Andalucía completará “antes de que acabe 2022” el Plan Andaluz de Enfermedades Raras (PAPER) según ha anunciado este martes el consejero de Salud y Familias de esta comunidad, Jesús Aguirre, en el X Congreso Internacional de Medicamentos Huérfanos y Enfermedades Raras, que acaba comenzar en Sevilla.
Aguirre, que ha participado en la inauguración de este encuentro ha asegurado que en el campo de las enfermedades raras, quedan pendientes muchos “ámbitos de mejora y mucho por conseguir”, pero también ha asegurado “vamos a trabajar sobre ello”.
En la apertura de esta cita que reúne a investigadores, profesionales sanitarios, representantes de la administración, de la industria farmacéutica y, a los pacientes, también ha participado Manuel Pérez, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Sevilla y del congreso en sí, quien ha reclamado a las autoridades que hagan “todo lo que estén sus manos para buscar soluciones” a los principales problemas que principalmente afectan a las personas con este tipo de patologías, especial las dificultades en el acceso a un diagnóstico y tratamientos.
Pérez también ha hecho un llamamiento a “reindustrializar” España, algo que atañe de forma directa a la investigación y fabricación en medicamentos huérfanos, aquellos dirigidos a las patologías de baja prevalencia.
Por su parte, el presidente de la Federación Española de Enfermedades Raras (FEDER), Juan Carrión, ha reclamado que España cuente con la especialidad de Genética Cínica, así como que se homogeneicen las pruebas de cribado de nacimiento en todo el país, o que se establezcan proyectos específicos para personas sin diagnóstico.
En el acto inaugural del encuentro también han participado los presidentes de los Consejos General y Andaluz de Farmacéuticos, Jesús Aguilar y Antonio Mingorance, quienes han destacado que “la cruz de la farmacia siempre va a estar encendida” para las personas afectadas por las enfermedades raras “con el propósito de ayudarles a mejorar su calidad de vida”, así como la labor ejemplar liderada por los farmacéuticos sevillanos en torno a estas patologías, “fomentando la sensibilización o la investigación”.
Las enfermedades raras ya no son una realidad desconocida, desde luego, pero sí queda aún mucho por hacer en el fomento de la investigación. La necesidad y la urgencia generada por la pandemia de la Cobid han propiciado una respuesta sin precedentes de la ciencia con el objetivo de hacer frente a este virus desconocido. Esta rápida y contundente respuesta de la comunidad científica ha generado un poso de conocimiento que se habría tardado años en conseguir, “por lo que apelo a aprovechar toda esa experiencia acumulada para ofrecer a las personas afectadas por estas enfermedades la respuesta que merecen desde hace mucho”, subraya Pérez.
A los retrasos en el diagnóstico, en las pruebas analíticas, en la prescripción de medicamentos y en la administración de medicamentos –situación, en algunos casos, ya de por sí muy común en este ámbito–, “se suma el hecho de que las líneas de investigación y los propios investigadores se están desplazando a investigar la COVID-19 donde hay más fondos para ello”, tal y como recuerda el propio Manuel Pérez.
A este respecto, desde el Colegio de Farmacéuticos de Sevilla y la Fundación Mehuer se insiste en que desde las administraciones se debe incentivar la investigación en enfermedades raras, tomando como modelo la apuesta por la investigación establecida en el actual contexto de pandemia. Manuel Pérez, presidente de ambas entidades, apuesta incluso por establecer “medidas que incentiven la investigación en este campo, incluyendo entre ellas bonificaciones fiscales que atraigan talento a este ámbito y favorezca la puesta en marcha y desarrollo de nuevos proyectos que aceleren la consecución de resultados”, donde, lamenta, “los avances son lentos”. La propia
La designación de un medicamento huérfano –tratamiento indicado para las enfermedades raras– y su autorización para su disposición en el mercado corresponde en nuestro entorno comunitario a la Agencia Europea de Medicamentos mientras que la evaluación del valor terapéutico, la fijación del precio y el reembolso (la financiación pública) corresponde a las Agencias del Medicamento de cada uno de los estados de la Unión Europea (en el caso español, la AEMPS). Eso es así excepto en España, debido a su configuración administrativa en el ámbito sanitario, descentralizada a las CC.AA.
De este modo, las comisiones de evaluación de medicamentos de cada una de las CC.AA. realizan una revisión de los procesos anteriores, culminando en la renegociación del precio de cada medicamento huérfano con el laboratorio fabricante, lo que retrasa su prescripción a los pacientes. Una vez terminada la renegociación en cada comunidad autónoma son las gerencias de cada uno de los centros hospitalarios las que renegocian nuevamente con los laboratorios desde el punto de vista económico, pues es en sus presupuestos donde se imputan los gastos en medicamentos huérfanos. De este modo, a pesar de que el plazo legal establecido para poner un medicamento huérfano y en la Unión Europea es de 180 días, algunos estados tardan hasta 700 días en hacerlo, lo que dificulta a los pacientes acceder a los medicamentos.
Según Pérez, se podrían “evitar estas continuas e innecesarias negociaciones y renegociaciones entre partes que retrasan la llegada de los fármacos a los pacientes creando y dotando suficientemente un fondo estatal para sufragar los tratamientos con medicamentos huérfanos y eliminar, de esta forma, la presión económica a la que están sometidas habitualmente las consejerías, los servicios de salud y las gerencias de los hospitales, a quienes corresponde la adquisición de los tratamientos”, sostiene el presidente de los farmacéuticos sevillanos.