financiación por parte del Ministerio, debería establecerse de forma inequívoca y ser de obligado cumplimiento para todas las CCAA". Esta apuesta por la homogeneidad y la equidad no está reñida, opinan, con "que puedan seleccionar tratamientos y establecer guías de práctica clínica en base a criterios de eficiencia".
También abogan por la aportación de financiación específica, por parte del Ministerio de Sanidad, cuando se aprueben "medicamentos de alto impacto", y llaman a "potenciar todas las herramientas de gestión financiera que faciliten el acceso de los pacientes a fármacos antineoplásicos que aporten beneficio clínico, como por ejemplo el pago por resultados o techos de gasto".
En cuanto al papel de la industria en todo lo relacionado con la financiación, consideran que los laboratorios deberían "implantar estrategias para un mayor grado de corresponsabilización en la sostenibilidad del SNS". A este respecto, dicen apoyar "las iniciativas de partenariado establecidas en algunas comunidades autónomas". Consideran que el papel de la industria también es clave en "la identificación, estandarización y uso de biomarcadores para el diagnóstico, tratamiento y evaluación de la respuesta a los tratamientos".
Visión estratégica
En lo que respecta al futuro, la SEFH considera relevante "eliminar acciones ineficientes en nuestro sistema sanitario para liberar recursos que fomenten el acceso a nuevos antineoplásicos que aporten beneficio clínico, permitan el máximo aprovechamiento de los recursos y faciliten la sostenibilidad del sistema". Para ello, se hace necesaria, dicen, "la revisión de tratamientos previamente autorizados y cuyo beneficio o eficiencia se ha visto superado superado por nuevas opciones terapéuticas". Incluyen en esa revisión la posibilidad de "no financiación de aquellos antineoplásicos de alto coste y beneficio marginal que no demuestren su eficiencia en la práctica clínica real".
Consideran fundamental, también, hacer esfuerzos "en el desarrollo e implantación de biomarcadores predictivos que permitan seleccionar los pacientes que se beneficiarían de los nuevos tratamientos, reduciendo la exposición de aquellos con baja probabilidad de beneficio, el riesgo de efectos adversos y los costes asociados". El acceso a dichos biomarcadores debería ser equitativo, subrayan, para lo cual sería aconsejable que estén en la Cartera de Servicios del SNS. Para ello, no obstante, debería "existir un procedimiento estandarizado y un marco regulatorio específico para su evaluación, implementación y financiación".
Finalmente, la SEFH "considera imprescindible fomentar la investigación, especialmente de estudios que evalúen la efectividad y seguridad de los nuevos medicamentos, la comparación entre fármacos o esquemas de tratamiento, su impacto en la salud de los pacientes y en la sostenibilidad económica del sistema". "Estos estudios, junto con el acceso a todas las pruebas diagnósticas deben ayudar a seleccionar el tratamiento y asegurar la eficiencia de los diferentes tratamientos y procedimientos", concluyen.