El Center for Research in Healthcare Innovation Management (CRHIM) de IESE Business School y BeiGene han presentado en el campus de IESE Madrid el Modelo de Innovación Sostenible Universal (ISU), una iniciativa pionera que redefine la adopción de tecnologías sanitarias en España.
El objetivo de la iniciativa es “evidenciar el valor de la innovación sostenible en España”. El modelo ha sido creado por un comité científico multidisciplinar formado por 12 profesionales sanitarios y representantes de pacientes, para cuyo desarrollo han identificado una serie de atributos clave que permiten evaluar el nivel de innovación, sostenibilidad y universalidad de diferentes tecnologías sanitarias.
El modelo ha sido validado mediante su aplicación a patologías complejas, como la leucemia linfocítica crónica (LLC), y, de esta manera, poder evaluar su versatilidad y las barreras potenciales, para, finalmente, realizar un análisis de sensibilidad y definir propuestas de mejora con el fin de garantizar la robustez del modelo.
El modelo ISU, así como sus principales conclusiones, se presentaron en una jornada centrada en cómo mejorar el acceso y la efectividad de la innovación en sanidad. La inauguración corrió a cargo de Jordi Cohen, Senior Associate de CRHIM IESE, y de Cristina García Medinilla, directora general de BeiGene España y Portugal, quien destacó en su intervención que “la innovación es una palanca de cambio clave en la sociedad. Nadie puede avanzar solo en el ámbito sanitario, motivo por el que, para lograr avances reales, es imprescindible la colaboración de todos los agentes implicados”.
Por su parte, Jordi Cohen señaló que este modelo podría ser un catalizador para la sostenibilidad del sistema sanitario, integrando un análisis exhaustivo del impacto presupuestario, la capacidad organizativa y las barreras técnicas: “este enfoque podría asegurar la viabilidad económica y operativa de las innovaciones tanto a corto como a largo plazo, optimizando la asignación de recursos y maximizando el retorno de la inversión en salud”.
La apertura institucional corrió a cargo de Antonio López Andrés, director general de Salud de Navarra, que destacó que “el Sistema Nacional de Salud, a través de sus entidades gestoras, necesita modelos avanzados de incorporación de nuevas tecnologías, incluidos los medicamentos”.
A lo largo de la jornada participaron representantes de primera línea, tanto de la sanidad pública como privada, así como del ámbito hospitalario y organizaciones de pacientes. Durante la primera mesa redonda, ‘Reflexiones sobre el modelo de incorporación de la innovación en España’, expertos como Celia García, directora general de Humanización y Seguridad del Paciente de la Comunidad de Madrid, Almudena Quintana, directora general asistencial del Sermas y Mario García Gil, jefe del servicio de Farmacia del Hospital de Fuenlabrada, debatieron sobre cómo el sistema debe evolucionar para adoptar la innovación de una forma más ágil y equitativa.
Durante su intervención, Celia García abordó el modelo de incorporación de la innovación en España desde la perspectiva de la humanización de la asistencia sanitaria y destacó la evolución de las políticas de innovación digital en nuestro medio hacia un modelo de excelencia centrado en las personas, reconocido por la OMS como una innovación en resultados de salud, y sustentado por alianzas estratégicas entre todos los implicados.
Asimismo, durante la segunda mesa redonda, ‘Implicaciones del Modelo de Innovación Sostenible Universal’, los expertos exploraron la aplicabilidad del modelo ISU en distintos contextos con el fin de analizar su viabilidad e identificar los retos para su correcta implementación en nuestro país. En ella participaron Almudena Quintana, directora general asistencial del SERMAS; Juan Carlos Valenzuela, excoordinador de Farmacia del Sescam y, de nuevo, Celia García.
Tres pilares
El modelo se basa en tres pilares clave. En primer lugar se basa en la innovación y la evaluación de la mejora terapéutica, priorizando tecnologías que aporten beneficios clínicos significativos para la población. Por otro lado se centra en asegurar la viabilidad económica y medioambiental a largo plazo, adaptándose a las capacidades financieras, técnicas y medioambientales de cada contexto sanitario y finalmente tiene un carácter universal, al facilitar el acceso equitativo a los avances, promoviendo la inclusión de toda la población, independientemente de factores socioeconómicos.
“Una de las principales fortalezas del modelo ISU es su capacidad para priorizar necesidades sanitarias de forma objetiva y sistemática. Al identificar atributos clave como la mejora terapéutica, la calidad de la evidencia, la sostenibilidad financiera y la equidad, permite a los gestores sanitarios dirigir los recursos hacia intervenciones que cubren vacíos terapéuticos y generan el mayor impacto posible en la salud poblacional”;, añade Jordi Cohen.
Por su parte, Celia García señala que “la innovación no solo mejora lo que hacemos, sino cómo lo hacemos y, sobre todo, por qué lo hacemos: para garantizar una atención centrada en las necesidades de cada persona y construir un sistema sanitario más sostenible, eficiente y humano”.