El Gobierno de Navarra ha cifrado en más de 20 millones de euros la disminución del impacto en gasto farmacéutico generado por el empleo de medicamentos biosimilares en las farmacias de los hospitales navarros en los tres últimos años.
Según datos aportados por la Consejería de Sanidad, el uso de estos medicamentos, “equivalentes en calidad, seguridad y eficacia a los fármacos biológicos de un modo semejante a lo que suponen los genéricos respecto a los de síntesis química, no ha dejado de aumentar, gracias en gran medida al compromiso de los y las profesionales clínicos y de farmacia del Servicio Navarro de Salud en la implementación de esta medida”.
En cifras, el Departamento de Salud asegura que el porcentaje de uso de biosimilares en el entorno hospitalario alcanza ya el 80% de los tratamientos susceptibles de utilizar equivalentes biosimilares. A principios del año pasado, este porcentaje se situaba en el 68,2%.
Los fármacos biosimilares empleados actualmente en los hospitales públicos navarros se utilizan para tratar diversas dolencias de tipo inflamatorio y autoinmune, como la artritis reumatoide, la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa o la psoriasis, así como para combatir el linfoma y diferentes tipos de cáncer de tumor sólido. Pertenecen en su mayoría a la familia de medicamentos conocida como anticuerpos monoclonales (adalimumab, bevacizumab, infliximab, rituximab y trastuzumab), además del etanercept que es una versión recombinante del receptor p75 del TNF (Factor de Necrosis Tumoral).