La directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), María Jesús Lamas, participó en el espacio '21 minutos con...', puesto en marcha por el Consorcio de Salud y Social de Catalunya y moderado por Antoni Gilabert, donde respondió a preguntas del director de Farmacia del Consorcio, algunas de ellas lanzadas por las personas que seguían la conversación. El acceso a las vacunas y los tratamientos para la Covid-19, así como a los medicamentos críticos para tratar a los pacientes hospitalizados, fue uno de los asuntos más destacados, y Lamas defendió en todo momento un abordaje europeo, que parta de la solidaridad, la equidad y la suma de capacidades. En su opinión, es la mejor forma de garantizar un buen acceso.
En relación con las vacunas, volvió a lanzar, como ya hizo en su comparecencia en la Comisión de Sanidad, un mensaje optimista y esperanzador. Para ello, se basó en la labor intensiva de grandes y pequeñas compañías biotecnológicas, y los grandes flujos de inversión pública y privada que se están moviendo para avanzar en la investigación y desarrollo de una solución preventiva (o varias, más bien) para la Covid-19.
"Nunca en la historia ha habido una inversión tan alta para disponer de vacunas", señaló, y destacó además el hecho de que se esté "produciendo a riesgo", es decir, antes de concluir la fase de ensayos clínicos y saber si éstas son efectivas, con el objetivo de que, si el proceso concluye con éxito, poder disponer de unidades desde el día uno. A este respecto, opinó que "es preciso tener cantidades que permitan vacunar a prácticamente toda la población mundial, y creo que lo vamos a tener pronto porque las compañías están produciendo a riesgo". A esa producción a riesgo están contribuyendo, no obstante, los gobiernos con sus propios fondos, de manera que no toda la incertidumbre la asuma el capital privado.
Sobre las vacunas en desarrollo, distinguió aquellas que parten de plataformas ya probadas previamente, a las que se les ha introducido el antígeno para lanzar los estudios. Con éstas, explica, ya había "ensayos en preclínica, no se empieza de cero, lo que hace que la investigación sea más corta" y la producción pueda acelerarse. Con estas vacunas, que son las que van más aceleradas, su previsión es que estarán disponibles "antes de un año y con alta cobertura". Para las plataformas que se están desarrollando ad hoc calcula periodos más largos, de hasta dos años.
Lamas es de las que piensa que finalmente contaremos con varias vacunas para la Covid-19 en todo el mundo, ya que considera que "ninguna, con su capacidad de producción, podría cubrir los 5.000 millones" que se necesitarían para inmunizar a la población global.
Participación española en la producción y acceso
Como ya hiciera en la Comisión de Sanidad, Lamas comentó la participación española en la producción de algunas de estas vacunas, como la ya confirmada de Rovi en el fill and finish de la de Moderna para su comercialización fuera de los Estados Unidos, y aseguró que "hay más compañías españolas con plantas estériles que están en contacto con compañías internacionales" para engrosar ese grupo.
Preguntada sobre si la producción (o una parte de la misma) en suelo nacional tendría una consecuencia directa en el acceso de los españoles a estas vacunas, contestó que "no necesariamente". La explicación es sencilla: "España decidió adherirse al grupo europeo, donde se ha establecido una voz única para la negociación con las compañías", explicó, por lo que no irá sola de compras. No obstante, sí que considera importante "que las vacunas se produzcan en Europa, en vez de en otros continentes", afirmó, una afirmación que argumentó con las tentaciones de algunos gobiernos de restringir la exportación.
En este sentido, calificó las visiones localistas como "suicidas", y defendió "el espíritu de cooperación global" que han expresado tanto la Unión Europea como España. En este sentido, recuerda que los acuerdos en la UE incluyen la financiación de la capacidad de producción de las compañías "tanto de las vacunas que se produzcan para nosotros, como las que vayan a otras regiones del mundo".
La disponibilidad de medicamentos críticos
Una lógica similar fue la que aplicó a la hora de abordar la necesidad de hacer frente a posibles desabastecimientos de medicamentos críticos, teniendo en cuenta la dependencia de otros países, sobre todo para la obtención de la materia prima. No es el caso, por ejemplo, del cisatracurio, que ha sido uno de los medicamentos cuyo uso más se ha incrementado en los hospitales en los momentos más críticos, y cuya demanda se ha podido cubrir, en parte, "porque se sintetiza en España". Pero la situación es distinta para otros productos.
En este sentido, Lamas considera que es complicado eliminar completamente la dependencia exterior, ya que la globalización no es un proceso que se pueda deshacer de un día para otro. "Hay que pensar en lo que puede costar un medicamento si toda la producción se trae a Europa. ¿Estamos dispuestos a asumir ese aumento de costes? Es una pregunta a la que hay que responder, y la respuesta para algunos medicamentos que son críticos debería ser que sí", opinó.
Otra cosa muy distinta es pretender que un país, como España, sea completamente autosuficiente, algo que le parece completamente imposible. "La suficiencia nacional total no existe. Un enfoque europeo es más posibilista, aunque es posible que ni siquiera se pueda aplicar a todos los medicamentos", concluyó.