Durante los meses de abril y marzo de 2020 se ha reducido significativamente el número de personas vacunadas a causa de la situación de alarma sanitaria provocada por la pandemia de la covid-19. Por ese motivo, la Organización Mundial de la Salud considera que ahora, la “prioridad” es revisar el estado de vacunación de la población española y volver a reactivar el programa de vacunas, garantizando siempre las máximas condiciones sanitarias para minimizar el riesgo de contagio”.
Con la posición de la OMS han coincidido expertos que han participado en el ciclo de conferencias Light on Vax 3, organizado por Sanofi Pasteur. Este es el caso de María Garcés-Sánchez, miembro del comité asesor de vacunas de la Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP), que considera que “cualquier impacto en el calendario vacunal a causa de la COVID-19 puede tener graves consecuencias”.
“Ninguna de las enfermedades que actualmente están incluidas en el calendario puede prescindir de la vacunación para decir que está completamente controlada”, señala Garcés-Sánchez desde su visión tanto de pediatra como de es investigadora del área de vacunas de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunidad Valenciana. Se refiere a enfermedades infantiles y también a la gripe que, solo ella, provoca entre 6.300 y 15.000 muertes cada año en España.
En el caso de la gripe, cuyo solapamiento con el coronavirus puede implicar dificultades para diferenciarlas en el momento del diagnóstico, Garcés-Sánchez explica que “es fundamental priorizar la vacunación en grupos de riesgo, principalmente mayores de 65 años, mujeres embarazadas y enfermos con patologías crónicas, pero también debemos tener en cuenta la población pediátrica con indicación de vacunación”. En este sentido, considera importante “realizar una captación activa de pacientes que requieran ser protegidos e informar y aconsejar a los padres que pregunten por los beneficios de la vacunación antigripal”.
Además, insiste en que “ahora más que nunca, es importante que los profesionales sanitarios nos vacunemos de esta enfermedad respiratoria para proteger a nuestros pacientes”.
En niños y adolescentes
Una vez pasado lo peor de la pandemia, durante la que “muchos padres tenían mucho miedo de acercar a sus hijos a los centros de salud”, esta pediatra considera que “es fundamental que el calendario vacunal de los niños se siga cumpliendo” para evitar repuntes de enfermedades como el sarampión. “En España sólo hemos tenido casos de sarampión importados, una enfermedad cuya mortalidad supera con creces la de la covid-19. El que los niños hayan estado confinados, no garantiza que no exista el riesgo de aparición de un repunte del sarampión”, advierte la experta en vacunación.
En lo que se refiere a la recuperación del calendario de vacunación, la experta señala que será primordial evitar demoras, establecer pautas basadas en los intervalos mínimos entre vacunas para optimizar el acto vacunal y establecer un circuito rápido de vacunación. Además de que en las comunidades autónomas se establezcan protocolos consensuados para realizar la vacunación escolar este año.
Las complicaciones cardiovasculares asociadas a la gripe
En lo que se refiere a la gripe, Esther Redondo Margüello, miembro del grupo de trabajo de actividades preventivas de Semergen y jefa de sección del Centro de Salud y Vacunación Internacional del organismo autónomo Madrid Salud recuerda que “se relaciona clínicamente con una mayor probabilidad de padecer un evento cardiovascular, como pueden ser: infarto de miocardio, arritmias, insuficiencia cardíaca y accidentes cerebrovasculares”.
En concreto, la infección multiplica entre 6-10 veces el riesgo de infarto y por 3-8 veces el de ictus. También puede empeorar los síntomas de afecciones subyacentes y exacerbar enfermedades crónicas como, por ejemplo, la diabetes. Los colectivos de personas más afectados son los mayores de 65 años, quienes sufren patologías crónicas, y los menores de cinco años.
Esta experta señala la especial importancia que cobra ahora la vacunación antigripal. “La confusión de los síntomas de la gripe con los de la covid-19 puede suponer un retraso del diagnóstico de la covid-19”, advierte. También alerta del riesgo cardiovascular de que un mismo paciente se contagie de la gripe y del coronavirus. “La probabilidad de daño cardiovascular se va a incrementar exponencialmente”, afirma.